“El cielo encapotado anuncia tempestad y el sol tras de las nubes pierde su claridad.
¡Oligarcas temblad…!... ¡Viva la libertad!
Himno de La Federación
La guerra desatada - por varios frentes - contra la Revolución Bolivariana desde la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez Frías en 1998, ha utilizado por parte de la burguesía parasitaria y la oposición venezolana los más disímiles mecanismos y estrategias para debilitar y frenar su avance, en pro de los excluidos y los invisibles de nuestro país.
Es harto conocido por todos los venezolanos los sucesos que han sacudido a Venezuela y los intentos fallidos por derrocar al Gobierno Bolivariano por parte de los enemigos internos y externos, quienes en el pasado hacían fiesta con las riquezas del subsuelo; con las cuales Dios y la naturaleza supo dotar a la Patria de Bolívar.
Desde hace ya unos cuantos años los métodos utilizados por la derecha contra la Revolución han encontrado una respuesta contundente y a pesar de las bajas lamentables - por las cuales hemos tenido que pasar - el Gobierno, hoy liderado por el Presidente Nicolás Maduro, la FANB y el pueblo venezolano han sabido responder, por ahora, como un solo equipo en la defensa de las conquistas alcanzadas durante este proceso.
Hoy hemos visto como han aparecido en el país nuevos fenómenos después de haber enfrentado con éxito las guarimbas y los ataques terroristas. Tenemos ahora entre nosotros el paramilitarismo, el contrabando, la especulación y el desabastecimiento como nuevas armas enemigas para intentar doblegar al pueblo venezolano; igualmente, surge una nueva escalada de la oposición y del imperialismo capitalista para tratar de retomar el poder en Venezuela.
Para el Gobierno Bolivariano, tal como lo vaticinó el Comandante Chávez al triunfar la Revolución, este no sería un camino fácil de transitar, sino un camino lleno de espinas, rodeado de serpientes y alimañas a través de todo su recorrido.
Chávez nos dijo: “Recuerden, compatriotas; esta batalla va a ser muy dura, porque no estamos batallando contra los factores de la oposición política venezolana, no estamos batallando tampoco contra los medios de comunicación; ¡no!, realmente estamos enfrentando al imperio norteamericano” (Frases de Hugo Chávez, Día de la dignidad y la Rebelión Bolivariana, Caracas, 4 de febrero de 2006)
En la calle, hoy al pueblo se le castiga con una estrategia que no es nueva y es manejada desde hace muchos años por el imperialismo norteamericano (Manual del Perfecto Golpe Latinoamericano) a través de sus tentáculos y operadores en Latinoamérica y ahora en Venezuela, para destruir la Revolución Bolivariana.
Los laboratorios y la aplicación de estrategias de guerra en la Patria de Bolívar siguen activas. Si bien han encontrado resistencia en el pueblo y en el liderazgo político formado en la escuela de Chávez, los mercenarios y esquiroles están a la vuelta de la esquina y se prestan para cualquier acción (incluso asesinatos) y así poder lograr el objetivo de ponerle las garras a la riqueza energética más grande del planeta.
La actual situación de acaparamiento de alimentos y productos de primera necesidad, atada a la especulación y al desabastecimiento se ha hecho sentir. Su acción prolongada pudiera convertirse en un detonante contra un pueblo, el cual si bien ha resistido con valor, también puede ser confundido con las sofisticadas estrategias de cuarta y quinta generación.
Los venezolanos hemos observado y percibido a través de los medios de comunicación, desde hace ya bastante tiempo, como la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y otras instituciones del Estado, han tenido que redoblar sus esfuerzos para enfrentar el contrabando y el acaparamiento, acompañados de inteligencia social en la frontera.
En el campo económico; si bien el Estado y el pueblo hemos podido identificar variables, de lo que se ha denominado “guerra económica”, también se han frenado estructuralmente puntos de ejecución e incluso, se ha detenido a muchos de sus protagonistas.
No obstante, su acción parece haberse arraigado y convertido en una cultura devastadora y especulativa en la red de la comercialización y en la distribución de alimentos y productos a la población. En los supermercados, abastos, farmacias y ferreterías, entre otras, conocedores de las advertencias del Gobierno se hacen la vista gorda y los oídos sordos ante los llamados de la Superintendencia de Precios Justos y la nueva Ley, creada para tal fin, por lo que se reclama una inmediata acción y castigo.
Con gran expectativa el pueblo venezolano espera el próximo 1º de noviembre, para ver concretarse la política de los PVJ (Precios de Venta Justos) en toda la red de distribución de productos en Venezuela y en su cadenas, para la sinceración de la economía y dar así al traste con la guerra económica de la oposición, quien espera capitalizar el descontento en las próximas elecciones parlamentarias del 2015.
“En guerra avisada no muere soldado y si muere es por descuidado”, dice el refrán; los especuladores y acaparadores deberán ir a la cárcel sin contemplación; ya que la realidad nos reclama que llegó la hora de la verdad, porque la especulación se desborda y la paciencia se agota.
¡Amanecerá y veremos!