¿Y esa cola a qué se debe amigo chófer? Le pregunté a un fulano,
pensando que eran vapores de mi fantasía de indecisión, quien metido
en su automóvil, oía música llanera, en una larga cola que estaba como
tantos otros que con larga paciencia esperaban y, después de hurgar
como el malacostumbrado que soy de insistir en saber el porqué de las
cosas por muy insólitas que sean, me enteré inmediatamente que a
Margarita la habían dejado sin gasolina como una tragedia más de las
tantas en que la tienen y, que según la apreciación del gobernador,
Mata Figueroa, que abrumado de poder estatal anda en campaña por
seguir en la gobernación y, quien no pela jugar con sus artimañas de
militar en política provinciana a bajo precio que, con una respuesta a
bocajarro aseguró -me dijeron- que la isla de las perlas había
colapsado por el cambote de afluencia de turistas brasileños,
colombianos, peruanos y, algunos holgazanes guayaneses que como combo
de empeño de dejarnos como improvisadores delante la audiencia
internacional, con sus carros se habían tragado el chorrito de
gasolina que entra en la isla de alto y bajo octanaje y que en sus
países es muy cara y ellos, como el que descubre un río que no es
Riohacha, no les importó ponernos a padecer de nuestro líquido
intravenoso que nos da vida en calles y avenidas, por lo que hemos
quedado tirados en las vías como carros viejos y, lo más arrecho de
todo que saca de quicio a cualquiera es vivir en fila india a toda
hora.
Y, más cuando se trata de un líquido que no es vital y más barato que
el agua que sí es vital y, que el gobierno la regala a bajo precio al
pueblo venezolano, molesta por demás que vengan esa jauría de turistas
entecos a acabar con nuestra paz de llevarse lo nuestro regalado y,
otra vaina que me satisface en el alma como habitante del otro lado de
la acera política que, cuando hablaba con mi informador colero, venía
una moto con dos personas de diferente sexo y, una gorda y fea,
trepada en la parrilla con el tripero afuera lo común como cauchos
lisos de la obesidad, con furia nos gritó al pasar cerca a todo
pulmón: "Seguimos teniendo Patria, coño", lo que no entendí, pero no
nos cayó mal que todavía sigue esta inoportuna cola que afea nuestros
espacios físicos cuando, acá todo es belleza y, decir que nos falta
algo, sería ofender al gobernador y al gobierno de Maduro de tanta
preocupación por mantenernos callados, gordos y aseados que lo único
que nos falta para vivir mejor es que Trump haga las paces con Nicolás
como él le ruega por debajo de cuerda a su entendimiento que su
petróleo está seguro y, a veces debemos tener sarna en nuestro cuerpo,
aunque sea para rascarnos, ya que sarna con gusto no pica y sin
gasolina más.
También puedo de decirles que me informé y es como una incógnita que
queda al aire a la virginidad de de propagación de quien quiera
comprobarlo y despejarla de por sí y,( ...) como para el gobierno no
hay secretos que manchen su buena reputación de nada embusterosos ni
falsantes como la oposición que no vive de falsos positivos y es que
posiblemente acá en Margarita en las próximas bolsas clap traigan en
su interior: una pimpina de gasolina, para evitar así los
conglomerados de turistas en busca de nuestra gasolina y no escapa a
la imaginación del margariteño que la idea venga tras las ideas de
conejos de Freddy Bernal y, así lo que faltaría para el gran banquete
es la leña que leña es lo que sobra en lo adelante a medida que se
abra el debate electoral que desde ya sabemos que un pueblo sin
gasolina no tiene transporte público y así camina.
Lo bueno de todo es que no salimos de una para entrar en otra como si
de las blusitas de la exfiscal, Luisa Ortega, se tratara que anda sin
gasolina en Colombia sin asilarse, para poder venderse con más
prestigio de lo que está en el mercado internacional, para seguir como
la gasolina de isla que le hagan cola y se hipoteque con sus verdades
como se hipotecó Hebert García plaza en EEUU, no sin antes tirarles
unos buenos peñonazos a Maikel Moreno, a Cilia Flores y al ministro de
la Defensa Padrino López.
Pero carajo, tenemos Patria y lo demás es cuento. O sino coja para acá.