Los grafitis de Saab

"El Gobierno de Venezuela exigió este viernes a Cabo Verde la liberación inmediata del empresario colombiano Alex Saab, quien está detenido desde junio en ese país africano (Suráfrica) y es solicitado en extradición por Estados Unidos, que lo acusa de ser un presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro." Resulta ahora que en una porción importante de Caracas, en la parroquia El recreo, hay grafitis bien pintados que piden la libertad del empresario colombiano (¿diplomático?), solicitando el respeto de sus derechos humanos. Llama la atención la preocupación de quienes los hacen, pidiendo justicia por la situación de cárcel en la que se encuentre este empresario, es decir, ¿acaso hay un "movimiento político de masas" que se ocupe de este tema en particular: el asunto "Alex Saab", o será su familia? Es claro que su preocupación no es la violación de los derechos humanos, sino aquellos referidos a empresario colombiano, que está a medio camino entre general Baduel y el "casa por cárcel" (¿?) del prófugo Leopoldo López. Es una "víctima del imperio", pero, ¿quién en este país no lo es?

Muchos de estos grafitis están hechos en los edificios de Misión Vivienda, por lo que suponemos que los grafiteros viven en ellos o vinculados comités multifamiliares o consejos comunales, pero, para no prejuiciarnos del todo, ¿qué sentido tiene que un grupo de grafiteros se dedique a defender a Alex Saab en este momento? ¿Qué ha hecho este señor que no sean negocios conocidos con el gobierno? Esa es la razón de su cárcel, su vínculo con Maduro y el gobierno, Saab no es "el campeón de la libertad", es un mercachifle más que se equivocó en razón a su ambición, nadie nos va a convencer de que sea el profeta Mohamed.

Una motivación positiva es que estén defendiendo al gran proveedor de los clap. Pero otra, negativa, es que realmente sea un testaferro de alguien importante dentro del gobierno, como creen los gringos. Lo cierto es que resulta difícil que sean grupos políticos, ni "espontáneos", sino la maquinaria política al servicio del gobierno, colectivos tarifados, o una supuesta "juventud" del PSUV, o de Somos Venezuela, quienes por unos dólares hacen cualquier cosa que se les pida que hagan ("si quieres dólares, ¡gánatelos!"). ¡Salven a Saab! no es una bandera política humanitaria, es una campaña del gobierno, vaya usted a saber por qué tanto empeño.

La política degradada a niveles subterráneos. Si el gobierno quiere defender los derechos humanos que empiece por permitir juicios justos, que le llamen la atención al fiscal para que deje de condenar a la gente antes de ser juzgada; que dejen de encarcelar gente sin juicios, eso sería una buena señal humanitaria…

Pero nos adelantamos a nuestra conclusión ¿Quiénes serán los autores de estos grafitis? Detrás de los grafiteros hay una manipulación clara. Detrás hay una intención vulgar, despreciativa (y depreciable a la vez), para involucrar a mucha gente en la defensa de un agente (o cómplice) del gobierno en algunos de sus chanchullos secretos. Nadie, gobierno o particular, tienen de embajador un mercachifle avieso como el señor Abaad; nadie hace negocios con este señor de intermediario sin que haya algún beneficio de por medio. Si no sancionaron al gobierno, pues bien detuvieron a Saad. Y, bueno, está preso, ese riesgo debe estar en alguna cláusula del acuerdo firmado con el mercader, que debe haber arriesgado tanto como ganado en ese negocio.

¡Viva el comandante Mogolla!, ¡Viva el padre Wuytack!, es un gesto político, una señal política, pero, "viva Abaad", ¡coño, es una manipulación extravagante de quienes no tienen bolas revolucionarias; solo sagacidad, astucia, OSADÍA, para engañar a un pueblo aplastado por la necesidad!

Libertad para Abaad, pero digan la verdad, dejen los secretos, ¡dejen de ser tan hipócritas y digan la verdad!, seguro se salva, a la justicia capitalista no le importa ese señor, ellos van por otros.

PD: Hoy se lee en las noticias "Fiscal General: Eulogio del Pino y tres ex-funcionarios de Pdvsa irán a juicio oral y público por corrupción en Petrozamora", por fin llevan a juicio a funcionarios de pdvsa acusados de corrupción después de haber sido, no acusados, sino condenados por el fiscal, quién los expuso a la vergüenza pública, al escarnio; un ministro esposado como un delincuente peligroso. Lo mismo hace con Rafael Ramírez. Con un fiscal así quién necesita la oposición fascista, la misma que lo maltrató cuando el golpe del 2002… Creo que este señor ha hecho mucho daño, físico y moral (la muerte en custodia del Estado de Nelson Martínez la lleva en su consciencia), pero, como en un drama trágico, no tienen tiempo para el arrepentimiento, su destino está escrito, continuará con su odio fúrico hasta que de vuelta la tortilla.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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