Unos por las escaleras y los de siempre por el ascensor

En estos últimos días cuando la patria nuevamente ha sido vapuleada  por los golpes de la madre naturaleza y por la inconsciencia de los que no han entendido que no se le puede seguir haciendo daño a la NATURALEZA creando más productos químicos que dañen el ecosistema; nuevamente aparecen sin ningún tipo de vergüenza, los mismos oportunistas de siempre, tratando de ser beneficiarios de los bienes y servicios, que le corresponde a los que han sido afectados por las lluvias en el territorio nacional.

El terrible drama de la vivienda ha sido uno de los Factores preponderante en el terrible dilema de la incertidumbre de ¿Para donde ir? Si no tengo para donde y ¿Con quién? Si no hay quien y ¿Con que? Si no hay recursos, es decir, poniendo en orden de preferencia estaríamos hablando de, lo siguiente:

1.- ¿Para donde me voy? Si no tengo a quien recurrir porque mi familia está igual que yo, viviendo alquilados por lo tanto no tengo para donde coger y/o agarrar

2.- ¿Con quién cuento? Si las personas encargadas de brindar apoyo y/o ayuda a los más necesitados de las comunidades, velan primero por sus intereses y les otorgan los beneficios a los que consiguen los 15 mil bolívares para que les otorguen una vivienda sin necesitarlas y;

3.- ¿Para donde coger? Si los señores que consiguen los 15 mil bolívares para que les otorguen una vivienda digna, una vez que están instalados en la vivienda otorgada por el Estado, las desocupan, se regresan a sus viviendas normal y las que le otorgo el Estado las alquilan, por lo que nos cuesta a los que no tenemos; un ojo de la cara.

Para colmo de males, los señores propietarios de las viviendas se dan el gran lujo de subir o aumentar los precios de los alquileres, desafiando la autoridad de los gobiernos estatales, violentando los decretos y las normas constituidas para reglar los alquileres; y nadie hace nada para corregir esto; disculpen, si hacen, están las oficinas de inquilinato que ofrecen ayuda y apoyo jurídicos y otros entes que se encargan de brindar apoyo legales, pero los señores propietarios de los inmuebles, aumentan los alquileres como les da la gana y los inquilinos si no quieren ser desalojado arbitrariamente, se ven en la obligación injusta de cancelar el alquiler impuesto por los señores propietarios o administradoras de inmuebles.

Por otra parte están las benditas administradoras de apartamentos o inmuebles, según dicen o eso se presume, que en Venezuela están prohibidos los monopolios, eso, en teoría es lo que se presume y, en la práctica teórica es lo que debería proceder, pues resulta que aun no he llegado a entender:

¿Cómo es que las administradoras, son las apoderadas de todas las viviendas en alquiler o en venta, para ellos decidir los precios del mercado de las viviendas, en cuanto a las ventas y los alquileres?

¿No debería existir un ente gubernamental que se encargara de controlar los precios de ventas y alquileres?

Me voy a permitir tratar de explicar algunas cosas que a mí, me preocupan, o en purito criollo, que me tienen resollando por la herida.

En Venezuela; se ha permitido alegremente, hacer un negoción con lo de las viviendas, debido a que, cualquier dueño o administradora, puede realizar contrato de arrendamiento por hasta seis (6) meses y cobrar (por debajo de cuerdas) hasta 200 bolívares tan solo por mostrar las viviendas que ellos mismos van a alquilar o vender y luego de esos seis (6) mese, les piden desalojo a los inquilinos, para tener la excusa perfecta para pedir desalojo del inmueble o vivienda, luego entonces, se abren las puertas de la negociación, en donde los inquilinos se ven en la obligación de pagar un 70% del alquiler por un contrato reflejando el mismo alquiler de hace seis (6) meses atrás, es decir, se realizan los contratos por el mismo precio de alquiler, pero el inquilino para no ser desalojado debe cancelar, fuera de contrato, un 70% más de lo que cancelaba antes del vencimiento del contrato viejo. ¿Me entendieron?

Lo muy cierto del caso es que, con la actual coyuntura que se nos está presentando con el terrible drama de la vivienda, han aparecido nuevamente los que pretenden subir por los ascensores del oportunismo, mientras que una gran y enorme cantidad de compatriotas y camaradas en estado de necesidad les ha tocado subir por las escaleras de la vida, con su terrible dolor a cuesta y llevando en sus alforjas un manojo de esperanzas frustradas pero con la fe en dios y en nuestro comandante de que sus problemas serán resueltos una vez llegado a la cima del proceso de cambios.

cabacote@gmail.com

 


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Jesus Chua Espinoza


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