Los productores y entrevistadores de los programas de opinión de la ¡y que oposición! se toman muy en serio su trabajo y causan risa, sin quererlo, aparte de una que otra arrechera a los entrevistados que defienden el proceso. Los productores y presentadores de "La hojilla en TV" se ríen de los programas de la ¡y que! causándoles una gran arrechera y serios problemas, ya que desde que salió este programa al aire el "rating" de dichos programas ha bajado considerablemente, al parecer porque la tele audiencia, a pesar de lo inconveniente del horario, prefiere ver los cortes que presenta "La hojilla" con sus sazonados comentarios.
Ante esta situación, según me han informado "fuentes dignas de todo crédito" , los productores y entrevistadores de los programas de la ¡y que! han resuelto solicitar un recurso de amparo que impida la transmisión de la "La hojilla" y, paralelamente, solicitar la intervención de "Human Rigth Watch" alegando, entre otras, las siguientes razones:
a.. Aprovechamiento indebido de su "talento" ya que son ellos los que realmente provocan risa a los espectadores con sus teatrales actuaciones desesperadas cada vez que se refieren a Chávez, lo que ocurre durante el 95% del tiempo de sus programas, excluidas las cuñas comerciales, por supuesto.
a.. Enriquecimiento sin causa, debido a la fuga de patrocinadores de sus programas hacia el canal del estado buscando ubicación en "La hojilla TV", lo cual determina, adicionalmente, una merma en su ingreso salarial.
a.. Violación de sus derechos humanos, ya que se consideran víctimas del escarnio público desde la aparición del mencionado programa, puesto que cuando la gente los ve en la calle o cualquier otro sitio público se ríe de ellos sin disimulo.
Tengo igualmente información de que ellos están convencidos de que tal solicitud de amparo es muy difícil que prospere, pero están dispuestos a presentar la pelea con el fin de lograr, al menos, que sean incorporados al elenco de "La hojilla", ya que saben que, de otra manera, dentro de poco tiempo saldrán fuera del aire. Es así como el canal del Estado ha estado recibiendo últimamente varios currículos de personajes que intervienen en la elaboración de dichos programas, acompañados de cartas aclaratorias de sus actuaciones en las cuales señalan que las opiniones emitidas por ellos les eran impuestas por los dueños de los medios y que no representan, en absoluto, su propia forma de pensar, como estarían dispuestos a demostrarlo tan pronto les den cabida en el canal. Estoy a la espera de tener alguna de dichas cartas para ofrecerla como primicia a los lectores de Aporrea.
