En cualquier otro país del mundo se ve con cierta frecuencia que los ministros renuncian por incapaces, por mentirosos, por corruptos, pero aquí ni por el carajo que veremos a un ministro dimitiendo , aunque le haya caído a muelas al pueblo y al mismo Presidente, diciéndole que todo marcha como una Pepa en cuanto a los resultados obtenidos en el dialogo con los " empresarios" de FEDECAMARAS , cuando no es verdad que esos diablos van a permitir que le rebajen los precios a niveles que el pueblo pueda comer los 3 golpes al día. O prometiéndole al pueblo que en pocos días publicarían la lista de los precios acomodados. NO SE POR QUE ESTE ASUNTO SE ME PARECE TANTO A LISTA DE CORRUPTOS DE PIÑERUA., es que de verdad lo malo se pega.

Algo que si ocurre con frecuencia en Venezuela es que no solo los ministros no renuncian, sino que sin haber hecho nada resaltante para mejorar la situación económica del país, los rotan o lo enrocan y otra cosa que sucede como cosa peculiar de nuestra política es que los candidatos perdedores en los procesos electorales, los premian con un cargo en el gobierno.

Con razón muchos compatriotas se "matan" por ser candidatos, aunque no tengan chance alguno de ganar, porque están seguros que tras su derrota viene el premio de consolación.

Hasta tanto no se establezca la tabla de meritos para ser ministros, gobernadores, Alcaldes, Diputados Y Concejales, seguiremos viendo al Presidente pegando gritos en el desierto, pidiendo a sus colaboradores "vayanse a la calle, busquen al pueblo, pónganse a la cabeza para luchar contra la guerra económica," pero por lo que se ve, "muchos diran, es que acaso yo vine aquí a perseguir especuladores", no mi estimado, yo vine aquí fue a gobernar. Eso es lo que se llama contar con un ejército de generales de mil batallas, pero que nunca dispararon un tiro.

Pues bien hasta el mismo Diosdado cayó en esa telaraña de prometer lo que al parecer no está en su ánimo de cumplir.

El día que asumió la Presidencia de la ANC, dijo "me pondré al frente del ejercito de diputados constituyentes para dar la batalla contra los especuladores". No sé, pero me da la impresión que también arrugo.

Por lo tanto al ritmo que vamos los "PRECIOS BAJARAN CUANDO LA RANA ECHE PELOS"

Pero por otra parte hay un detalle que no deja de ser preocupante y es que cuando la palabra de los dirigentes gobernantes comienza a devaluarse en la opinión pública, mas en este país, que es presidencialista, donde la palabra del presidente tiene tanto peso, se abren las puertas al desacato por la precariedad en que cae la palabra del gobernante.

De allí la necesidad de cuidar que no ocurra con la palabra de nuestros líderes, lo que está ocurriendo con la devaluación de nuestra moneda, que ya nadie la percibe como algo que tiene un valor importante, sino que la usa por mera necesidad.

Ese detalle es grave y nos preocupa a los que estamos casados con este proceso en honor al Comandante Chávez, pues resulta altamente peligroso, particularmente en esta situación que estamos viviendo enfrentados a intereses tan poderosos, que la palabra de quienes dirigen al gobierno en todas sus instancias, vaya perdiendo fuerza en la atención de la gente.

El presidente Maduro no se puede dar el lujo en permitir que en las circunstancias actuales por una oferta incumplida de uno de sus ministros, se le dé la oportunidad al sector de la derecha que tiene tanto poder mediático, para acuñar el calificativo que ya echaron a rodar con el tema de la fulana lista de precios que el ministro TAREK ALAISAMI salió a prometer en medio de tantas expectativas, sin que la misma se hiciera realidad.

Falla que hoy pretenden aprovechar, aquellos que sin ninguna moral, por ser parte de los causantes de los males que padece el pueblo venezolano, tratan de abrogarse el derecho a calificar de mentiroso al gobierno de Maduro.

Esas ventajas en política no se pueden dar, pero además deben ser objeto de decisiones contundentes del jefe del estado, para revalorizar la devaluada palabra del gobierno.

Como nadie mas deseo que el gobierno me sorprenda, dándole un revolcón a tanta desidia, indiferencia y falta de gobernabilidad por parte de sus ministros y demás eternos enchufados,para emprender junto al pueblo de a pie la gran batalla contra esta guerra económica, que a juzgar por los resultados la estamos perdiendo de calle.