El Ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, escribió un excelente y perspicaz artículo: “Guerra Económica: novedades en el frente” (http://www.aporrea.org/
" 11. Todavía presa de la cultura política asociada al rentismo, una parte del chavismo reclama, exige, y si su demanda no es satisfecha, se lamenta: "Si Chávez estuviera vivo". Imposible superar esta lógica perversa pretendiendo, por ingenuidad o voluntarismo, por demagogia, que es posible satisfacer cada demanda. Gobernar no es satisfacer, o hacerse de una clientela satisfaciendo a unos pocos. Gobernar en revolución es crear las condiciones para que el pueblo gobierne. Gobernar en revolución es producir otra sociedad, no administrar la vieja sociedad.
12. La idea misma de la política como algo que se produce, y no como una renta (política) que se administra mejor o peor, implica abrirnos a la posibilidad de interpelar a nuestros gobernantes, pero también a la posibilidad de ser interpelados en tanto que pueblo que desea gobernar. Que tiene "voluntad de poder". Implica igualmente no olvidar que el comandante Chávez fue producto, consecuencia, de un pueblo que decidió hacer una revolución. Chávez es también "creación heroica" del pueblo venezolano."
Mis comentarios:
Me parece que es deber de todo Gobierno, y sobre todo de un Gobierno cuyo propósito sea "darle poder al pueblo", proporcionar las herramientas, procedimientos y liderazgos EFICIENTES y EFECTIVOS para que el pueblo pueda ejercer su poder.
Es decir, el pueblo debe sentirse apoyado, respaldado, apuntalado por funcionarios, procedimientos y mecanismos QUE FUNCIONEN, porque si no, siente que no tiene a donde ni a quién acudir, o si lo hace, se ve sin respuesta, sin atención, maltratado, o hasta amenazado.
Un ejemplo: si el pueblo ve que el Presidente de la República Nicolás Maduro dicta un decreto prohibiendo la venta de artículos de primera necesidad por parte de los buhoneros, pero ve también que en cualquier parte se siguen colocando, bajo la vista gorda de policías, funcionarios, autoridades, y que si se queja, denuncia, etc., le dicen: "cállate la boca y no seas sapo", y palpa que no tiene a quien recurrir, por supuesto que es algo absolutamente terrible y que va en contra de toda lógica sana. La sensación de indefensión y desmoralización es total. Por sólo citar un caso.
Entonces, sí, mientras se está en transición, ES NECESARIO ADMINISTRAR LA VIEJA SOCIEDAD, mientras se crean las condiciones para crear la nueva. La nueva sociedad aún no existe. Y es necesario hacerlo con eficiencia, orden, celeridad, apego a la Ley, y con un liderazgo absolutamente comprometido y consciente de que debe dar el primer paso. Si no, las posibilidades de desmoralización son enormes.
Chávez podrá haber sido "creación heroica del pueblo venezolano" y tal, pero fue también un líder fenomenal, percibido como absolutamente congruente, ético, eficiente, y con resultados en muchos temas.
El liderazgo actual se ve algo "pasmado" como dice Clodovaldo Hernández en su excelente artículo "¿De quién son hijas las colas?" (http://www.aporrea.org/
Y creo que nuestra labor como pueblo es señalárselo una y otra vez.
En ese sentido, o el Gobierno deja de tener esa apariencia de impotencia ante el reto de las colas, el bachaqueo, los revendedores, etc., o quedará muy disminuido en la confianza, certeza y seguridad ante el pueblo que debería ostentar. Y no es que no se haya hecho nada. La cantidad de decomisos, operativos, allanamientos, desmantelamiento de bandas, incautaciones de toneladas y toneladas de productos, etc., ha sido asombrosa. Pero esto no es suficiente. Además no se ven bien los resultados de eso en términos de personas sancionadas, mejoramiento de la situación, o disminución de la escasez, el contrabando o las colas. Por el contrario, parecieran aumentar.
En otras palabras: o el Gobierno acaba con las colas a como dé lugar, o las colas acabarán con el Gobierno. Que es precisamente la estrategia desestabilizadora.
Al menos pareciera que ¡por fin! luego de más de dos años y medio de guerra económica, el Gobierno es que se está medio dando cuenta de eso. El Presidente Maduro ha declarado en varias oportunidades que ‘han notado’ (¡¡¡por fin!!!) que el problema está en la distribución y en las mafias, y que de esa manera, no importa cuántos alimentos y productos de primera necesidad se importen o produzcan, si van a ser desaparecidos por las mafias del contrabando, de los revendedores, de una población nerviosa comprando a mansalva, etc. ¡Pues muy bien! Ahora, entonces, a aplicar la famosa mano dura, mano dura, mano dura, el “ya basta ya”, y el “eso no se puede permitir” que tanto se anuncia pero poco se ve… ¿Qué ha pasado con los PVJustos que se aplicarían a todas las mercancías, qué ha pasado con las listas de comercios que se identificarían como receptores de dólares preferenciales, qué ha pasado con la lista de empresarios fantasmas y malhechores que ‘desaparecieron’ los famosos 20 mil millones del SITME, y así, tantos y tantos anuncios que se hacen, pero que no se cumplen? Pues ahí está… Es como ha dicho el mismísimo Presidente Maduro: “falta de velocidad”, falta de eficiencia, falta de mano dura… Y eso hay que acabarlo.
El Gobierno tiene que dejar de tener esa pinta de pendejo impotente ante tanta mafia, porque si no…
* En lo único que difiero un poco con Clodovaldo Hernández es que aquí no se trata de Socialismo. En Venezuela no existe Socialismo, sino un intento de construir un camino de transición hacia un sistema socialista de nuevo cuño, del siglo XXI.
Todavía en ciernes. Totalmente contaminado por las rémoras y vicios del capitalismo y todos sus derivados, como es natural que esté. No hay varitas mágicas para crear un nuevo modelo sociocultural que surja impoluto de la nada. Por tanto, no se trata de Capitalismo contra Socialismo, sino Capitalismo contra un proceso en fase de transición. Que en mi opinión, no llega ni a pre-Socialismo, pero tiene al Socialismo Bolivariano como creación, referente y propósito, con no pocos logros, lo cual no es en lo absoluto poca cosa .
