El Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra Económica fueron dos acuerdos firmados entre el gobierno venezolano y las cúpulas empresariales un día cualquiera de un mes cualquiera, en Venezuela. Mediante estos tratados quedaba oficialmente derogado el bachaqueo y se acordaba una tregua de tres meses.
El presidente de Fedecamaras, Jorge Roig recibe instrucciones, un día de Julio de 2015, desde los Estados Unidos de Norteamérica, para que converse con el presidente Maduro sobre la negociación de un acuerdo de regularización de la guerra económica y sobre un cese a las hostilidades. Roig informa a Maduro, sobre el cese del acaparamiento y contrabando de los productos básicos y, del desvío del ejército de camiones que distribuían alimentos directamente a las bodegas de los barrios para poder vender, caros, los productos, que luego pagaba, el consumidor final.
Los voceros de ambos bandos se entrevistaron en el sitio del armisticio y el 25 de julio de 2015, se firma el mismo, entre el gobierno y Fedecamaras, que se comprometió a suspender todas las operaciones bachaqueras en mar, trochas y tierra y confinaba a los ejércitos de bachaqueros a las posiciones que sostenían antes de comenzar la guerra.
El Tratado de Regularización de la Guerra económica fue firmado en Caracas, por los voceros, el 26 de agosto de 2015. Mediante este acuerdo, ambos bandos, se comprometían a hacer la guerra "como lo hacen los pueblos civilizados". Fedecamaras, debía respetar al consumidor y no venderle a precios exagerados, sino de acuerdo, al valor del dólar que el Estado o gobierno le asignaba para la importación de productos esenciales. Además, debía estar siempre dispuesta a darle luz verde a todos los productos de la cesta básica para que llegaran al pueblo sin necesidad de hacer colas, normalizando la situación que se vivió antes del Tratado de regularización y así acabar definitivamente con las viejas prácticas de la guerra económica. Por su parte, el gobierno debía asegurar la cuota de dólares para que Fedecamaras pudiera cumplir con el pueblo, sin necesidad de desviar los dólares hacia “Dólar today”
Roig y Maduro se entrevistaron personalmente, en la Asamblea anual de Fedecamaras o en el Palacio de Miraflores, aun no esta claro en que sitio fue; pero lo que si quedó claro fue que se dieron el celebre abrazo del armisticio en la plaza “Santa cachucha”. Ese mismo, día fueron firmados los acuerdos por los jefes de los dos bandos.
Sin embargo, el armisticio se rompió antes de lo pactado. El 28 de enero de 2016, se produjo un pronunciamiento de una cámara económica que había permanecido en rebeldía “bachaqueril” en la ciudad de Maracaibo, que declaraba que: Reiniciaban la guerra económica, pero que el bachaqueo lo iban a conducir a través de una operación Morrocoy, a fin de dar tiempo al gobierno para que surtiera a los pedevales y mercales.
El general venezolano, encargado de la soberanía alimentaria ocupó rápidamente la ciudad con varios camiones de alimentos, pero no le gustó a los directivos de la cámara, que fuera tan rápido, y protestaron la medida como una violación del tratado y al no llegar a acuerdos sobre Maracaibo, ambos bandos acordaron el reinicio de las hostilidades.
Sin embargo, a partir de aquí, las colas, el bachaqueo, la guerra económica propiamente, habían quedado reguladas por el Tratado de Regularización de la Guerra económica. El 24 de julio de 2016, en la Plaza Armisticio de “Santa Cachucha” se inaugura el monumento conmemorativo del abrazo de Roig y el presidente Maduro y hoy, dicha plaza ha servido para poner Megamercales, en donde Fedecamaras vende los alimentos a precios justos.