La “Paz” en la Sociedad Clasista

El Materialismo Dialéctico se caracteriza por ser la ciencia moderna más actualizada y cuyos métodos de estudio, diagnosis y recomendaciones sociológicas nos acercan más a la verdad que cualesquiera otros métodos ya obsoletos. Estos últimos siguen activos porque aquél choca contra los intereses clasistas de los amos del poder burgués y de los protagonistas de la explotación de unos hombres por otros. Digamos que el MD es una ciencia para avanzar y no para conservar.

Entonces, sobre la base dialeticomaterialista de que somos una sociedad clasista, todas nuestras observaciones, interpretaciones y recomendaciones deben pisar encima de ese escenario si queremos explicarnos y comprender qué pasa con el problema de la Paz en el mundo moderno. El MD podría servirnos para descubrir de cuál Paz estamos hablando puesto que cuando los países discuten, conservan o perturban la paz social significa que perturban la tranquilidad de las personas pertenecientes a la clase dominante.

En reciente Nobel de la Paz le fue acertadamente otorgado al Presidente Barac Obama, y por ello lo felicitamos. Semejante premiación no podría acreditárselo cualquier personajillo de la política mundial. Con las belicistas y desbordadas acciones bélicas de la dinastía republicana de los Busch el mundo estuvo a punto de convulsionarse y con ello hacerlo la paz de los pueblos en buena parte la Tierra.

Sostenemos que al Comunismo y sus apoyos filosóficos se les ataca y persigue más por la intranquilidad o antipacifismo que provocan con sus protestas y amenazas teóricas que como posible sistema económico. Aquí es donde podemos echar manos de la DM.

Esta nos recuerda que los pueblos no son uniformemente demográficos, que en cada rincón de la civilidad moderna hay por lo menos un patrono y unos sirvientes mal pagados, eufemísticamente llamados asalariados. Que en cada empresa burguesa hay una combinación de asalariados desigualmente subpagados, desde los más pobres hasta los de mayor poder económico. Esa desigualdad salarial hace pensar que algunos “salieron de abajo” por esfuerzos propios. No terminan de comprender que los marginados y asalariados pobres simplemente no tienen cabida en el aparataje empresarial burgués, que en sus empresas hay de todo como el la Villa del Señor, que no todos pueden gerenciar, que todos no pueden entrar en el reparto de la torta del plusvalor ni en la misma medida.

Los peor pagados, los trabajadores pobres, no lo son por voluntad ni desidia personal, no necesariamente por voluntad propia ni por mayor o menor esfuerzo personal de cada trabajador ni de cada patrono. A unos los abandona el empresario porque él suele quedarse con lo mejorcito, y en esta discriminación laboral los acompaña el asalariado que renuncia a sus orígenes proletarios, cosas así.

Esta es la realidad donde convivimos: No respiramos un biátomo de oxígeno sin ser contaminado, o depurado, por alguna que otra empresa burguesa; no leemos ni compramos un libro, ni oímos una radioemisora, ni recibimos ninguna letra ni voz de ningún medio que no sea, no esté regulado o no esté configurado y manufacturado con dispositivos también manufacturados por alguna o algunas empresas burguesas.

Y es más, todavía no logramos emitir un criterio personal que paradójica y limpiamente esté libre de prejuicios favorables a la ideología burguesa. Mientras la clase burguesa se conserve en el poder lo seguirá haciendo su ideología idealista, única manera de atribuir al mundo y a la sociedad una inquebrantabilidad rayana en la quietud. Para esta clase las revoluciones no pasan de ser simples o superflua innovaciones en la manera de vestir, calzarse o medicarse, pero siempre “dentro del marco” preestablecido de un mundo inmutable y concebido, analizado y tratado conscientemente según la longeva cosmovisión religiosa e idealista.

Por su parte, el MD como ciencia sigue atrapada en el incómodo recinto de investigadores e intelectuales sobrevivientes del acoso burgués, y por lo mismo son de reducido número. Por esta razón seguimos en un mundo social donde los propios explotados se han sumado a la misma y ajena concepción idealista propia de sus explotadores.

Efectivamente, hasta ahora todas las ciencias corren a cargo de especialistas burgueses, y las más de las veces y aun dentro de ellos hay mucho empirismo divorciado de las teorías.

La ciencia del MD confronta una doble enemistad: La de los ideólogos del oscurantismo presente y la de los empiricos que revestidos nominalmente de izquierdistas han hecho de ella una bandera para escalar en los mismos y trillados caminos lucrativos de la Burguesía, o sea , la de quienes tan ingenua, inocente o hipócritamente critican las posiciones burguesas. Este papel de izquierdistas “idealistas” ha fabricado un justificado descrédito sobre todos los conatos de socialización. Este descrédito, lógica y obviamente ha sido también una eficaz y concienzuda disposición emanada de los propios laboratorios sociológicos burgueses.

Las principales universidades del mundo son burguesas; sus pensa lo son y el grueso paquete interpretativo de las ciencias actuales han sido pedagógicamente redactadas, editadas e impresas de tal manera que hasta los propios izquierdistas terminan asumiendo posturas dialécticamente contrarias a su clase proletaria.

Es así cómo los ataques a la burguesía han girado hacia sus empresas a las que se les atribuyen todos los males del mundo, desde la “malaleche” sintética hasta la destrucción del medio.

Es así cómo no se ha comprendido bien la apatridad del capital ni mucho menos el carácter objetivo de las relaciones obrero-patronales. Así cómo tampoco se sabe aún distinguir entre la paz social de todas las clases sociales y la Paz de la clase poderosa.

La Paz de los amos de mundo significa libertad de comercio, libre contrata de asalariados leoninamente pagados. Significa la permanencia y periodicidad de conatos y acciones bélicas porque su práctica implica acrecentamiento del mercado aun a costa de una mayor y constante producción de
mercancías morbosas: armamentos, para la reconstrucción de edificaciones derruidas por bombardeos, reproducción de otras mercancías para aliviar el hambre de los países involucrados en las lides activa puesto que quién va a la guerra deja de producir PIB.

Por todo eso debemos estar satisfechos con los aportes del Materialismo dialéctico, única ciencia que nos guía con mayor grado de acercamiento a la verdad sobre los Nobeles de la Paz de nuestra sociedad clasista.

marmac@cantv.net


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Manuel C. Martínez M.


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