¿Corrupción o Bloqueo, cuál provocó la crisis? (II)

En el artículo anterior (https://www.aporrea.org/contraloria/a296933.html) abordamos el tema corrupción en esta segunda etapa trataremos el tema del bloqueo.

Los bloqueos son formas de guerras silenciosas, o las guerras bélicas con invasiones y destrucción de los países son promovidas por corporaciones industriales como por ejemplo la de Irak para el control del aparato petrolero del país, se habrán preguntado ¿en qué licitación participó la Haley Burton Compay para que le asignaran la reconstrucción y manejo posterior de la infraestructura petrolera de ese país? Estas corporaciones tienen mercenarios como vocería política algunos como senadores, diputados o sencillamente vocería de políticos de oficios como la derecha de Venezuela. Al concluir la guerra o al deponer el gobierno viene la repartición del botín de guerra, que en el caso de Irak se le dio a esa trasnacional la reconstrucción de la refinerías, sistemas de servicios y oleoductos destruidos, el daño lo paga el país y los beneficios son mayores que los invertidos en la guerra. Acá podemos ver en la derecha venezolana como les han ido asignando empresas de producción a los capitales privados y como se distribuyen entre sus partidos los recursos del país, eso no lo ponen los opositores en la discusión, ni los efectos del bloqueo sobre Venezuela.

Cuando comparamos el bloqueo contra Venezuela vemos que el atenazamiento es más feroz que incluso el cubano, confiscan o roban las importaciones y el grupo de países con los que se puede negociar es cada vez menor, Cuba por ejemplo tiene inversiones conjuntas con empresas del turismo español y es visitada anualmente por más de un millón de turistas hasta de los propios EEUU, cosa impensable en nuestro país donde se les dice a los extranjeros que no viajen a Venezuela.

Países como Corea del Norte, Rusia e Irán también sufren bloqueos, seguramente el de Corea sea el más fuerte, estas naciones tienen un elemento a favor que es el desarrollo o producción del conocimiento, el bloqueo contra ellos ya no es por el control de recursos naturales o la instalación de mercados de capitales como botines de guerra en busca de materia prima y/o mano de obra barata, sino la necesidad de desplazar la competencia tecnológica que se puede generar a partir del desarrollo de estos, por ejemplo los sectores armamentista, petróleo, energía nuclear, biotecnología y biomedicina, que a excepción de la construcción son las corporaciones que han determinados los gobiernos de los EEUU.

Vale preguntarles a los exgerentes del chavismo que hoy militan eufóricamente en la oposición y por ende en el supremacismo: ¿cuál fue su aporte al conocimiento durante su periodo de gestión? ¿Qué o cuantos procesos transformaron a partir de sus ideas de innovación tecnológicas? o ¿Cuál fue el valor agregado que le dieron a la producción de esas instituciones? Hacemos estas interrogantes porque se quiere ver la gestión de gobierno como un hecho deficiente y signado por la corrupción pero no se ubica que el desarrollo de un país no es solo un problema de la gerencia sino de los diferentes actores sociales del proceso productivo.

Se habla de la corrupción de los gerentes pero no la de los trabajadores y las desviaciones morales que se encuentran, la abulia y hasta los sabotajes expresos con paros y daños a equipos, intencionalmente se pretende desconocer los efectos del bloqueo y hasta se alinean con el discurso de la derecha.

En conclusión, esta crisis está signada por seis macro factores: el primero lo constituye el bloqueo estadounidense expresado en las sanciones, prohibiciones de compra, despojo de nuestros recursos en el extranjero, limitaciones para la movilidad de funcionarios, presiones sobre otros países para afectar al nuestro y hasta la imposición de un presidente paralelo con su respectivo financiamiento y acompañamiento mercenario.

El segundo factor lo constituye la derecha nacional con sus expresiones políticas y económicas, los que piden sanciones, sabotean procesos, promueven violencia y magnicidios… en fin, son expresiones de un neofascismo encarnado en lo político pero que se acompaña de una burguesía improductiva financista de golpismo, que no es capaz de aumentar sus aportes al país ni siquiera de conseguir alianzas internacionales para el desarrollo de sus jugosas inversiones en Venezuela, los mismos empresarios que promueven el desabastecimiento, el acaparamiento, la inflación, el ataque a la moneda, promoción de la corrupción y que creen o hacen creer que sus males son producto de la sola acción del gobierno.

El tercer factor lo constituye la llamada derecha endógena mostrada en la ineficiencia, burocratismo, a los que se les dedicó el artículo "El Principio de Peter en la Gestión Pública" (https://www.aporrea.org/contraloria/a295079.html), pero que también se acompaña de la abulia o reposerismo de los trabajadores, la corrupción en las instituciones o sus funcionarios, los gremios que obstaculizan las operaciones y no son capaces de entender los procesos políticos sino sus interés económicos.

Como cuarto elemento, a estos factores se le suma inevitablemente la crisis por la pandemia que hoy ha hecho que caiga el PIB de los países, excepto China, por lo que inevitablemente ha impedido al país de desarrollar su propia economía por la ineludible cuarentena. Contrario a Venezuela, en Argentina la derecha insiste en asumir que la crisis es producto de pandemia para no asumir el error de gobierno neoliberal de Macri. El hecho cierto es que la pandemia ha afectado a todos los países del mundo indistintamente de su condición política o su supuesta pureza en cuanto a la corrupción.

Quinto, la mayor corrupción se da donde hay mayores capitales, o sea que si el 1% de la población maneja el 99% de los recursos del mundo, implica en analogía al método estadístico de Paretto, que los beneficios derivados del acto de corrupción estarían en esa misma proporción. Sin embargo eso no exceptúa de responsabilidad a la población civil que se vale de métodos para la búsqueda de excepciones o concesiones de la autoridad. Vale recordar que la corrupción comienza cuando se negocia la autoridad.

Sexto, mientras el país no produzca conocimiento habrá crisis y será difícil superarla, al menos que hayan circunstanciales bonanzas de recursos, esa es la ventaja es que poseen países como Irán, Rusia o Corea. Hay que desarrollarse con nuestros propios recursos sin contar con la supuesta inversión extranjera y que si llega es más costosa que su aporte por los efectos de las restricciones impuestas a través del bloqueo.

Ante la discusión bizantina planteada, si es el bloqueo o la corrupción el responsable de la crisis, hemos sido críticos y autocríticos. Sería bueno que la derecha asuma su responsabilidad del daño que le han producido al país, aunque sea por un instinto de búsqueda de la ética.

*El autor es docente UPTAEB-Lara



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Endert Gil Montserrat

Ingeniero Electricista y docente de la UPTAEB-LARA .

 endertgil@gmail.com

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