UNA VERDAD GRANDE COMO UN TEMPLO
No se equivoca Iris cuando afirma que dentro de la Revolución aún quedan traidores. Es casi que vox populi, el hecho notorio de que en muchos organismos de gobierno, hay una especie de componenda, tendente a dejar muy mal parada la gestión oficial, es así como abundan las alcabalas para retardar injustificadamente cualquier trámite, un caso emblemático la matriculación de vehículos que se desarrolla en el Táchira, es deprimente lo que sucede; en muchos de los despachos el servicio telefónico a través del cual el público puede obtener información, no sirve para nada, pues, o siempre está ocupado, o quien contesta lo hace de mala gana y no ofrece ninguna respuesta; existen muchos pseudo revolucionarios que enchufados en cargos se mimetizan de tal manera que han logrado a once años del proceso acumular fortunas que no aguantan una investigación, son gente que viste franela roja pero por dentro les corre sangre escuálida y antirrevolucionaria.
Los infiltrados que han logrado penetrar a tal punto de detentar posiciones de importancia, se las ingenian para sabotear y no les sucede nada, por ejemplo nadie se explica cómo es que en las empresas llamadas de “propiedad social” como es el caso de Cementos Táchira, es una odisea para cualquier hijo de vecino adquirir aunque sea una paca de cemento a precio, que supuestamente debería ser mucho menor de los que existían, cuando esta empresa era capitalista hasta los tuétanos; el cambio no se ve y el cemento escasea y cuando se consigue raya los casi 40 Bs. f. por bulto.
Quienes logran esta especie de incongruencia dentro de la revolución traicionándola pero además lucrándose de manera irregular y delictiva, lamentablemente alcanzan sus objetivos que conllevan dañar la imagen del Presidente, pues es ya una especie de condición que al Comandante es a quien se le atribuye la culpa de todo lo que aquí sucede.
El PSUV, bien puede establecer una estrategia para detectar a esta especie de manzanas podridas, o entes parasitarios, para extirparlos de raíz, de esos hay que salir, y aquí viene la pregunta obligada: ¿Si salió un Ministro por demás eficiente y sin género de dudas leal a la revolución a quien le entregó tanto que la reacción general fue y sigue siendo de solidaridad absoluta, por qué razón quienes encima de no hacer nada por el bien del proceso, son prácticamente contactos de los enemigos, no son puestos en evidencia para sentar precedentes, que a la final sirvan para depurar lo que queremos pueda ser la garantía de una mejor calidad de vida para los venezolanos.-
NI QUE CHÁVEZ FUESE MANDRAKE PARA DESAPARECER LO QUE NO EXISTE
Da risa, cual resultado de un chiste de Joselo en su mejor época, lo que afirma uno de los diputados que llegó al Parlamento de la mano del Comandante y más temprano que tarde saltó la talanquera traicionando no a la Revolución sino al pueblo que votó por él, su apellido Molina ( gracias a Dios no es de los míos), quien dice que Chávez está empeñado en desaparecer a PODEMOS, la hilaridad que esta expresión provoca es porque algo que no existe no se puede desaparecer; cuando se fueron porque no les quedaba otro camino, el líder se lo advirtió “un volkswagen les iba a quedar grande” y así es, tuvieron que pasar a jugar un papel tan deprimente y rastrero como es convertirse en la voz de la contrarrevolución en la AN, dejándose manejar nada menos y nada más que por quienes los consideran una pieza en su ajedrez conspirativo y en sus planes golpistas, pero que les siguen teniendo una evidente desconfianza, porque traidor es traidor y su apellido es PODEMOS.-
NOTA: Cuando terminaba este artículo, recibí una llamada cuyo contenido no puedo dejar de compartir con mis lectores: era un amigo para decirme que en un módulo de Barrio Adentro, en el que se atienden pacientes con problemas oftalmológicos se encontró saliendo de allí con lentes nuevos nada menos y nada más que al padre de uno de los peores enemigos que aquí tiene el proceso, quien es el exdiputado Jhonson Delgado, Presidente de COPEI en el Táchira, de Gustavo Delgado diputado al Consejo Legislativo Regional, y de un próspero Comerciante de la Región. Esta es una muestra de que la Revolución no discrimina, que no se le pide carnet a nadie como sí sucedía en la IV, solo que esos lentes le hubiesen podido servir a un verdadero necesitado, sin unos hijos que todos sabemos tienen posibilidades más que sobradas para comprarle unos lentes a su progenitor.-
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