Caracas, 11 de abril de 2007 / El Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, señaló durante su intervención en el acto “Canto y Oración por la Vida”, que se realizó en homenaje a los caídos del 11 de abril de 2002, que “los mártires viven y deben vivir con nosotros siempre, porque son combustible para la batalla y la victoria irrenunciable”.
Manifestó el Presidente Chávez que no vino a Puente Llaguno a dar un discurso, sino más bien, a unirse a la oración por los mártires. “Con la oración a la que me sumo quiero públicamente decirlo una vez más: estos mártires andan aquí, deben andar aquí siempre, y por ellos, y su sacrificio, estamos obligados a batallar sin descanso y a triunfar”.
Recordó el Jefe de Estado que más allá del 11 de abril de 2002 carga en vida a un grupo grande de mártires que dejaron su vida en la búsqueda y construcción del camino de la Revolución.
Agregó que el 11 de abril de 2002 es consecuencia del 4 de febrero de 1989, porque sin aquellos mártires y esfuerzos, no hubiera sido posible el 6 de diciembre de 1998, el 2 de febrero del 99, y el proceso que se inició y nos trajo hasta el 11 de abril de 2002.
Aseguró el Presidente Chávez que “el 11 de abril de hace 5 años el muerto tenía nombre, y ese muerto era yo, la jauría venía por mí, y allí estaba yo sin ningún tipo de poder para defender al pueblo que estaba en las calles y se vino sin armas poniendo su pecho valiente para defender al muerto que tenía nombre: Hugo Chávez Frías”.
Al finalizar su intervención el Primer Mandatario juró ante Dios y el pueblo venezolano: “todo lo que me quede de vida no me pertenece, les pertenece a ustedes y esta es la vida de los mártires que han dado su vida por la felicidad del pueblo".