En principio no deberían existir los llamados “saltadores de talanquera”, nombre que se ha dado en el argot político venezolano a los traidores, que nunca faltan, así como Cristo tuvo su “Judas”, Bolívar su Santander, su Páez y muchos otros y así a lo largo de la historia, no han faltado los tránsfugas que se aprovechan cual cualquier vulgar Ismael, Miquilena y su combo, o uno de los más conspicuos y cara dura el llamado “teochoro”, que hasta libros escribió sobre las bondades del socialismo, que hasta las armas tomó para luchar contra la derecha y ahora es uno de los más destacados seguidores de la ultraderecha, entre otros.
Pero como toda rendija tiene su cuña, lo propuesto por el Jefe de la Revolución sobre la posibilidad de legislar para que quienes hayan obtenido curules en las instituciones legislativas a costa de colocarse un disfraz de revolucionarios o de cualquier tendencia, pues aunque no es común, también es factible que suceda en la derecha, sea sancionado y en lo posible execrado de una representación que el pueblo le dio, específicamente para representar una tendencia ideológica por la cual votó, y no para que se plegara a los enemigos de sus aspiraciones y esperanzas.
En otros países existen leyes al respecto, sin ir muy lejos en Colombia se sanciona a quienes cambian de tienda política, aquí no sería la excepción y garantizaría que sujetos veletas, como los que cambian su compromiso por un espacio de televisión, por dinero o por prebendas, sean colocado en su sitio donde corresponde, de patitas en la calle y señalado cual adultero (a), para que el pueblo lo juzgue.-
SIN GÉNERO DE DUDAS
La demostración contundente, sin posibilidad de negar, que dio la juventud revolucionaria en el acto del Teresa Carreño, en la constitución de la Juventud Bicentenaria ESTUDIANTIL, y para que no quedara duda, en su mayoría dirigentes estudiantiles, es la mejor respuesta a aquellos que han pretendido vendernos la especie de que los grupúsculos, guarimberos, incendiarios, “hijitos de papi y mami”, “manitas blancas”, son los verdaderos representantes estudiantiles. Con el magnifico acto, con la demostración de que tenemos resuelto el problema generacional de relevo para el futuro, no solo de la revolución sino del país, quedó a la vista y oídos de todos la madera de nuestros jóvenes estudiantes de hoy, profesionales del mañana, cosa que la anarquizada juventud de la derecha, manejada cual marioneta por los enemigos de la Patria, no podrían mostrar, pues carecen nada menos y nada más que de una ideología que amalgama la real aspiración de los jóvenes y de un líder que es ejemplo de vida, de entrega y de pasión por el pueblo.-