Suele oírse y leerse con mucha frecuencia: se invirtieron tantos millones para esto y tanto, para otras iniciativas. La seguridad alimentaria por ejemplo, ha consumido millones y millones de bolívares, pero no he visto, más allá de lo que se da en “créditos” y apoyo financiero, una información que nos diga clara y nítidamente el rendimiento (resultados) de esos apoyos financieros.

En “Venezuela en Cifras”, sólo es posible leer en el ámbito alimentario esta pequeña oración: “El Estado Venezolano ha invertido sumas sin precedentes para garantizar la alimentación del venezolano”. Más de esta corta frase, no hay un dato que explique, los resultados de esa “sumas sin precedentes”. Hay datos para ver el reparto de la renta, pero no para visualizar los resultados de la inversión agrícola.

Cuando se pone a circular estos datos y cantidades recursos, la idea parece dejar sentado que eso es suficiente y eso es lo que hace posible la revolución. Hay una cosa muy curiosa que me ha llamado mucho la atención respecto al la Ley plan de la Patria. Se colocan los objetivos históricos y se fijan una meta macroeconómica y macrosocial, pero en ese plan se apuesta por un crecimiento sólo en la explotación de los hidrocarburos. Eso no lo he entendido y este plan cubre un lapso 2013/2019. Ahí no se lee, como meta macroeconómica, en cuánto crecerá la producción agricoloa y cuál será su aporte al PIB. En el Plan, esto no se ve en la meta marcoeconómicas.

II

Este domingo en un medio de circulación nacional se publicó un remitido a página completa, en el cual las trabajadoras y los trabajadores de la Empresa Nacional del Café, S.A. nos explican muy sencillamente y con datos, cómo una importante iniciativa productiva nacional, que pudiera ser efectivamente una lanza en el proceso de conquistar o conservar la independencia, vive una caótica o crítica situación, producto según se entiende, de una desatención por parte del Estado. Los trabajadores y trabajadoras de estas tres procesadoras de café (Madrid, Peñón y Aroma) agrupas en en esta empresa nacional, tienen claro su compromiso y observan esta iniciativa productiva como la observó y visualizó Chávez: Las Trabajadoras y los trabajadores de estas tres procesadoras militan en el planteamiento de Chávez: “Venezuela va a ser un gran productor de café, para nuestro mercado y para exportarlo. El mejor café del mundo”.

Esa idea de Chávez comenzó a desanimarse y hoy las trabajadoras y los trabajadores han estado pendiente por la desanimación de esta iniciativa productiva. Este colectivo ha alertado de esta situación y algunos han sido despedidos. Un forma muy contradictoria de comportarse la revolución obrerista.

Los trabajadoras y trabajadores han hecho su trabajo de poner los puntos en claro para garantizar los insumos y mantener a las tres procesadoras en su total capacidad. A pesar de ese estar pendiente y vigilante a través de un control obrero para asegurar la producción y atender con el esfuerzo de estas tres procesadoras el 45% de la demanda interna, la situación ha venido en picada después de la ausencia de Chávez.

Durante los tres primeros años de nacionalización en promedio, la empresa produjo 22.800.000 kilogramos con un 76% de materia prima nacional. Una empresa nacionalizada y con posibilidades de tener lo endógeno como palanca, que fue otro legado importante de Chávez.

En el 2015, la producción bajó a 14.500.000 y alcanzó un decrecimiento negativo de 36%, según el contenido del remitido, pero tengo la idea que ese decrecimiento es mayor si se toma como dato base el promedio de los tres priemos años de la nacionalización.

Para el primer trimestre del año 2016, la producción alcanza a 1.311.000 kilogramos. Según los datos del remitido, la caída de la producción es del 82% sobre la producción planificada en cuatrimestre.

La realidad de estas tres procesadoras es una manera de ver el desempeño de la revolución y que lleva a concluir, que el problema de la guerra económica es muy relativo. ¿Cómo entender esto? Si  las trabajadoras y trabajadores saben de la situación y están consciente de su papel, quién está detrás de esta guerra con el café y contra la idea de Chávez de hacer de Venezuela “un gran productor de café, para nuestro mercado y para exportarlo”