El otro record de Antonio Armas

La corrupción no es nueva en el país, ni siquiera en América, pues en nuestro continente llegó tal flagelo con la llegada de los conquistadores, pues Cristóbal Colón le arrebató los 12 mil maravedíes que le tocaban a Rodrigo de Triana por haber avistado tierra, aquel 12 de octubre de 1492, aduciendo el Almirante que él había visto primero las costas americanas. Así lo relata Francisco Herrera Luque en su historia Fabulada y remata: “Es decir que el primer acto de corrupción en América se cometió en la madrugada de la mencionada fecha”.

Desde ahí entonces son muchos los actos de corrupción y el dinero sucio que han recorrido el largo y el ancho de nuestros países latinos y por ende a Venezuela, y eso no es ningún secreto, aunque cierta gente lo pretenda tapar con los pelos de sus cejas.

En la IV República hay casos y casos que señalar y que recorrieron el mundo a través de los titulares de prensa. Un ejemplo de ello lo constituyen el caso Sierra Nevada, el viernes negro y su derivado Recadi, el BTV, los banqueros corruptos y otros.

En ese período era tal la corrupción que a pesar de que la prensa trataba de ocultarla, pero como estaba tan a la vista, tenía que sacarla a flote. De ese tiempo se cuenta la anécdota de un funcionario público venezolano que llegó a Miami con varias maletas repletas de dólares, y quien lo recibió, asombrado, le preguntó: ¿Pero Vinicio no habíamos quedado que lo íbamos a sacar poco a poco? Y éste le contestó: “Y eso es lo que estoy haciendo”.

Con respecto a esto, allá por la década de los ochenta, ya ocurrido el viernes negro con sus secuelas de corrupción, el pelotero Antonio Armas, en la temporada de 1984 lideró los departamentos de carreras impulsadas y jonrones con los Medias Rojas de Boston, equipo con el cual tenía un contrato millonario. Entonces, Miguel Otero Silva ante tal perfomance de Armas, escribió en El Nacional, un artículo titulado: “El otro record de Antonio Armas”, en el cual alababa la actuación del pelotero por sus extraordinarios números, y finalizaba diciendo que el pelotero tenía otro record: que era uno de los pocos venezolanos que se había hecho millonario con el sudor de su frente.


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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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