Pudiéramos, pues, estar en presencia de una atípica modalidad socialista de dumping, por aquello de la competencia entre capitalistas. Como sabemos, ellos y ellas sí se pisan la manguera, salvo cuando respectivamente les toca enfrentar a los indefensos e indefensas asalariados y asalariadas (sic).
Los empresarios y empresarias viven dentro de una burbuja o ring de boxeo a ver quién resiste más golpes económicos y sale triunfador o triunfadora y dueño o dueña del mercado y de su correspondiente clientela de pendejos y pendejas (sic).
Es un hecho que no puede seguirse ocultando sin pecar de demagogia que la burocracia de Cadivi hoy, y la de ayer Recadi, son tremendos incompetentes para cubrir oportunamente las exigencias de la demanda de dólares, con lo cual ésta termina provocando subas en su precio. Se trata de una inviolable ley de mercado.
Bien, esa gran suba de precio del dólar “negro” (llegó a multiplicarse por 3 y más) la estuvo desaprovechando el propio Fisco Nacional porque el gobierno estuvo disponiendo de cuantiosos recursos paralelos del criminal IVA e ingreso petrolero. De allí que los viavianes y vivianas de siempre hicieron su agosto con semejante incompetencia (sic).
Hemos repetido que mal puede un Estado contar con gente técnicamente capaz cuando sus gobernantes anteponen el servilismo, el adulantismo, el disciplinismo y el silencio cómplice por encima de dicha capacidad.
Ahora el gobierno ha decidido compartir las ganancias de los capitalistas traficantes de un mercado cambiario cuya existencia el propio Estado y Cadivi, ya lo dijimos, han procreado por su incapacidad para atender oportunamente a todos los compradores y compradoras de dólares (sic).
Como quiera que la razón de ser de Cadivi es evitar la mal llamada fuga de divisas, optó por asociarse a esos mercaderes por aquella conseja militar, según la cual débese tener cerca al enemigo para poder controlarlo mejor.
Lo que no seguimos entendiendo es cómo puede hablarse de fuga de dólares, de protección a producción nacional y mil trilladas excusas en un país burgués por excelencia poblado de empresarios y asaltantes del Fisco Nacional al que poco o nada le importa hacia dónde vamos sino cuánto se gana, cómo puede robarse, cómo se roba, se corruptea, se consigue, se ñemea, se consigue un buen crédito en el gobierno para no pagarlo, se pide o sencillamente cómo se sobrevive entre delincuentes llamados empresarios y políticos burgueses, CON las raras excepciones del caso.
Venezuela tiene ahora cuenta con cuatro (4) mercados: 1) el de los pendejos que ni saben de qué color es el billete del norte, 2) el de los pendejos medianos o escuálidos, 3) el de los “plusescuálidos” o los burgueses de alto giro, y 4) el flamante mercado de los socialistas aburguesados que saben muy bien cómo participar en el tercer mercado mediante el dumping al cobrar BsF 4,30 por algo que sólo valía BsF 2,15. Obsérvese que hemos tachado la sigla del bolívar porque ya dejó de ser fuerte.