Al recordar los tiempos de niñez y adolescencia cómo olvidar esos primeros sueños que avivaron nuestra imaginación y nos convirtieron hoy en hombres y mujeres de espíritu guerrero. Algunos tarde o temprano se dieron cuenta de ello. Pero finalmente se dieron cuenta. No en balde éste es el eco de muchos corazones que recorren las calles de ciudades, pueblos, caseríos y poblados más remotos de la Venezuela del siglo XXI que palpitan al ritmo de las transformaciones sociales que tanto se dicen en la actualidad. Así pasaron, por nuestra mente, como la de cualquier infante, toda clase de imágenes dibujada y full color gracias a eventos cercanos que poco a poco fueron modelando nuestra identidad hasta hacernos creer ciegamente en un mejor futuro para todos.
Sí, en un mejor destino para todos!!! De ese modo nos hablaban en la escuela, en la Iglesia y hasta en el seno familiar como un principio no más. Y para ser auténticamente sinceros uno pensaba primero en ayudar a los más cercanos. De esa primera arrancada enérgica por el todos y para todos nos ubicamos en la familia.
Se pensaba en estudiar y trabajar para dar a los padres mejores condiciones de vida en que los sacrificios y sufrimientos por levantar a una familia quedaran atrás. En que los hermanos se levantaran como toda gran unidad, sin que unos fueran más que otros ni que ninguno se quedara abajo. En todo ello había algo de principio sobre la prevalescencia de esta actitud cuando el bisteck en la mesa no alcanzaba para todos o se esperaba en una cola del vecindario por regresar a casa con un tobo lleno de agua blanca.
El futuro para todos vendría nuevamente a la mente luego de superar esas primeras incomodidades nuestras, de las cuales no teníamos culpas, porque sencillamente no decidimos nacer en una familia de limpios. Ahora se trata de levantarnos con nuestras parejas. Claro, siempre y cuando escojamos bien. Me refiero al momento de unir vidas a un(a) universitario(a) la tarea de salir del montón de limpios es más fácil. Así que para que los hijos tengan esa educación de calidad, tal cual lo soñamos en la siestas después de llenarnos el estómago en los comedores universitarios, es preferible amarrarse a gente que no tenga que ver con la chusma, pues nuestros chamos deben ir a los mejores colegios cool; para cuando se tenga la oportunidad de colarse en un puesto dentro del gobierno, porque para eso es que uno se anota de simpatizante en un partido político, lo mando derechito al extranjero para incrementar las posibilidades de un mejor devenir para todos.
Luego el futuro para todos se dilata más y ahora es indispensable para los miembros del club, de una hermandad, de un clan o de una sociedad. Es decir, para los que forman parte de un grupo que se reúnen en familia con un propósito en común. Es allí donde claramente se sitúa el pensamiento pana bulda de Henri Falcón, que busca aprovechar entre los chavistas inseguros, enojados por la mala gerencia de un contrarrevolucionario, de los apostadores a un chavismo sin Chávez y también agarrar de la rebanadora oposicionista que no ve liderazgo serio por ninguna parte.
Este partido patria para todos acaba de ubicarse de lado a lo que es la lucha de clases. Hasta ahora es poco lo que se ha obtenido de ellos como alianza gubernamental dentro de un proceso que busca redimensionar la participación popular y no quedarse estacionado en el sancocho de unos cuantos, como hasta ahora lo han evidenciado. Para ellos las bases. Bien, gracias!!!
Nuevamente cuando se avecinan unas elecciones es que danzan como grillos de casas porque les han removido el cuadro de las comodidades y que en este caso una transnacional como la Polar les hacía puchero en determinada localidad, recordando los casos de Eduardo Manuit (del mismo clan), en Guárico; Luis Felipe Acosta Carlez, en Carabobo; Didalco Bolívar, en Aragua y tantos unos para todos y todos para uno que no es otra cosa que en favor de la oligarquía
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