Nueva Orleáns- El hallazgo de más de 30 cadáveres en un asilo de ancianos en un suburbio de la devastada Nueva Orleáns es un presagio de lo que está por venir, a medida que sigue la evacuación y descienden las aguas contaminadas que inundan la ciudad tras el paso del huracán Katrina.
Manifestantes norteamericanos continúan sus demostraciones de protesta —esta frente a la Casa Blanca— por la demora en la ayuda a las víctimas del huracán Katrina.
Al menos 32 personas que estaban en el asilo de ancianos del suburbio de St. Bernard murieron el 29 de agosto, cuando Katrina azotó la costa estadounidense sobre el Golfo de México, informó The New York Times.
El comisario de St. Bernard, Jack Stevens, dijo a las agencias de noticias que los cadáveres fueron hallados el miércoles, y añadió que entre 40 y 50 personas fueron rescatadas con vida del edificio.
Cuando aun las autoridades no han dado una cifra final de fallecidos y se estima que como mínimo pueden ser 10 000 los muertos, funcionarios anunciaron que 25 000 bolsas para cadáveres fueron enviadas a la zona de desastre.
Mientras tanto, soldados y policías autorizados a utilizar la fuerza con los residentes de Nueva Orleáns que se resisten a abandonar la ciudad tienen la misión de evacuar a entre 10 000 y 15 000 personas que aún permanecen allí, mientras el Gobierno de Estados Unidos enfrenta abiertas críticas por el mal manejo de la crisis.
Un agencia noticiosa señaló que 10 días después de la tragedia cientos de cuerpos están siendo recuperados de las calles y casas atrapadas por la inundación, mientras se intensifica una operación masiva para bombear las aguas putrefactas de Nueva Orleáns, que podría durar tres meses.