LA POSICIÓN DE UN GENERAL PATRIOTA,
¡Oh asombro, oh incredulidad, horror, imposible de creer!, fueron expresiones de algunos periodistas que mientras entrevistaban al General Eusebio Aguero Jefe de la Guarnición del Táchira, sobre las razones por las cuales no está participando el ejército y la Guardia nacional en la seguridad de la feria, pudieron captar que en al galería de fotos había tres con un velo negro y la palabra “traidor” que las cubría. Eran las fotos de los generales: Gonzalo García Ordóñez, 1999-2000; José Félix Ruiz Guzmán; febrero a agosto del 2000 y Luis Eduardo Intriago Tineo, agosto 2001 a abril 2002, todos ellos activos participantes en la conspiración y el golpe.
No se atrevieron a preguntar sobre el tema, pero eso si se cuidaron de reseñarlo como algo insólito, que yo justifico plenamente; traidor es traidor y el general patriota, está en su derecho de pensarlo, decirlo y expresarlo como mejor le parezca, haciendo uso de su libertad de expresión. ¿Es que acaso los golpistas entre los cuales se destacaron estos tres militares que deshonraron su uniforme, no desaparecieron nada menos que la foto de Libertador Simón Bolívar de Miraflores cuando asumieron su efímero poder y pisotearon la constitución y la institucionalidad venezolana?.
Es pues lo menos que se merecen ya que ni siquiera pagaron por su traición y siguen tan campantes despotricando por los medios privados contra este proceso, que es el que el pueblo se dio y al que se deben los militares porque al hacerlo no hacen otra cosa que cumplir la voluntad del soberano.-
Por cierto que las razones por las cuales no ha participado en la llamada “seguridad ferial”, son más que valederas, el Gobernador tiene una numerosa policía que sumada al la de la Alcaldesa, bien pueden garantizar la seguridad, no hacerlo, es una demostración de incapacidad. Por otro lado la feria es un negocio redondo para la Alcaldía que bien puede autofinanciar la seguridad de los eventos a través de empresas privadas, pues el ejército no está para vigilar espectáculos sino para prestarles seguridad a los ciudadanos. Así que lo que hace el General no es otra cosa sino la de colocar las el asunto en su justo lugar y acabar con la guachafita de que el grupito que se beneficia económicamente de la feria utilice como en otros tiempos la fuerza armada, para asuntos no cónsonos con sus verdaderas funciones.
INCREIBLE PERO CIERTO
San Cristóbal, desde que el SENIAT entregó a las alcaldías el control de la licorerías se ha convertido a partir de los jueves por la noche de cada semana, en una enorme discoteca callejera en las afueras de dichos establecimientos, las plazas públicas en centros de todo tipos de desafueros que incluyen consumo de drogas y demás hechos que rayan con la moral y las buenas costumbres, los lunes amanecen los establecimientos comerciales adyacentes a las licorerías con sus frentes llenos de botellas vacías de cerveza y todo tipo de licores, colillas de cigarrillos, tapas, olor a orines, entre otras consecuencias, la contaminación sónica es una tortura para las familias que viven cerca de las licorerías, pues los clientes no contentos con los escándalos que arman, cuando ya están pasados de tragos, mantienen a todo volumen los equipos de sus carros, como en una especie de competencia a ver cuál suena mejor.
Cuando se trata de indagar la razón por la cual la autoridad municipal no hace nada para corregir esta irregularidad, hay quienes responden que las licorerías son intocables porque el gremio que las agrupa fue uno de los mejores financistas de la campaña de la alcaldesa.
Ante esto, que de ser cierto, es aberrante y deja al descubierto el nivel de corrupción existente, no queda sino esperar a ver si la autoridad nacional, de alguna forma, enfrenta el problema y mete en cintura a los infractores de la ley que pareciera se sientes guapos y apoyados.
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