Frecuentemente vemos en nuestras cárceles a todo tipo de individuos, desde los inocentes desdichados, hasta los capos y dueños de los penales, ahora llamados “pranes”.
Los inocentes y desdichados que fueron encarcelados por mala suerte, por envidia o porqué no se “bajaron de la mula”, son objeto de las más grandes aberraciones por parte de los “jefes”, que tienen más plata y poder que los mismos directores de las cárceles.
Diariamente se cometen violaciones, homicidios y toda clase de aberraciones, cuyos frutos va a ser ofrendados a los “pranes” oficiales o no, como tributo a su poder sobre todos.
Muchos de los delitos que se cometen fuera de las paredes de los “recintos penitenciarios”, son producto de la planificación de los jefes de las bandas que operan impunemente desde sus cómodos recintos de reclusión, a la vista de jefes y custodios de los llamados sitios para “privados de libertad”
Armas de todo calibre, drogas para todos los gustos, entran a los recintos carcelarios todos los días, por su puesto contando con la mirada ciega de los que deberían garantizar que esto no suceda. Los reclusorios se convierten en antros de las más variadas pervenciones humanes todas al margen de las leyes y normas.
Es tan descarada la situación que tiene que haber un PRAN MAYOR o Rey QUE PERMITA ESTA SITUACIÓN Y LOS BUFONES QUE LE SIRVEN A SU PROPOCITO. Nada se crea espontáneamente y mucho menos se mantiene por años.
Por otro lado vemos como algunos detenidos son trasladados de un día para otro a los tribunales y de una semana andan por las calles delinquiendo nuevamente. ¿Esto es casualidad?. Mientras otros sin “pasta”, pasan años encerrados sin ser llevados a juicio. Esto lo sabe hasta el gato.
Y que diremos de los presos mal llamados políticos, estos están peor, están sujetos a que a alguien “le dé la gana” de ponerlos presos, trasladarlos, iniciar el juicio, retardarlo, inventar argucias como en el caso ECONOINVEST y cuantos vejámenes psicológicos se les pueda infringir. ¿La familia y los hijos, son daños colaterales?
Pues esta es la realidad que se quiere esconder tras de rimbombantes Ministerios, fiscalías, “poderes ciudadanos”, Congreso Nacional y muchas ONGs, todo por miedo al Rey.
Espero que estas líneas no causen urticaria a alguien y sean publicadas en APORREA, único órgano comunicacional verdaderamente independiente.
Maos44@cantv.net