(Rayas de cada Aló, a partir de esta semana).
(Rayas de cada Aló, a partir de esta semana.)
Para estrenar esta columna que quisiera escribir semanalmente, dado que mi gran cantidad de tareas cada vez me reduce la capacidad de cumplir las entregas diarias que me asignaron Aporrea, Kaosenlared y Noticias Bolivarianas, escogí este reclamo que escuché a mi Comandante en su Aló Presidente de este pasado Domingo: “Diosdado: no me gusta esto: Tres líneas y una estrella, no digo más nada”, refiriéndose a una especie de código o signo que había detectado escrito en algún lugar de un documento; para dar comienzo a mi primera columna semanal: Las rayas de Raúl, mi Comandante no fue más allá de estas palabras, él sabrá por qué, pero se me quedó grabado en mi mente, no se si se refería a alguna connotación militar, si tres líneas y una estrella insinúan algún cargo militar, le recordaban la bandera norteamericana o que carajo, a mi tampoco me gustó, sobre todo por la cara que puso mi Comandante Presidente. De igual, creo que este Aló Presidente terminó de empujarme para comenzar esta columna semanal, que debido a que no tengo más mando que el de ser uno más del pueblo soberano y para no pavonear de querer estar escribiendo “Reflexiones” como el Comandante Fidel, ni “Líneas” como mi Comandante Chávez, desde que se me ocurrió escribirlas, decidí llamarla “Las rayas de Raúl”.
En mi columna semanal no haré más que escribir las cosas que nuestro Comandante pide a gritos, sus reclamos y molestias que manifiesta de mal humor, merecidamente, en sus discursos, cuando se refiere a las cosas que debemos corregir, que repite y repite sin que le paren bola, como cuando encontró encendida la luz del baño en el apartamento que le mostraron y teniendo la garganta obstinada de repetirnos que apaguemos las luces que no usamos, ve que los suyos las dejan prendidas. Repetiré sus regaños y molestias como para que se queden en la mente de todos y no se olviden o borren apenas se termina el Aló cada semana.
Pero es que este Aló estuvo lleno de exigencias, no vi una parte, que me la contaron en donde mandó a tomar asiento a una Vice, pero si su larga disertación sobre su prisión presidencial, el cuento del militar africano que se fue a vivir en su casita y que termino asesinado, con toda la rabia que le debe dar no poder andar libremente entre nosotros y la orden que dio a todo funcionario que con él trabaje para que seamos sus ojos y su voz andante por estas calles; la imperiosa necesidad de dar a todos, lo que en otros artículos defino como las dos erres que faltan: respuestas y resultados.
Como nuestro proceso no tiene, desgraciadamente capacidad de dar respuestas reales a todos, como en el caso de este Domingo, lo explicó, con las viviendas; y la necesidad imperiosa de que gobernadores y alcaldes fueran funcionarios de a pie, que fueran a hablar con los que quedaban en listas de espera, a explicarles por qué no se podía dar viviendas a todos de un solo carajazo, a renovar el compromiso de que se les diera por lo menos la explicación pertinente y luchar contra “el desprecio” que muchas veces la desatención les hace sentir. “No hay nada peor que pueda sentir un ser humano que el desprecio” palabras más, palabras menos, dijo el Comandante. ¿Será que se entendió lo importante de este mensaje? ¿Qué si no se cumple, a pie, no en camionetotas, de uno a uno, hablando con el pueblo, por cada patriota al que le asignamos una casa, podemos estar dejando que se pongan en contra de la revolución 30 o más que aun deberán esperar por la de ellos? ¿Será que se entiende lo que dijo sobre aquellos que habiendo recibido un crédito, cuando no se les aprueba el segundo, entonces ya están contra la revolución?. ¿Los que cuando se les dan tres centavos ya se cambian a la clase burguesa?? La necesidad de andar creando conciencia revolucionaria, como lo mandó nuestro Che Guevara, creando incansables, al hombre nuevo necesario.
Mi Presidente habla de crear conciencia, eso se come con visitas, con conversa, con la palmadita, que nos dijo que tanto reconforta a quien debe vivir sin su casa digna por un rato más, sin su crédito para su proyecto socio productivo por ahora, con aprecio, que es lo contrario al desprecio, ese desprecio oficialista que criticó fuertemente nuestro comandante este domingo y que espero que no sea que pase, que terminado el Aló, todos traten de que no aparezca otro compatriota, como Gustavo que le diga “algo” al comandante que lo arreche.
Si un funcionario, palabra que considero que pronto, Comandante, si me lee déme una mano, se debe cambiar por “servidor del pueblo” en un próximo Aló, ve a un venezolano humilde que desesperado por su angustia quiere hablarle o acercarse al Comandante: ¡Déjalo llegarle! ¡Déjalo llegarle! ¡Déjalo llegarle!, lo digo tres veces para que quien no lo deje, aquellos cagones que quieren que todo “salga bien” en el programa y que lo que están es pendientes de cerrarles el paso a cuanto pueblo lleno de problemas y dolor quiere sólo llegarle a su Comandante, sepan que están jugando para el equipo contrario. Allí es donde se rompe la prisión que nuestro mismo comandante maldecía cuando hablaba de la prisión a la que lo sentencia su seguridad personal y no le permite llegar al pueblo, si él no puede, que nadie le impida al pueblo llegar a su comandante!
Otro aplauso por lo de la Avenida Sucre comandante, las tapas redondas que dejan hasta diez centímetros por debajo del nivel de la avenida recién asfaltada y que joden a tantos choferes, las reparaciones interminables en las aceras y la falta de sentido común en los horarios en que se deben realizar estos trabajos.
Aquí estaré, mientras pueda, mientras dure, pueblo mío y mi presidente, repitiendo cada lunes mi Aló parapeos, en lenguaje de todos, aunque me cueste lo que me cueste, recordándole al pueblo y a los “servidores de pueblo” que se creen algo más que eso tan sólo por ser “funcionarios”, para que no se olviden sus regaños, aquí se los escribiré a ellos y al soberano, aportando mi granito de arena, repitiendo todo lo que yo vea que usted reclama Comandante.
Patria, Socialismo o muerte: VENCEREMOS!
brachoraul@gmail.com
