Indemnizaciones de la posguerra venidera

“Lo bueno para el pavo lo sería para la pava”

De entrada,  la plusvalía relativa sube y lo sigue haciendo cada día. Eso significa que los asalariados de esos mismos inflacionistas, fabricantes e intermediarios  en general, en su condición de cooperantes de la alta burguesía nacional e internacional, han estado recibiendo de sus trabajadores activos más horas de trabajo gratuitas.

Lo decimos porque por ahora permanecen rezagados los salarios de los empleados de las empresas que se hallan e pleno ejercicio de especulación desenfrenada, y, si bien el valor agregado en valores de uso sigue siendo igual mientras no crezca la productividad del trabajador en funciones, sus salarios y pensiones varias no terminan de ser compensados debida y cuantitativamente, como lo viene haciendo el Estado benigno en favor del empresariado afectado por los desmanes golpistas de ayer durante la IV República-¡insólito!- en favor de comerciantes enemigos afectados, y que hoy el mismo Estado dispone socorrer e indemnizar a los comercios afectados recientemente, por ejemplo, los de Cumaná.

Favorecer a comerciantes al servicio del enemigo no cuadra ni pinta bien con el empobrecimiento que el consumidor venezolano viene sufriendo desde hace varios años para enriquecerse, muy probablemente, a esos mismos comerciantes que hoy serían recompensados y que muy probablemente también sigan sumados a este despiadado saqueo que sufre el consumidor.

Eso nos parece una incongruencia que ameritaría una urgente reconsideración porque “si bueno es algo para el pavo, también lo sería para la pava”.

Repetimos: El consumidor debe ser indemnizado monetariamente-más allá de los ajustes salariales que suelen ser desviados hacia ese mismo empresario saqueador-ante esa lamentable secuela de esta guerra económica unilateralmente practicada porun Estado que por ahora sólo “ha hecho de tripas, corazones” y que no ha podido detener con la urgida eficacia las arbitrarias subas  de precios que diariamente viene sufriendo el consumidor, salvo con paliativos y sobresfuerzos dinerarios  sólo implementados parcialmente en una parte del país[1] dada su crisis financiera causada por la merma de ingresos petroleros,  sabotajes financieros diversos, y una Fiscalía y Defensoría del Pueblo que han venido operando-sus razones tendrán-de  la manera más lenta y blandengue en cuanto a la aplicación de correctivos no menos eficaces que ese saqueo que sin piuedad alguna cada segundo practica el enemigo a los consumidores, mismos que son son sus dianas principales.

Ha sido durante la presente V República que el Estado ha indemnizado a los comerciantes del Puntofijismo[2] que hayan sido objeto de pérdidas económicas por causa de rebeliones, guarimbas y adversidades varias ajenas a la voluntad de los afectados.


[1] En buena parte de las parroquias del municipio Valencia, a las bolsas Casa por Casa no las hemos visto ni en pintura, y de los CLAP sólo observamos excusas dilatorias, unas tras otras. Ya suman 3 meses los retardos del caso.

[2] Si el golpe de Estado fallido o revertido en menos de dos días hubiera tenido una mayor viabilidad, ninguno de esos comerciantes saqueados hubiera recibido ni 1 dólar por parte de los mismos gobernantes y propiciadores de semejante golpe de E, ya que estos mismos les aclararon que ellos, las víctimas  y los trabajadores que se sumaron a aquella criminal huelga indefinida no cobrarían ni una horita como salarios caídos porque esas pérdidas serian el precio de su colaboración con los golpistas del caso.



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Manuel C. Martínez


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