Ciertamente este rococó insultantemente burgués o el arroz con mango (dicho en cristiano) como se vienen manejando algunas políticas, no solo en materia comunicacional, de nuestro accionar rrrevolucionario (y no precisamente porque ya se estén viendo las 3R) patéticamente quedó de manifiesto en el reciente homenaje que se le hiciera a Alí Primera en la Carlota. Nada menos que es el triste reflejo como sin despertar preocupación la revolución ideológica (es decir la única que existe) viene perdiendo terreno dentro del gobierno.
En plena dictadura de Pinochet el vocalista de una de las bandas de mayor nivel internacional invitadas al festival de Viña del Mar (Mister Mister), al concluir su presentación, osadamente expresó con toda seriedad que se solidarizaba con todos los artistas chilenos amenazados de muerte por la dictadura militar. La reacción del público resultó la reacción esperada de un público como el que asiste al Viña del Mar (algo parecido al de “Sábado Sensacional”), un público premeditada y sistemáticamente idiotizado y ávido a reflejar lo que diariamente consumen sus ojos de neón, un público que podría haber estado presenciando a Víctor Jara, y aunque estuviera hasta la coronilla de la dictadura, si las canciones no les resultase pegajosas la hubieran abucheado sin percatarse que por retruque habrían de publicitado al mismo Pinochet. Resultado: a pesar del valiente y emblemático esfuerzo todo concluyó, al menos para los que estaban en ese espectáculo, en un hecho irrelevante y carente de todo significado real; y después, por supuesto, la esperada escolta militar hacia el hotel y luego al aeropuerto. Moraleja: de los espectáculos que procuremos obtendremos nuestro público o nuestra militancia.
Si bien me declaro seguidor in profeso del Residente Calle 13, un concierto (y sin necesidad de caer en los de Juanes) donde exclusivamente él junto a otros, repudiasen, por ejemplo, las Bases Militares gringas en Colombia, hubiese sido lo más acertado.
Indudablemente de la misma y gratificante manera reconozco y aplaudo la diaria entrega en la cual Dame Pa’Matala y demás solistas y grupos como la Cantera (incluso, permítaseme la inmodestia, uno mismo y varios compañeros desde el ya casi difunto Semanario de Opinión Política A Toda Costa) tienen que enfrentar y sobrevivir a un trato más injusto y desleal que incluso el ofrecido por la Cuarta República a nuestro homenajeado, Alí Primera.
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