El problema no es la tan esperada devaluación, que era necesaria por el sangramiento de divisas “baratas” que financian gobiernos derechistas enemigos de la revolución como el de Colombia y Panamá. Ese no es el problema. El problema, es quien regula, quien controla, quien castiga, quien carajo va hacer algo con ese “parranda” de hambreadores y especuladores que desde el mismo dia viernes 8 de enero cerraron para meterle el 4,30 parejo a lo nacional e importado, a la caña escocesa y la comida criolla, con desparpajo, sin INDEPABIS, y culpando no al gobierno, sino a Chávez.
Ayer fui a comprar la necesaria despensa de mi familia tanto en una jornada de MERCAL, como en el “supermercado” o bodega grande que tenemos en Santa Bárbara. En el MERCAL, te vendían de manera obligante “combos” con productos subsidiados y otros con precios liberados, para poder acceder a un pollito. Pero si comprabas un añejo “panetton” que “sobrevivió” fin de año, si te podían dar dos gélidas y momificadas aves en cuestión. Es decir, nuestro MERCAL es un gancho para meternos en las bolsas alimentos que no son de MERCAL y para vernos cara de bolsas. Y como yo no me voy en blanco, reclamé y…bueno, por lo menos reclamé.
La otra aventura fue ir al “super”. Coño, que odisea. Y empiezas a meter en el “carrito” lo necesario y algunos “gusticos” que uno se puede dar. Al llegar a pagar, sorpresa los precios de etiqueta, no correspondían a los artículos y víveres que requería. Y por su puesto reclamé, y…bueno reclamé. La respuesta de uno de los “encargados” como explicación a todos los que estábamos comprando era “…verga Chávez subió el dólar y empezó a subir la inflación, así que todo va pa´rriba” El economista en ciernes captó la atención del soberano presente, hasta que le quite un poco de su público, explicándole a él y los asistentes que esta medida era para proteger nuestra economía productiva y no para especular, como ellos lo hacían. Al final quedo hasta ahí el asunto, salí con mis bolsas, con cara de bolsa.
Ahora bien, la devaluación entre otras cosas es estimulo a la producción nacional y la reactivación económica. Pero, ¿Existen realmente las empresas, los empresarios y funcionarios del estado fiscalizadores, para que esto se dé? ¿Cuántos créditos otorgados por el Gobierno Bolivariano, han reactivado o activado las empresas de producción social y los denominados Esquemas Asociativos Solidarios? ¿Cuánto es la producción nacional en rubros alimentarios, en metalmecánica? ¿Dónde están las fábricas de fábricas? ¿Cuántas hectáreas de las tierras “rescatadas” por el INTI y a las cuales se le dio crédito, están en plena producción y si hay plantas agroindustriales para la transformación? ¿Dónde están las agrotiendas que abarataban los insumos en los costos de producción? Todo esto es dinero, que muchas veces por falta de controles, fiscalización, seguimiento y hasta “amiguismo” se ha dilapidado. Ese, más que dinero improductivo, es deuda que todos pagamos y que son parte de las causas de estas medidas.
Ya la devaluación de nuestra moneda se veía venir, había gente “dateada” sobre esto. Y esperamos que sea la vocería revolucionaria la que lleve el mensaje al soberano de las bondades y/o los sacrificios a los que nos exponemos al aplicarse estas medidas y que no sea la canalla mediática.. Por eso camarada Comandante Chávez, no todos los que moramos en nuestra patria somos de la oligarquía o de la burguesía despilfarradora y consumista, somos clase trabajadora y muchos activos participantes del proceso revolucionario. Ojala que después de esto, el dólar deje de ser nuestro rasero y salgamos fortalecidos. Pero, con toda mi alma, como quisiera que los dolaritos de 2,60, no se vendan a dolarotes a 4,30 o se utilicen para comprar no solo “lujitos”, sino conciencia. Nuestra revolución este año, se somete a prueba de fuego, o nos quemamos o nos templamos como el acero.
(*)Ing°
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