Nuestra economía anda tatareta

Cuando veo que se presentan problemas con el abastecimiento de productos básicos, cuando el tipo de cambio en el mercado libre se dispara a niveles nunca antes vistos, cuando los precios del petróleo se disparan por factores coyunturales como una alta demanda en el norte industrial y luego una baja en los precios ocasionada por el FRACKING, y las guerras de conquista petrolera de Irak, Afganistán y Libia, cuando los planes de estímulo a la producción interna no toman ritmo, cuando la producción no se levanta y seguimos pendientes de sostener el consumo interno con importación, cuando las cadenas de comercialización no son intervenidas y los MERCALES no soportan la presión de la demanda, pues ALGO ANDA MAL, algo no camina como debe ser.
 
Siento que nos seguimos viendo al espejo y olvidamos el entorno. Siento que hacer coincidir el proceso de construcción del PSUV con la reforma constitucional ha sido un paquete muy grande que dispersa esfuerzos y nos olvidamos de lo esencial, la jerarquización de las iniciativas políticas.
Todo tiene su tiempo y el proceso lo está perdiendo.
 
 Muchas quejas se acumulan y socialismo en la actualidad, significa simplemente economía exitosa y siento todos los días que el esfuerzo productivo del país sigue depositado en el crudo y los efectos que se generan.
 
 No soy hombre de lecturas profundas parafraseando a Allende. Lo que se, el poco o mucho desarrollo que haya podido lograr hasta el presente, lo aprendí a la sombra de hombres sabios que me alumbraron en el camino que he recorrido. Entiendo que el marxismo nos ha dado las herramientas necesarias para juzgar, en términos políticos y económicos el desarrollo de la humanidad, para juzgar el capitalismo en todas sus manifestaciones, pero ni Marx ni Engels, incursionaron en el tema de la construcción del socialismo ni diseñaron camino, al estilo de un recetario, para transitar por el camino del nuevo orden social y económico que tanto se anuncia.
 
 Creo que fue Fidel el que dijo, el camino del futuro tenemos que inventarlo pues nadie ha escrito nada, nadie dejó nada. La práctica de la construcción saldrá de la propia experiencia histórica, de nuestros triunfos y derrotas y saldrá, parece serlo, de las dificultades que tengamos que vencer, en la resistencia que ante el cambio social opongan los sectores que siempre han disfrutado de manera excluyente, los dueños del capital y de los medios de producción.
 
 Creo que las enseñanzas de Marx y Engels deben ser estudiadas, para entender de dónde venimos, pero no nos fijemos tanto en ellas y perdonen la expresión para saber, hacia dónde vamos, porque en su nombre se han cometido tantos atropellos a las leyes de la economía, en aquellos países que transitaron por el camino, dizque de la construcción del socialismo, en Europa y Asia.
 
 Concibo a la Venezuela del futuro, como una sociedad plural en todas las manifestaciones posibles, en la cual el peso específico de la actividad económica, en sus factores estratégicos, estará en manos del estado nacional, y el resto será una amplia gama de factores productivos, los cuales deberán configurar una nueva economía, pues al servicio del país y de la sociedad.
 
 No creo en sociedades de partido único, de política única, de cultura única. Creo en la libre participación de los ciudadanos organizados en manifestaciones políticas diversas, en donde la conducción de los asuntos de estado y de gobierno deben ser confiados a la fuerza política que asuma la conducción de la sociedad, como producto de procesos electorales y que los triunfos electorales ha sido el producto del reconocimiento de una sociedad responsable que ha escogido la mejor propuesta para asumir el tránsito del país hacia nuevos estados de desarrollo económico y social.
 
 El partido político que asuma la construcción de la nueva sociedad tiene que ganarse la confianza del pueblo por ser eficiente, por ser congruente con principios y valores, por ser eficiente en la conducción de los asuntos de estado y porque muestra resultados positivos que se expresan en mejores condiciones de vida para la ciudadanía. Creo en una sociedad de ciudadanos educados capaces de asumir con responsabilidad de sus obligaciones y deberes.
Con toda seguridad muchos analizarán lo que he expresado conforme a los muchos manuales vigentes y siempre presentes.
 
A Venezuela, a la revolución venezolana no le hace falta el marxismo y todos sus postulados, simplemente la hace falta consistencia en tantas manifestaciones de la acción política diaria. Lo demás pienso, que vendrá por añadidura.
 
Dejemos de lado la improvisación y esa manera tan espasmódica de llevar adelante la construcción de la nueva sociedad, que ya bastante tiempo hemos perdido. Analicemos lo que debemos hacer a la luz de los fracasos y tan pocos éxitos que nos muestra la experiencia histórica. Analicemos sin prejuicios la experiencia por la que transita Cuba y saquemos conclusiones.
 


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José Juan Requena

Soñador, escritor y poeta.

 requenave1@gmail.com      @Ripidio

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