¡No queremos jueces corruptos!

¡Qué tal, camaradas! Siguen pasando los acontecimientos y mientras el presidente Chávez está pensando y actuando en grande, la mayoría de los gobernadores y alcaldes ni siquiera resuelven pendejadas.

“Estamos obligados a ganar la guerra mediática, porque por ahí se nos está yendo la Revolución”

Bien. Desarrollar el tema de la justicia, tal vez de los más delicados, es sumamente complejo. Acá y en la China. Nada más y nada menos porque está en juego eso: la Justicia. Y miren que es lo que más nos preocupa.  

¿Quién tiene la razón en cualquier discusión por tonta que sea? ¿Crees tenerla, camarada? ¿La tenemos? ¿Nos molesta, o arrecha, perderla? Si en un juego hay una falta ¿quién la resuelve? ¿Fue correcta? ¿Fue acertada?  

Siempre será necesaria la presencia de, por lo menos, un tercero que dirima cualquier diferencia.

Es por ello que la idoneidad de los jueces debe ser a toda prueba.

Un juicio callejero trae pequeñas molestias. Algunos conllevan consecuencias que pueden llegar hasta quitarle la vida a alguien.  

En la época de la IV recuerdo que una persona con cierta prepotencia manifestaba que acá en Anzoátegui si alguien se metía con él y surgía un juicio de “tal tipo” él lo ganaría porque su esposa era jueza, y la mayoría de los magistrados eran sus amigos.

Por ello se puede suponer que ese ventajismo se extiende a casi todos los familiares y amigos de muchos jueces. ¿O no?

Y nada que ver conque se eximan de un juicio.

Lo que podemos pedir es que nunca nos toque un juicio con esa desventaja.  

Considero, repito, sumamente compleja esta situación de buscar la justicia, o lo más próximo a ella. A veces está en juego nuestra credibilidad, nuestra verdad. O un tiempo de vida, o un dinero.

Y qué gran rabia sentimos cuando teniendo la verdad (o creyendo tener) –y cuando somos bien sensatos– y la razón se la dan a otro.  

Y sabemos por todas esas variables que explota nuestra sociedad política que siempre ha sido traumática la selección de los jueces. Los de oposición no quieren abogados seleccionados por los chavistas ni nosotros los seleccionados por la oposición, así de simple.

Introduzco acá  una anécdota: en una oportunidad me encontré con un abogado que dijo estaba por contactarme ya que se quería postular para la Corte Suprema y necesitaba firmas de apoyo. No entiendo cómo es eso. De paso son 12 años con altísimos sueldos y prerrogativas. Y bastante trabajo.

¿Será suficiente poseer buenas credenciales? ¿Credenciales en qué? ¿Buenas notas, experiencia en juicios? ¿Cómo defensor o cómo acusador? ¿Han sido ponderados sus comportamientos familiares, como vecinos, como compañeros de trabajo, como ciudadanos?

¿Cuáles son los requisitos? ¿Tendrán que presentar una “fianza de fiel cumplimiento de justicia” que avale sus equivocaciones, sus errores, que deberán pagar con sus propios bienes?

Según hemos escuchado, y lo suponemos, que muchos jueces y juezas en cierta manera están contaminados de sociedad. Digo de sociedad porque la mayoría de los abogados(as) que llegan a esas posiciones son invitados(as) a reuniones de todo tipo y algunos(as) beben la caña pareja. Eso es una debilidad. Como también lo es que le encanten las mujeres o los hombres, claro en caso de las juezas. O los billetes, el lujo, la buena vida.

Debilidades que sabemos lo que pueden acarrear.

Para su selección, estimo que deben realizarles una policíaca investigación a sus credenciales, a sus curricula, verificar cada uno de los datos, sus experiencias. Sus fallas, sus tachas, etc.

Practicarles unos bien definidos estudios psicológicos y por varios psicólogos que no estén vinculados entre sí ni con el pre-juez. Estos estudios determinan las tendencias a todo…

En cualquier caso, una vez actuando, los juicios no deben ser atendidos por un solo juez. Puede equivocarse, puede ser influenciado, puede ser comprado, puede ser amenazado.  

Por lo menos tres (3) por caso. Con jurado, con una selección que no los comprometa. Jurados sin rostro. Así como que los jueces también debieran ser sin rostros.  

Todo aquél que está sometido a una presión que incluya que va a perder algo, que le van a quitar todo, que lo van a encarcelar, etcétera, recurre a cualquier método o mecanismo para evitarlo. Y si le ocurre, busca la venganza.  

Ni se diga a los que pertenecen a todos los tipos de mafia que existen. “yo sé dónde estudian tus hijos, quién los cuida, quiénes los saca a pasear, etc.”

También, buscando la mayor transparencia –que es un juicio justo–, y partiendo de que hay un cierto trajincito en eso de decirle a la secretaria pana: “búscame el expediente tal” y tomar y escribir notas, en fin tratar de que sea lo más sano posible, considero que los juicios deberían salir por páginas web, debidamente controladas, que permitan a cualquiera, en especial a los interesados, el seguir su progreso paso a paso.  

Y habría que estudiar de verdad verdad hasta dónde se puede aplicar el famoso y enrollado secreto sumarial.

Hace alguno años propuse que no debían estar trasladando a los sindicados de delitos a los tribunales, sino que los tribunales vayan a los centros de reclusión.  

Y de ser posible transmitir  juicios por radio y por TV.

Los beneficios de los magistrados acordes con su posibilidad de ser comprados. Aunque después de cada juicio deberían ser sometidos a detectores de mentiras.

Y no soy exagerado, pero nada más urgente que la verdad.

Muchos de los bienes recuperados del narcotráfico, o de cualquier tipo de gran ilegalidad, hablo de aviones, yates, autos de lujo, mansiones, etc., estarán a la disposición de los jueces con lo que evitarán las tentaciones que les puedan ofrecer. Igual la facilidad de realizar viajes. Y siempre controlados por una especie de polijurídica. Una policía secreta que casi no se conozcan entre ellos mismos.

Bueno, con relación a presentarles mujeres no sé que decir. O en el caso de juezas con los colirios, como los llaman. Ni hablar de algunos(as) de los(as) que tengan tendencias homosexuales ya que se dice que aman intensamente y son capaces de todo por su pareja.   

Definir una política de ascensos. También que para ser jueces no hayan participado o pertenecido a ningún bufete múltiple, porque he conocido a abogados que han abandonado sus bufetes por haber sido nombrados jueces.  

¿Qué tiene de malo? Nada más que sus compañeros de bufete pasan a ser los panas del juez y de sus juicios.

Lo ideal, que sería para una larga discusión, es que cuando están estudiando derecho a mitad de carrera se incline por la especialidad de jueces y desde ahí comienza su evaluación permanente en el comportamiento en general. Y las evaluaciones psicológicas, que de paso, habría que repetírselas cada año a los jueces activos  

Se requieren personas decentes, confiables, sanas, justas.

¡Patria, con justicia verdadera, venceremos!

No olviden que nos están ganando la guerra mediática y a estas alturas nuestra Asamblea no ha podido echarles un parao… aunque sea democrático.

edopasev@hotmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2944 veces.



Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

Visite el perfil de Eduardo Palacios Sevillano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Eduardo Palacios Sevillano

Eduardo Palacios Sevillano

Más artículos de este autor


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Actualidad


Revise artículos similares en la sección:
Anticorrupción y Contraloría Social