Como ciudadana de la Parroquia de San José del Municipio Bolivariano Libertador del Distrito Federal me siento en estado de vulnerabilidad, es decir, en la discapacidad de hacer frente a un problema que nos afecta a muchos, y las herramientas para su resolución depende del debate crítico y propositivo entre Estado y Comunidad, el cual está ausente. Ni la comunidad se ha organizado ni las Instituciones Públicas y Privadas, así como los funcionarios o ciudadanos allí involucrados directamente, no asumen su rol de ciudadanía de alto nivel decisorio.
Ya comprendo aquella expresión del programa humorístico mexicano “Chapulín Colorado” cuando la gente ante situaciones límites se preguntaba: Y Ahora, ¿quién podrá salvarnos? Será que siempre el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías tiene que salir para recordar a los funcionarios sus responsabilidades? Desde los ministros, los alcaldes, los diputados, los militares, la iglesia, los consejos comunales y otros, han recibido del Presidente exhortos para que actúen conforme a la ley y desde un sentido de identidad y de pertenencia por el país de todos.
Se trata del proyecto BusCaracas construyéndose actualmente la primera ruta que va desde la avenida de las Fuerzas Armadas Norte hasta el Terminal La Bandera, donde a mi entender no participó la comunidad ni fue consultada previamente y por otro lado un grupo de funcionarios públicos de confianza consideraron esta como una “solución vial”. Pero que para este momento parece que privaron más los intereses de grupos que la claridad de sus intenciones. Un caso de arbitrariedad ejercida por Instituciones Públicas y a las empresas privadas que les fueron aprobadas sus licitaciones y contratadas para este fin.
Desde una visión objetiva-subjetiva voy a relatar lo que podía ser una reconstrucción de hechos. Pero antes de esto, presento algunas interrogantes surgidas de diversos actores sociopolíticos. ¿Falto la planificación? (http://www.aporrea.org/ideologia/a90652.html) ¿No se calcularon bien los recursos financieros para la obra o se robaron los reales? (http://www.aporrea.org/actualidad/n122598.html) ¿Fueron licitaciones al dedo y a gente competente? ´¿Quién da la buena pro a los contratistas? (Vialpa y Pilperca) (http://es.wikipedia.org/wiki/BusCaracas) ¿Dónde está la Contraloría General de la Republica en su función de control previo? ¿Dónde está la asunción de las responsabilidades de las Instituciones públicas y privadas, en la que intervienen ciudadanos con deberes y responsabilidades? ¿Qué grado de conocimiento demuestra los ingenieros y los funcionarios públicos que dan inicio a la obra en época de lluvia pero que en época de sequía la paralizan? ¿Dónde está la planificación de los ingenieros que no cumplieron con los plazos establecidos? ¿Por qué se acabo los reales y se ha tenido que reformular dos veces e inyectar más dinero a la obra de nunca acabar? (http://www.aporrea.org/actualidad/n145391.html) ¿Por qué se han cambiado los responsables, al principio la Alcaldía de Caracas en tiempo de Freddy Bernal y luego el Ministerio para las Obras Públicas y Vivienda (MOPVI) con Diosdado Cabello y luego se traspasa a Fontur? (http://www.aporrea.org/actualidad/n150726.html), ¿podría tratarse de una la estafa lo de BusCaracas? (http://www.notiplaneta.com/noticias/la-estafa-del-buscaracas).
Muchas manos ponen el sancocho morao, reza el refrán popular y es imposible hacer contraloría a tanta gente pues a última hora, todos se van a echar la culpa y ninguno va a asumir su propia responsabilidad ¿Quién está invisible en todo esto? Como pueden observar muchas preguntas dimanan de la fuente de mis dudas e incertidumbres, producto del diario vivir en la comunidad y escuchando a la gente que observa y habla. La realidad nos hace suspicaces.
Como ciudadana de mi comunidad que me mantengo informada de lo que pasa en ella, (http://www.aporrea.org/ddhh/a99291.html) reconozco que al principio de la puesta en marcha de la construcción hubo un movimiento de Josefinos (habitantes de San José), de un grupo de obreros e ingenieros con sus maquinas, de los buhoneros del lugar y de choferes de los “carritos de San José”. (http://www.aporrea.org/actualidad/n111732.html). Con esta movilización me doy por enterada de un tal proyecto BusCaracas. (Septiembre 2007). Inmediatamente busque en los medios virtuales y encontré una información sobre las bondades de este sistema vial para solucionar el caos de las colas y del tránsito del norte al sur.
Esta información me llevo a entender lo avanzado que estaba el proyecto, se daba inicio a las primeras acciones, (http://www.aporrea.org/actualidad/n117022.html) donde los contratistas cerraron dos vías de cuatro de la avenida y comenzaron a romper el asfalto y el cemento. Y posteriormente las aceras. Me informe que en mi comunidad dos grupos de interés tenían de hecho, conocimiento del Proyecto BusCaracas, desde meses anteriores, pero grupos que no son la representación significativa de la comunidad, como son el Comité Cultural Conservacionista y de Defensa de la Parroquia de San José y los choferes de la línea de privado de San José-El Valle.
Estos dos grupos se opusieron a esta solución vial pues perjudicaban sus intereses legítimos o no, pero de grupos: por parte del Comité Cultural abogaba por la no destrucción del “Mercado de las Flores” como Patrimonio cultural y los choferes de carritos de San Luis-El Valle se defendían como trabajadores y que esta obra le iba a quitar su derecho al trabajo. (http://www.aporrea.org/actualidad/n111732.html). A los primeros ya les dijeron que no van a tocar el “mercado de las Flores” que de mercado de las flores provenientes de Galipán como lo recuerda la tradición deja mucho que desear. Vale preguntarse: ¿Qué hace allí una concesionaria de carros Toyota? Y a los Choferes les prometieron pagarle una indemnización a 450 transportistas que no podrán circular más, tras la construcción del BusCaracas (http://www.aporrea.org/actualidad/n122249.html). Lo que he observado últimamente es que ahora ha aumentado las unidades y por supuesto, los choferes de estos servicios de transporte ¿Será que se han agregado más para recibir la tal indemnización? Estos grupos acordaron conforme a la nota informativa (http://www.aporrea.org/actualidad/n122249.html) que quienes salgan le tienen que dar tres millones anuales por 25 años. La justificación es porque era el monto que se le diera a todo aquel que saliera del Servicio de Transporte privado. ¿Será verdad que todo chofer recibía esta indemnización o era sencillamente un pago por el derecho a pertenecer a la línea de transporte? ¿Eso lo debe pagar el Estado?
Una solución no puede convertirse en un problema
Al principio debido a la resistencia de estos grupos, se tomó medidas de la presencia de fiscales de transito para no afectar el “libre tránsito de los que no estábamos implicados en el asunto” y que aliviara el impacto que significa ocupar dos vías de cuatro canales. (http://www.aporrea.org/actualidad/n170638.html) Pero de un día para otro desaparecieron los fiscales de transito. Imagínense el zaperoco, las motos por las aceras, los buhoneros ocupando la vía de los peatones, los peatones caminando por donde vienen los carros y los autobuses y carros de pasajeros recogiendo gente por cualquier parte, menos las que le corresponden. Pero como se trata de ser optimista y trascender estos hechos. Esto hizo que en las colas la gente tuviera tiempo para mirar con detenimiento lo que se está haciendo y se quejaran a viva voz mientras se trasladaban al lugar de trabajo o de retorno s sus casas. A continuación pongo a la disposición de los lectores expresiones que escuche y paralelamente algunas las apoyare con notas informativas que oportunamente encontré en Aporrea y otros medios de la web. No toda la comunidad cuenta con estas fuentes informativas.
¡Otra vez la bendita cola! “Miren como están robando”, “parece que pronto van a dar inicio porque llegó los reales (http://www.aporrea.org/actualidad/n117022.html) ¡ya Chávez volvió a inyectarle dinero a esa cosa!, Chávez ayer regaño a Diosdado y el ministro le confirmó al presidente que en marzo de 2010 esta obra estaría concluida, (http://www.aporrea.org/actualidad/n116725.html) ¿Cuándo se acabara todo esto?, “todos los días un árbol menos” (como ustedes saben la Avenida Fuerzas Armadas norte, gozaba de bellos árboles, esta obra ha tumbado más de 10 árboles grandes y frondosos), “un día construyen una cosa y la semana siguiente la tumban para ponerle el tubo que falto”, Esto es un desastre (http://www.aporrea.org/ideologia/a88862.html) “miren como se está ya deteriorando el trabajo realizado” (ningún trabajo elaborado por las diversa contratistas son iguales por forma o calidad, cada uno lo hace a su manera, les animo a acercarse y ver como ya está dañado el concreto) Me pregunto al margen de todo esto ¿quien dirige y supervisa esta obra, hay algún funcionario del gobierno que le duela esto y que le interese terminar esta obra? ¿Qué personas están en estos cargos de confianza, son acaso personas idóneas, de competencia en su área de trabajo y de ética comprobada?
Debo reconocer como conciudadana de esta parroquia tradicional del centro de Caracas que la cita evangélica que dice “Los ciegos ven y los sordos oyen” se ha hecho realidad en mi parroquia, sólo que las instituciones aún nos creen ciegos y mudos. Las Instituciones públicas, no están preparadas para escuchar las observaciones del pueblo. Como vieron en la Parroquia de San José la gente ve y habla. Y como ciudadana y comunicadora, más que contralora, como derecho constitucional (CRBV-1999, LOAP-2008, PLCS-2010) quiero no solo ser portadora de todas estas críticas constructivas que hace nuestro pueblo en la calle sino que quiero respuestas en este sentido. Me pregunto ¿si alguien del Gobierno comunal (18 Consejos comunales de la zona), del Gobierno Municipal (Alcaldía de Caracas), del Gobierno Nacional (Ministerio para las Obras Públicas y Vivienda, Fondur, Ministerio de Transporte y Comunicaciones), de la empresas contratistas (Ingenieros y obreros) está registrando las observaciones de un pueblo que siempre ha visto pero que a ninguno le interesa su observación? ¿Si alguien está escuchando al pueblo que siempre ha hablado pero que a nadie le interesa escuchar?
Octubre 2007, 2008, 2009 y ahora a finales del 2010, mas de tres años esperando que las cosas sigan su curso normal, pero se ha convertido en la historia sin fin, de nunca acabar. Etapa que va del agotamiento de la paciencia a la vergüenza, la incredulidad y un «dejar hacer, dejar pasar» (http://www.aporrea.org/internacionales/a90035.html). Esta semana se nos acaba de informar que a partir del segundo semestre del 2011 será el plazo para dar fin a la obra (tercero anunciado) conforme a las últimas declaraciones del ministro de Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés. (http://www.aporrea.org/actualidad/n169314.html).
Como militante del Proceso Bolivariano de Venezuela, no me queda más que acudir a esta vía para expresar mi indignación como ser humana, ciudadana y profesional de la comunicación social y gracias a los aprendizajes adquiridos como profesora de la Universidad Bolivariana, comunicadora popular. Y agradezco a Aporrea por ser un espacio de debate de lo público y siempre abierta a la crítica constructiva de quienes escriben. Aunado a esto tenemos las firmes declaraciones de nuestro Presidente Hugo Chávez, que en las últimas semanas les recordó al Sistema Nacional de Medios Públicos que cumplan con su deber de informar y comunicar lo que le pasa a la gente en su realidad y frente a la acción estadal y/o gubernamental, evitando así maquillar las noticias. (http://www.aporrea.org/ideologia/n171227.html), pues no podemos permitir que la crítica destructiva de los medios opositores sirva para favorecer una imagen de que estos están a favor de los “excluidos por la revolución bolivariana”.
Además en el marco de la futura aprobación de la Ley Orgánica de Contraloría Social hago este ejercicio de contralora “individual” con las miradas y voces de la gente de la calle y del medio virtual, pues así somos los comunicadores comprometidos con la realidad, con nuestro pueblo y con el pueblo. Les aseguro que no habrá perdida ni desorientación cuando se escucha la gente y se toma en cuenta sus observaciones generalmente muy concretas pero también con un dejo de fatalidad y pérdida de fe. (http://www.aporrea.org/ideologia/a110265.html).
Por eso para finalizar, comparto con ustedes mis aprendizajes significativos en este ejercicio de contraloría social desde lo individual establecido en el artículo 2 del Proyecto de Ley Orgánica de Contraloría Social y en el artículo 135 de la Ley Orgánica de Administración Pública que en miras de promover la participación ciudadana en la gestión pública se pueden presentar propuestas y formular opiniones sobre la gestión de los órganos y entes de la Administración Pública.
Entre los aprendizajes obtenidos puedo expresar que en primer lugar, problematizar desde una realidad específica como es el “Caso BusCaracas en la Avenida Fuerzas Armadas”, se requiere información exhaustiva y seguimiento permanente del caso, donde la escucha de las observaciones del pueblo son herramientas de incalculable valor humano y legitimadas por la realidad. Reconozco que este ejercicio quedo fuera lo referido a BusCaracas en la Avenida Granada hasta el terminal La Bandera.
En segundo lugar, para opinar (Doxa) con conocimiento (Logos) sobre algo que afecta a un colectivo es importante el uso de un método para aproximarnos al problema desde su complejidad e incertidumbre (Edgar Morín).
En tercer lugar, entrar en una acción dialógica con el Estado es verse enfrentada a muchos puntos ciegos, a dudas, a suspicacias pero todas ellas han servido para seguir hurgando en esa realidad. Si queremos verdaderamente que las instituciones públicas respondan efectiva y eficientemente al pueblo, esto será posible en la medida que se escuche los reclamos de un pueblo que observa y es afectado por las decisiones de unos pocos o grupos de intereses. Por eso espero una respuesta y que no me pase lo de Juan el Bautista que clamó en el desierto de sordos y ciegos de su época, y más bien recibió su rechazo y oposición. Pues lo trataron como un enemigo.
Y en cuarto y último lugar visualizar desde una reflexión-acción ¿Qué saldo de capacidad de movilización, de participación y organizativo tenemos como comunidad o como individuos para hacer frente a la Contraloría Social, como derecho constitucional? No basta tener un pueblo que observa y critica si hay funcionarios públicos que son sordos y ciegos a la voz y realidad del pueblo.
(*)Profesora de la UBV
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