De suma importancia, las medidas impulsadas por nuestro presidente Nicolás Maduro, en contra de la corrupción, la violencia y los malos hábitos que se resisten a desaparecer, a pesar de los 14 años de revolución.
La misión A Toda Vida Venezuela, fue una solicitud a grito que el país hizo a nuestro Comandante Supremo, ante los niveles de violencia, crecientes y de descomposición social, que vivía la nación. Cada vez que se le preguntaba al pueblo, cual era la problemática de mayor padecimiento, salía a relucir y con un alto porcentaje, la situación de la inseguridad e indefensión. Reflejándose en la mayoría de las mediciones, el deterioro y la descomposición reinante en algunos sectores de la vida nacional. Tal situación urgía ser solucionada lo más pronto posible.
Estos dos grandes flagelos; la corrupción y la inseguridad, configuran dispositivos implosionantes de cualquier sociedad. Pero sobre todo, de cualquier proceso de transformación. La corrupción además de consumirse a los hombres, despilfarra los dineros del erario público. Recursos destinados para atender las necesidades de la gente, terminan en los bolsillos de pequeños grupos de delincuentes. Daño similar lo representa el auge de la violencia; Con el establecimiento de un clima de miedo, de zozobra y angustia ante la posibilidad de ser víctima de robo o de asesinato. La persona se siente en una situación de desamparo. Donde las leyes y los cuerpos de seguridad, son percibidos como simples accesorios institucionales.
El impulso de esta misión, ha traído nuevos aires a nuestra gente. Sobre todo por lo organizado y la contundencia con que se viene aplicando. Fue el 20 de junio del año 2012, cuando Hugo Chávez anuncia la creación de la misión A Toda Vida Venezuela. Con la pasión, la angustia y el compromiso característico en él, expuso los 6 vértices que la integran. Siendo los siguientes; La prevención integral y la convivencia solidaria, El fortalecimiento de los órganos de seguridad ciudadana, La transformación del sistema judicial, penal y la creación de mecanismos alternativos de resolución de conflictos, La modernización del sistema penitenciario, La creación de un sistema de atención integral a las víctimas de la violencia y La creación y socialización de conocimientos para la convivencia y la seguridad.
Ese mismo día, inició la dotación logística de los cuerpos de seguridad, en algunos estados, según las prioridades acordadas, a las regiones han venido llegando; vehículos y dotaciones para la defensa y el resguardo. Se vienen adecentando los cuerpos de seguridad del Estado. De a cuerdo a planes preestablecidos, se continúan instalando ejes de la Gran Misión, en todos los estados de Venezuela.
Como se puede observar, es un mundo de planes, estrategias y tareas, con contenidos altamente preventivos, lo que se desprende de esta neurálgica nueva misión.
Y los resultados, no se han hecho esperar. En lo que concierne a recuperación de armamentos y vehículos, se ha evidenciado un incremento importante. En lo que respecta a la comisión de los diversos tipos de delitos, la disminución en altos porcentajes, ha resultado casi instantánea. El combate en contra de la corrupción ha sido frontal y sin medias tintas. Está cayendo quien este inmerso en delitos, sin importar los padrinazgos. Personajes que gozaron en algún momento de la confianza de nuestro Líder eterno Hugo Chávez, y que se dedicaron simplemente a burlarla de manera vergonzosa, están recibiendo la sanción correspondiente. Y mas allá de las personas detenidas o las que se encuentran bajo investigación, resurge el temor ante la posibilidad de transgredir la ley. Lo cual no es una ganancia despreciable.
El Plan Patria Segura, es una de las políticas de gobierno, que se desprende de la misión A Toda Vida Venezuela, la cual viene creando una nueva cultura en lo que a seguridad se refiere. No es una tarea facial, pero día a día vemos a venezolanos en uniformes estableciendo un clima de protección en el país, al mismo tiempo que deslastran el desasosiego y la desconfianza en las instituciones del Estado. Los resultados hasta los momentos han sido realmente contundentes.
En la medida que los ciudadanos de bien, asumamos como propia la lucha en contra del delito, en sus diversas manifestaciones, los alcances se harán cada vez más perceptibles y permanentes. No debemos ver esta ardua tarea, como responsabilidad exclusiva de algún sector o funcionario. El hecho de reforzar el ánimo de nuestros oficiales, el poder alentarlos a profundizar en la lucha por el adecentamiento del país, es un aporte significativo. No debemos limitarnos a reconocer en nuestros rincones silentes, los logros alcanzados hasta ahora. Es preciso que lo hagamos en todos los espacios. En el banco, en los centros comerciales. Y expresarle nuestro reconocimiento público y personal, a los funcionarios que vienen impulsando cambios importantes en el país. Agradecerles los sacrificios, reconocerles el esfuerzo y el compromiso asumidos por la ciudadanía. Y hagámoslo con ánimos redoblados. Porque ya es hora de que retorne la disciplina, la justicia, la honestidad y la ética en nuestras relaciones sociales.
Las políticas de desestabilización de la derecha, les ha resultado efectiva, por cuanto han contado con la debilidad y el consentimiento de funcionarios que se dejan soliviantar, generando efectos perniciosos para los ciudadanos. En la medida que sean ubicados y sancionados, no sólo disminuirá la inflación, sobrevendrá la consolidación de la Revolución.
La misión en cuestión ha resultado tan efectiva, que el país ha entrado en una etapa de estabilidad, al igual que el gobierno. Al mismo tiempo, se viene observando que los niveles de aceptación tanto de la gestión, como del liderazgo de Nicolás Maduro, se elevan de manera sostenida. Los pájaros de mal agüero, han tenido que tragarse sus vaticinios nefastos y recurren nuevamente, a las solicitudes de intervención en nuestro país, por parte de potencias extranjeras.
Lcdo. Pedro Figueroa
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