La Paz, 13 Ago. ABN (Pablo Siris Seade, enviado especial).- La Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció este martes al referendo revocatorio del pasado domingo en Bolivia, como un proceso con “niveles superiores de desempeño” en la región latinoamericana y negó que se hayan dado irregularidades en el voto secreto y restricciones en el sufragio.
El jefe de la Misión de la OEA, Eduardo Stein, explicó que el 32 por ciento de las mesas de sufragio observadas (125 mesas observadas), hubo votantes que pese a estar registrados en el Padrón Electoral no pudieron votar, por una serie de circunstancia o porque no tenían el documento correcto con el que se registraron o llegaron tarde a las mesas de votación.
“Pero no quiere decir, como en algún medio que alcanzamos a leer que el 32 por ciento de los votantes no pudieron votar, sino que es en el 32 por ciento de las mesas observadas hubo algún votante que estando en el padrón no pudo votar por algún problema”, afirmó Stein.
El periódico La Razón este martes publicó que “la OEA detectó irregularidades el día de la votación”, que “en el 32 % de las mesas hubo casos de restricción al voto”, y que en “el 9 % el sufragio no pudo ser secreto”.
“Cuando nosotros decimos que en el 91 por ciento de las mesas observadas se garantizó el voto secreto, quiere decir que en el otro 9 por ciento, hubo situaciones donde el voto no fue secreto porque de pronto el recinto no daba las condiciones de absoluta secretividad”, explicó Stein.
“El voto se decide colectivamente, la comunidad se reúne, delibera y acuerda cómo va a votar la comunidad”, dijo el jefe de la Misión, quien consideró que esas prácticas son normales en las culturas indígenas, donde las comunidades toman sus decisiones por consenso.
“Nosotros hemos encontrado en estos y otros índices porcentuales de la muestra que en general la integridad del proceso electoral boliviano, del domingo 10 de agosto, está en los niveles superiores de desempeño de las elecciones en América Latina”.
En algunos países la “secretividad” del voto apenas llega al 70 por ciento y esto no invalida el proceso electoral a pesar de que es un derecho ciudadano, afirmó Stein.
Destaco, que “ha sido un proceso con estándares muy elevados, con menores dificultades de los dos procesos anteriores bolivianos”.
Sin embargo, aclaró que ningún proceso es 100 por ciento a prueba de todo: “Todos los procesos electorales en América Latina, son mejorables, perfectibles y son sujetos de ir dando mayor confianza institucional a la ciudadanía”.
