No he conocido un pueblo más maltratado, dejado, y humillado por quien lo gobierna que el pueblo de Petare, si alguno recuerda el escenario que se mostraba en las películas gringas, a la cual denominaron “Barrios chinos”, esa es la realidad que se vive día a día en esa zona.
La cantidad de actos ilegales que se desarrollan en Petare, permitió que el bachaquerismo consiguiera un espacio donde desarrollarse y instaurarse como forma de subsistencia.
Una de las mayores problemáticas que allí se suscitan, es el crecimiento descontrolado de la economía informal, donde abrigados, hipócritamente en el principio de “la inclusión” se aprovecharon de la revolución para mantenerse y crecer en todo el casco de petare.
¿Será que nuestra dirigencia perteneciente al municipio Sucre del estado Miranda, no se había percatado que en la redoma de Petare y zonas aledañas, se había convertido en un paraíso del bachaquerismo?
Me parece inaudito que muchos de eta seudodirigencia justifican todo el enorme caos presente, alegando que el alcalde contrarrevolucionario y golpista Carlos Ocariz que hoy gobierna este municipio, no toma cartas en el asunto.
Por supuesto que no las tomará, quien podría pensar lo contrario, este municipio es un pueblo sin ley, pero, considero que ningún revolucionario con sentido común podría esperar algo bueno de esta gente.
La política de gobierno de esta alcaldía opositora es reinar sobre el caos, comerciantes nefastos, buhoneros (economía informal) indolentes, líneas de transporte tanto de motos así, como de autobuses usureros, todos en una perfecta coral con un solo objetivo; acabar con el pueblo.
En los barrios “Empresas Polar” se reivindica otorgando códigos a los “bodegueros” para adquirir alimentos, pero con la puñalada oculta, de que cada uno de estos sujetos olvidando que son parte de ese pueblo, expenden los productos con un sobre precio, tomando como referencia la diabólica “cesta petare”.
Poco a poco se incorporan más protagonistas a ese flagelo, creando la lógica nefasta de que para poder sobrevivir se debe ser bachacquero, ahogando y tratando de llevar al ciudadano a un estado de conmoción.
Es una especie de metástasis, mientras la “Misión Distribución y Abastecimiento Seguro” se encuentra desarrollando operativos, cada uno de los comerciantes se convierten en unas ”santas ovejitas”, pero en el mismo instante que estos se retiran, los susodichos se quitan el disfraz ,y comienzan a recuperar lo que dejaron de robar , perdón, de ganar.
Habría que colocar un efectivo policial en cada establecimiento a las 24 horas del día, para tratar de controlar toda esta distorsión, algo humana mente impensable.
¿Será que luego de todo este caos que ha provocado el sector privado, afectando considerablemente la economía nacional, tenemos que seguir apoyándolos, porque según ellos, “generan empleos”?.
Es inaudito que luego de algunas horas de culminar el operativo de la recién creada misión cívico militar, ya en los mercados municipales ubicados en petare, podíamos observar el kilo de maíz a un precio de 1800 Bs, mientras que la harina precocida la ofrecían “las mulas del bachaquerismo” a 2000 Bs, entonces, ¿que puede hacer un pueblo para resistir si cada nueva alternativa que va consiguiendo se le va quitando?
El maíz, se había convertido en una manera de reemplazar la harina precocida por la cual empresas Mendoza nos esclaviza, pero, de pronto, este producto, también entra en el espiral especulador.
Señores dirigentes, nuestro pueblo puede producir su propia masa para su arepa, puede elaborar su propio pan, puede fabricar sus productos básicos de consumo, incluso hasta sus productos cárnicos.
Es necesario que la materia prima llegue directamente a cada comunidad, especialmente en las zonas urbanas, recordemos que los escasos espacios no permiten producirla.
Ya basta de inocentadas, necesitamos el grano de maíz, el grano de trigo, el grano de sorbo en cada barrio, en cada zona residencial, en cada caserío, el pueblo sabe como transformarlo.
“Confió más en la sabiduría del pueblo que en la de los sabios”
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