Antes que un acto de simple redención, más bien las FANB debería hacerse un examen de conciencia; y en vez de darse golpes de pecho, reconocer con gallardía que la institución, también es corresponsable del gran desastre ocasionado por estos fariseos disfrazados de socialistas, y que no perdonan un solo bolívar que se les atreviese en el camino. Desde un comienzo, la falsa revolución dizque socialista, se inició un proceso para domesticar a los componentes del brazo armado del Estado. Designar Ministros sin preparación y experiencia en el ramo, e imponer Gobernadores que eran vistos en las regiones como si fuesen marcianos, sigue siendo el bálsamo para desconectar a las FANB del gravísimo drama social que hoy conmueve a los venezolanos sin distingo de credo o filiación política.
En un amplio y valiente artículo de opinión, el Gral. Cliver Alcalá, refiere que el propio origen de las Fuerzas Armada deriva de la defensa a los derechos inherentes al ser humano, erigiéndose como vía de protección ante el atropello, sometimiento y desconocimiento de estos. Y porque no somos escaparate de nadie, y la verdad aunque escandalice se debe gritar, entonces cabe preguntarse: ¿Acaso no revela complicidad, el hecho de que en el Alto Mando de las FANB se hagan la vista gorda, mientras inescrupulosos funcionarios se enriquecen, a costa del empobrecimiento de millares de ciudadanos que no comen tres veces al día y cuando se enferman no encuentran medicamentos? ¿Por qué tanta diligencia para manifestar lealtad al incompetente inquilino de Miraflores, en vez de investigar la procedencia de esas fabulosas fortunas represadas en los paraísos fiscales?
Por ahora, deberemos esperar atentos a que lleguen los nuevos tiempos y que los tribunales dejen la mala costumbre de perseguir a quienes denuncian la corrupción, pues solo así podrá Cliver Alcalá echarnos completo el cuento sobre la descomposición ético y moral que hoy afecta el prestigio de la institución castrense, y sin que con ello se corra el riesgo de que al denunciante, los esbirros lo depositen en uno de los oscuros calabozos del Helicoide.
¿Y será que con ese pueril pretexto de la debida obediencia, podrán curarse en salud quienes callan, a cambio de beneficios crematísticos?. Amanecerá y veremos.