Jamás me imaginé que al querer pagar con mi tarjeta de débito del banco de Venezuela (Una cuenta nómina que no tiene cheque, no te da dinero por caja, sino por puros cajeros automáticos, los cuales son un desastre), no sólo iba a pasar la pena de tener que pagar los corotos con otra tarjeta (que por fortuna tenía plata), sino el tortuoso camino que he pasado para cobrar mi dinero que esa vez me lo debitaron en la cuenta, pero que por el punto de venta no se cobró.
No me quedó más remedio que calarme una tremenda cola (¡Qué raro¡) al otro día, en una sede del bendito Banco de Venezuela y la empleada me dijo muy tranquila: "No se preocupe, si en 48 horas no se le repone el dinero, venga para acá, y realiza el respectivo reclamo".
Pero afortunadamente, encontré una amiga, saliendo del banco y como le expliqué mi caso, me recomendó: "Hazlo mejor por teléfono y te evita esas colas. Es más yo tengo por aquí el número y la opción que debe marcar". Me gustó la idea, pero ahí empezó mi desgracia, porque el 25 de julio pasado hice el respectivo reclamo y me dijeron que no pasaba de 20 días, pues ya va para tres meses y cada vez que llamo la respuesta es la misma; "Está en proceso", luego de dejarme esperando un buen rato y pedirme siempre los mismos datos.
Este diez de octubre en la noche a eso de las nueve y cuarto de la noche, intenté de nuevo averiguar mi caso por enésima ocasión y una vez que marqué la respectiva opción, por veinte minutos escuché un montón de veces lo siguiente (Y después me cortaron o se cortó la llamada): "Para nosotros su llamada es importante. En breves segundos será atendido por uno de nuestros ejecutivos telefónicos: Banco de Venezuela, inclusión es nuestro camino".
Menos mal que son "breves" segundos, porque si fueran largos, se convertirían en horas para atenderte.
Pero al final de la charada yo lo que quiero es que me devuelvan mi dinero, pues para el tiempo que me lo debitaron(19-07-17) de la cuenta, hubiese comprado con esos 28 mil 500 bolívares dos cartones de huevo y ahorita no se compra ni uno.
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