¿Qué produce en Venezuela la empresa privada de alimentos?

Harina precocida (con maíz importado y transgénico), pasta (larga o corta) mayonesa y salsa de tomate, gaseosas (con alto contenido de grasa y azúcar), chucherías y cerveza. Ninguno de cuyos productos es sano, ya que todo es procesado con químicos y altamente refinado. Y es probable que la mayoría de los consumidores no nos hayamos detenido a analizar esto.

Atendiendo a las observaciones de algunos médicos de la Misión Barrio Adentro en Mérida, estamos presenciando un aumento preocupante de población con diabetes y obesidad. Debido a la gran ingesta de harinas, grasas y azúcares. Consecuencia de la disparatada angustia inoculada a la ciudadanía, a través de las empresas de telecomunicación privada, que ha sido enfilada hacia la consumidera de estos productos, sin pensar en las enfermedades que se están causando.

La guerra económica (inflación, especulación y usura) es también psicológica, sanitaria, anti ética, inmoral contra el pueblo, cuyo objetivo es aniquilar todo lo que proponga el Gobierno Bolivariano, todo cuanto huela a Revolución y tenga color de Chavismo.
Nuestra sociedad está siendo teledirigida hacia un suicidio lento, donde la misma población se está aniquilando…Las grandes trasnacionales de la “alimentación” y de la farmacéutica se están dando banquete con las inmensas ganancias que se anotan diariamente, gracias a los mecanismos de venta acelerada de todo cuanto “producen” y la gente literalmente se lo está tragando!!!

A pesar de que la producción de alimentos no se ha detenido en Venezuela (y ya se están asomando amenazas de total paralización de parte de la empresa privada); a pesar del desabastecimiento, la escasez programada y el bachaqueo de la mercancía, la gente no ha dejado de “comer” o consumir. Pero al no detenerse a pensar ¿qué se está llevando a la boca? está cambiando de tal modo su metabolismo que degenera y cesa la correcta función de los órganos, lo cual repercute en la salud armónica de los individuos.

Si como sociedad no atendemos lo que nos está sucediendo, lo que nos estamos haciendo, en pocos años seremos un país con alta población enferma. Incrementará la demando de los medicamentos y tratamientos médicos –lo que obviamente incrementará las cuentas de las trasnacionales de esa industria- y continuaremos con ese ciclo vicioso hasta debilitarnos y desaparecer. La demanda de servicios en centros asistenciales colapsaría.
¿Será eso lo que quieren los ricos del mundo? Es probable. ¿Le permitiremos que lo logren? De nuestra conciencia y voluntad depende que no sea así.

Hace pocos días en casa me puse a revisar cada uno de las bolsas donde está impresa la información de los víveres que hemos consumido en meses y que se van guardando para otros usos: arroz, harina, leche, espagueti, pan (varias presentaciones), afrecho, caraotas, chicha, sopa de fideos, etc. Y me puse a hacer un registro por estados para saber dónde están situadas esas empresas productoras y/o empacadoras de dichos víveres. La mayoría están en: Portuguesa, Lara, Guárico, Aragua, Zulia, Miranda, Carabobo, Yaracuy y Mérida.

Es decir, que en estas ciudades es donde seguramente hay menos desabastecimiento, debido a que cuentan con lugares donde se producen, empacan y distribuyen alimentos. Es importante saber esto, ya que una de las soluciones al problema económico es que el pueblo ocupe, junto a los trabajadores, dichas empresas para reactivar el aparato productivo y sea el Estado quien las ponga a producir como debe ser.

Algunos gritarán que el Estado ha “quebrado” empresas y tal (sin recordar que ha habido guarimbas y saboteos desde adentro de muchas de ellas), pero es que las gerencias de empresas como Polar, Colgate, Johnson y Johnson,Pirelli,etc han dejado suficientes evidencias de que su producción no se ha distorsionado por falta de divisas sino por agudizar la guerra económica contra el pueblo que requiere esos productos, y la guerra política contra el Gobierno Revolucionario que ha dicho ¡basta de dar divisas a empresas que no invierten para lo que es!

De este modo la guerra contra el pueblo se realiza; y desgraciada e irónicamente con nuestra participación activa en ella, en mayor o menor responsabilidad de ciertos actores y operadores…de allí la gran necesidad de despertar conciencia y sembrar productos naturales para el consumo propio, por un lado, y de seguir apoyando al Gobierno en las políticas que se están diseñando para salir de esta crisis con nuestra contraloría social debida, por el otro.

Recordemos que solo el pueblo salva al pueblo en todo terreno…porque los ricos no cambian ni cambiarán!


Macupatra2004@yahoo.es


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