Gerentes vs Dirigentes

¿Cómo se derrota la guerra económica?III

¿Cómo se derrota la guerra económica?Parte I

¿Cómo se derrota la guerra económica? Parte II

LLegó la hora de separar las sardinas de las guabinas. Diría un refrán margariteño.  Aunque suene absurdo y hasta cómico, pero uno de los grandes problemas que ha afrontado la revolución es la de tener mano de obra calificada para enfrentar las coyunturas y para las demandas gerenciales que las empresas propias y tomadas están teniendo actualmente.

Hace pocos días leí un artículo de un compatriota de los que acostumbran a escribir en APORREA, y lo elijo a él como ejemplo, pero obvio su nombre, que además de irrelevante sería irrespetuoso, ya que el compatriota en su “inocencia” en la administración ejecutiva de los recursos humanos, solo manifiesta su visión de dirigido y no de gerenciado.

El amigo en cuestión decía, o más bien proponía, que Eduardo Samán se lanzase de candidato a diputado.  Y yo me repetía hacia adentro, será que no ve que Samán no es un dirigente nato, quizás formado, pero lo que más sobresale de él es su don de gerencia, de ejecutivo, de planificador y administrador de recursos, no de político.  ¿Lo verá?

Pues, me imagino que no, al igual que muchos de nuestros líderes y dirigentes nacionales actuales, a veces hasta el mismo Chávez cometía errores dándoles responsabilidades a personas que no tenían la suficiente calificación para dirigir una institución o ministerio.

En el mundo empresarial, los ejecutivos son escasos y muy valiosos.  Son esos elementos que son capaces de ser la variable en cualquier corporación.

En nuestra revolución tenemos extraordinarios políticos, unos cuantos gerentes, pero muy pocos políticos-gerentes.  Esta última especie es aun más escaza que los ejecutivos.  No todos son como Aristóbulo Istúriz, Jesse Chacón, Vielma Mora, José David Cabello o Dante Rivas, los cuales no sabes cómo aprovecharlo mejor, ya que son tan buenos en ambas posiciones que donde lo pongas sobresalen.

 

Un extraordinario ejecutivo como Rafael Ramírez debería estar siendo aprovechado en otras instancias, sin importar como las malas lenguas desaprueben o vean como que, de ser presidente de PDVSA, a otra cosa que vean como inferior entonces disparen sus canalladas.  Yo estaría aprovechando su invaluable experiencia como ejecutivo para formar más ejecutivos, que bastante falta hace.   En estos tiempos modernos, haber cursado estudios universitarios, no es suficiente, hay que formarse en “negocios”.

Cuando este servidor atendía la materia de “estrategias” de un diplomado de Negocios, el profesor que nos daba esta, quiso darnos un ejemplo de “ejecutivos excepcionales” a quien fue el CEO (Chief executive officer) de la empresa HAIER de CHINA, como un ejemplo de que no importa la visión de mercado o la visión política de una empresa, sino que funciona para cualquier empresa, mientras más grande, con más énfasis entonces.

“… El actual CEO venía de ser un gerente de una empresa China del interior y se le encomendó dirigir este gigante en ciernes.  Lo primero que hizo este gerente fue “probar” el material o la calidad de los productos que la fabrica hacía.  Agarró un martillo y probó con sus propias manos que la calidad de los productos era malísima.  Y lo primero que dijo como CEO fue el deber que tenían de fabricar mejores equipos si querían crecer internacionalmente como empresa.  La pequeña lavadora que martilló aun se exhibe en la sede de HAIER en China.  Esta de más decir en que se convirtió esta empresa.”

Lo que quiero decir es que se debe tener la visión de hacer el mejor uso posible de los recursos humanos.  Los mejores políticos en las canchas y las calles, los ejecutivos encargados de mejorar empresas, y los mejores ejecutivos deben estar delineando en el alto gobierno las direcciones de las empresas.  Debe haber un jefe de recursos humanos en el alto gobierno que se encargue de hacer el “Headhunting” para ir haciendo “nuestra propia escuela de gerentes”.

Como un ejemplo, yo propondría a Aristóbulo Istúriz como el perfecto “profesor” para enseñar la materia “política” en los mandos medios de la revolución, ya que tiene el carisma y la ascendencia revolucionaria exacta, además del conocimiento del estado y la praxis de él (no es lo mismo que te venga a enseñar Pedro Pérez a que te venga a enseñar Aristóbulo).  Rafael Ramírez lo usaría para formar gerentes y ejecutivos para las empresas del estado y las empresas socialistas productivas y las que vengan.  En el lugar de Rafael Ramírez en el consejo de seguridad de la ONU, yo enviaría a Walter Martínez (dossier)…quien más conoce el tema y los vericuetos, como lo hace Walter… ¿¿??

Al pan pan y al vino vino.  No es un asunto de colocar las mejores caras, sino los mejores cerebros en el lugar indicado. Los gerentes gerenciando y los políticos siendo dirigentes.

 

Seguiremos…



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Joel Romero


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