Conciencia y moral revolucionaria


Ni la derecha ni la izquierda podrán señalar con sus dedos la integridad moral de nuestro Comandante Eterno, la herencia más grande que dejo a sus familiares y a una gran parte del pueblo de Venezuela fue el despertar de la conciencia, la moral y la lucha contra comportamientos antisociales y contrarrevolucionarios como la corrupción, el burocratismo y la ineficiencia, vicios que no pueden ser parte de ninguna ideología socialista.

Un verdadero ser socialista no puede ni debe tener precio nunca, no puede ni debe aceptar prebendas de ningún tipo, tiene el deber de consagrarse para el logro del bienestar colectivo y no para su beneficio individual. En esta etapa de la revolución, donde la derecha ataca con su arma más vil en contra de las satisfacciones más básica de nuestra población, como la escasez de alimentos como es el caso de la leche, azúcar, harina precocida, aceite comestible y artículos de aseo personal como el desodorante, toallas húmedas, papel sanitario, champús, jabón de tocador, entre otros rubros que hacen que la crítica de sectores chavistas y no chavistas vaya en crescendo.

Es demasiado importante abrir el debate a todos y todas quienes concebimos el ser revolucionario como una convicción de vida y no por la búsqueda de un cargo o bajo pasiones aduladoras, no puede verse ante el pueblo, ni ante la derecha, ni ante el mundo que quien es capaz de fijar una postura crítica hacia aspectos que debilitan la revolución legada por Chávez sean execrados, execradas y vilmente señaladas y/o señalados. Como bien lo dice nuestro Fidel Castro “no nos debilita el que lavemos los trapos al aire libre”, estoy convencida que nos fortalece, lo que nos debilita es no haber logrado que gran parte del pueblo a estas alturas aún no haya elevado la conciencia revolucionaria, considerando lo que históricamente ha sido nuestra lucha como clase asalariada, a veces con dolor veo, escucho y palpo beneficiarios y beneficiarias de las políticas sociales del gobierno que solo pateaban calles para satisfacer sus necesidades individualistas y hoy en día aún de disfrutar de una vivienda adquirida por la Gran Misión Vivienda, una pensión digna, políticas laborales dignas y mejoras sustanciales en su calidad de vida, por no conseguir harina para hacer sus arepas, ni aceite para sus empanadas, ni azúcar para su papelón con limón se volvieron contra revolucionarios/as, son contra maduristas ; los escuchas en el metro, en las camionetas por puestos, en las colas de los super mercados: “Yo creía era en Chávez”, “Esto no se soporta”, “Esto no lo aguanta nadie”; pero no se atreven a analizar, ni tan tantico les pasa por la cabeza que esta guerra es parte de las estrategia de la derecha y de los grupos empresariales y capitalistas que durante siglos nos han explotado, utilizado y empobrecido.

Y vaya la crítica ante tanta falta de conciencia de nuestro pueblo históricamente desasistido hacia los Consejos Comunales y otras manifestaciones revolucioarias ¿Qué hacen los Consejos Comunales que se suponen socialistas para contrarrestar esta huida de nuestros sectores humildes hacia las promesas demagógicas de la derecha? El socialismo hay que llevarlo a nuestros barrios, comunidades, aldeas no solo es dar sino concientizar, demasiado mal agradecimiento por parte de un pueblo que no es capaz de medir la inmolación de nuestro Comandante Eterno por lograr la independencia de todo un País, donde se han beneficiado en términos lucrativos mucho más los capitalistas, oportunistas y opositores que desde y por nuestra instituciones públicas se disfrazan cual mejor lobo por su asquerosa satisfacción personal e individual.

Es urgente inyectar la moral hacia nuestros servidores públicos, no podemos concebir una mala atención a la ciudadanía que asista a un ente en búsqueda de ayuda, respuesta o gestión; debemos inyectar principios, no es tolerable que a estas alturas del proceso todavía existan gestores que le cobren al pueblo humilde por lo que son sus derechos, que el pueblo sea mal tratado desde la recepcionista que pareciera que nunca le hubiesen dado cursos de atención al público, hasta por quien en teoría debería ser el responsable de tramitar la solución ante una determinada problemática, es deber de todo servidor público, sea quien sea, tenga el status que tenga ser eficiente y respetar a la población objetivo a quienes se deben.

Todo aquel servidor o servidora pública; miembros de Consejos Comunalesque busque privilegios, prebendas, desvíe recursos, se beneficie de una contratación, que quieran y busquen embolsillarse recursos que no han ganado honradamente, todo trabajador, trabajadora, servidor o servidora pública que a estas alturas del proceso revolucionario haga chanchullos para enriquecerse ilícitamente debe pagar no solo inhabilitándose, sino metiéndose preso o presa. Digo con fe que estos monstruos y monstruas, contrarrevolucionarias y contrarrevolucionarias NO SON MAYORIA, ni mucho menos; pero tenemos el deber de combatirlos, porque esas minorías pueden hacer que la revolución fenezca y muera el legado de nuestro gigante a quien le juramos lealtad absoluta, esas perversiones del capitalismo solo se fortalecen cuando la mayoría es pasiva, indolente y no tiene espíritu crítico. Tenemos el deber de retomar el espíritu crítico que nos legó Chávez, fortalecer el espíritu crítico de nuestro pueblo, conozco las cualidades de un pueblo, a ese pueblo socialista y revolucionario no lo tumba ni el peor de los huracanes.

Es necesario en esta etapa crítica de la revolución y gracias a Dios etapa mucho más crítica para la rancia derecha capitalista y golpista, colocar al mando de nuestras instituciones públicas, hombres y mujeres probos, humildes sin privilegios, es necesario que los hombres y mujeres que dirijan nuestras instituciones públicas sean ejemplo en el trabajo, en su hogar y en el sacrificio por la eficiencia verdaderamente revolucionaria, la ética de todo buen revolucionario/a no debe ni puede admitir privilegios, amiguismo, nepotismo, corrupción, burocratismo, bajo ningún término, eso lo exige a gritos nuestro pueblo.
Otro elemento que gran daño nos ha hecho a la revolución es la transculturización y el culto hacia lo extranjero, hacia una marca, hacia un status que no nos es propio, lamentablemente con esta cultura vamos criando a nuestros hijos y en su psiquis solo es bueno lo que no es nuestro, eso también son vicios del capitalismo que no nos hacen llegar verdaderamente al socialismo.

Mientras el egoísmo, el individualismo, los vicios del capitalismo sigan vivos en la conciencia de nuestra gente no lograremos la tan anhelada descolonización que nos esclaviza y domina. El interés egoísta por el lucro no puede ser el valor que impulse a un ministro, ministra, presidente o presidenta de alguna institución pública, si eso fuese cierto no existiesen las revoluciones, no hubiese existido un Chávez, que dio su vida por esta Revolución, a Chávez no lo arrastro nunca el móvil de obtener otra ganancia que no fuese la emancipación del pueblo venezolano, sin condición de raza, credo o ideología. Chávez supo llevar adelante la Revolución con la mayor honestidad, se enfrentó como nadie a los amos del imperio, su ideal pudo más que el lucro evitando con su actitud que los grandes intereses extranjeros pretendieran seguir con el saqueo de nuestros recursos; sin el ideal concebido por Chávez nuestra patria ya estuviera perdida, porque si algo le sobra a nuestros enemigos es el poder del dinero para comprar conciencia y sin embargo ni todo el oro del mundo alcanzo para comprar la conciencia revolucionaria de nuestro Comandante Chávez.
Por ese líder que dio su vida por todos nosotros, es que tenemos el compromiso histórico de ser con nuestras acciones y funciones cada vez más socialistas, marxistas, guevaristas y chavistas, tenemos el compromiso de luchar cada vez con mayores fuerzas por un mundo de mujeres y hombres buenos, generosos, donde la hermandad y la honestidad nos una como pueblo, luchemos por ese mundo mejor que ideo Chávez y tengamos la plena seguridad que lo lograremos.

En esta etapa bien llamada “Sacudón” que aún no termina de concretarse por parte del Presidente Maduro, debe existir el temple y la conciencia de execrar la incompetencia, la corrupción y el burocratismo de nuestras instituciones públicas, muchas veces vemos con asombro que hay una compañera o compañero que ha sido incompetente en un cargo y lo premian con un cargo más alto, lamentablemente hemos sido testigos de casos conocidos de los que caen hacia arriba.

Todo líder revolucionario debe ser capaz de despertar las motivaciones humanas y morales de los hombres y mujeres que lideriza, busquemos las semillas escondidas que existen en todo buen o buena revolucionaria, cargado de honor, de dignidad, de honestidad, de conocimiento, de ética, principios y también de vergüenza.

Citando a nuestro Fidel Castro: “La Revolución debe erigirse sobre la unión de todas las personas honradas, la unión de todas las personas útiles, de todas las personas estudiosas, de todas las personas dignas, de todas las personas que producen… ¿Qué es la Revolución sino la gran rebelión de los obreros y de los campesinos, de los buenos y los honrados y los útiles contra los parásitos, los explotadores y los manganzones y los holgazanes, los vividores? …Así como hay parásitos más difíciles que otros y que necesitan un tratamiento largo el parasitismo social es el tipo de parasitismo que necesita un cuidadoso tratamiento y es de los más difíciles de erradicar”.

Chávez te lo juro… La derecha apátrida más nunca volverá!!!



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Bestalia Ibarra

Licenciada en Trabajo Social, Cantante, Servidora Pública y leal al legado de nuestro Comandante eterno Hugo Chávez

 Besta67@hotmail.com

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