Solo los cobardes le tienen miedo a las palabras, eso yo lo digo, sin embargo, estoy seguro que otras personas lo han dicho también, o algo parecido.
La lógica es la siguiente (más o menos):
1- Cuando alguien le teme a las palabras, es porque tiene algo que esconder.
2- Si la persona esconde algo, esto significa que la persona teme la verdad.
3- Si la persona teme la verdad, la persona miente, sea conscientemente o por omisión, para tapar la verdad.
4- Alguien que miente, también supone que los demás mienten porque piensan que todos pensamos igual.
5- Sin embargo, la mayoría de esas personas que mienten y que piensan que todos mienten, no se dan cuenta del hecho de que existe una cierta proporción de la población humana que no miente intencionalmente (yo diría hasta un 33%), y por ende, son personas, contrario a ellos, que no le temen a las palabras.
6- El hecho de que estas personas que mienten no se dan cuenta de esta realidad, o no quieren aceptarla, o que la utilizan a su favor, implica que tienen, sea, a) una capacidad intelectual limitada (los "bobos"), y por ende no saben realmente lo que hacen, o, 2) tienen una capacidad intelectual superior al promedio, y saben exactamente lo que hacen. En mi experiencia, son pocos los entremedios, o sea, son muy inteligentes, o son poco inteligentes, nada de entremedio (o poco). Las personas de entremedio, la mayoría, sabe distinguir y descifrar entre la verdad y la mentira y actúa en consecuencia, variando su comportamiento respectivamente dependiendo de las circunstancias, raramente anclándose a una idea, creencia, o compartimento fijo.
(NOTA: Cuando hablo de inteligencia, no hablo de la viveza criolla, ni nada al estilo, hablo de la capacidad intelectual del cerebro, o sea, hablo de la capacidad de procesar y analizar información, cifras, conceptos, y de entender, de deducir, y de resumir, y cosas así.)
7- En el caso de que sean personas muy inteligentes, conscientes de lo que hacen, entonces el hecho de temerle a las palabras es una excusa viable --- para ellos --- para justificar cualquier tipo de acciones subversivas para impedir que las palabras indeseables sean propagadas a su detrimento.
(Los "bobos," bueno, ellos siempre caen en algún momento.)
¿No es así?
Ahora, en base a mis experiencias en el ámbito de la investigación de fraude corporativo y el espionaje industrial, lo que ocurre a menudo es que el autor intelectual de algún esquema fraudulento, es una persona extremadamente inteligente con una capacidad intelectual muy elevada en comparación con la mayoría, sin embargo, para tapar su fraude, utiliza a personas de menor inteligencia para llevar a cabo sus actos subversivos, los cuales normalmente son muy bien escondidos y orquestados. Esto lo protege a él --- el autor intelectual --- al asegurar que él mismo no caiga acusado o condenado, sino que sea el "bobo" que trabaja para él que caiga, alguien que a menudo no tiene suficiente capacidad intelectual (y/o experiencia de vida) para darse cuenta del hecho de que él mismo estaría participando activamente en la comisión de un fraude (un delito penal en la mayoría de las jurisdicciones del mundo).
(Un ejemplo perfecto es el caso de Bernie Madoff: https://en.wikipedia.org/wiki/Bernie_Madoff)
Normalmente estas personas --- los "bobos" --- son las víctimas de la malevolencia de sus propios jefes (Madoff, por ejemplo), y son casi siempre quienes caen acusados, condenados, y presos (o en algunos casos, desaparecidos también, como ocurre en Venezuela).
Esto dicho, quiero ahora extender este mismo concepto de jefe y "bobo" a lo que está ocurriendo con el bloqueo de Aporrea.
Para mí, la orden de bloquear Aporrea viene desde arriba, pero son los "bobos" quienes manejan el asunto para los jefes, así los jefes no pueden ser acusados de nada, simplemente se quedan calladitos, y dejan que sus "bobos" se ocupen.
Bueno …
Así lo veo yo.
Como saben, Aporrea ha estado bloqueada --- parcialmente y rotativamente --- en Venezuela desde febrero del 2019, hace más de 2 años. También fue preso por lo menos uno de sus escritores por haber expresado algo que según el Estado no debería haber dicho. Otro ha misteriosamente desaparecido. Yo fui amenazado de ser desaparecido. Otros no dicen nada. Algunos se han retirado. Otros cambiaron su forma de expresarse.
Todo esto debido a la imposición de la censura y el bloqueo a Aporrea por parte del actual Estado venezolano, un Estado que le teme --- como una plaga --- a las palabras.
Ahora, aquí debo decirles que debido al peligro, me voy a autocensurar, solo les proveeré unos pocos detalles, el resto ustedes mismos tendrán que deducirlo.
1- Notarán que desde el comienzo del año 2019 el número de lecturas relacionado a los artículos de opinión en Aporrea, ha bajado considerablemente (cifras aproximativas).
Oscar Heck (2004 - hoy): De un promedio de 3000 lectores a 1000.
Javier Vivas Santana (2003 – hoy): 6000 lectores a 3000.
Toby Valderrama (2002 – hoy) : 5000 lectores a 2000.
O sea, se podría decir que en promedio ha habido --- para estos tres escritores de larga data en su conjunto --- una baja de 50% en el número de lectores en 2 años, y eso es mucho, o sea, eso no es normal. Sin embargo, ha sido todo lo contrario para algunos otros escritores (cifras aproximativas), escritores que son mucho más recientes aquí en Aporrea (unos 10 años de diferencia):
Narciso Torrealba (2013 – hoy): 50% de sus 100 artículos más leídos ocurrieron en 2019, 2020, 2021
Gian Carlo Di Martino (2017 – hoy): 40% de sus 100 artículos más leído ocurrieron en 2019, 2020, 2021
Servando Marín Lista (2013 - hoy): 30% de sus 100 artículos más leído ocurrieron en 2019, 2020, 2021
NOTA: Elegí estos 3 ejemplos, Narciso Torrealba, Gian Carlo Di Martino, y Servando Marín Lista, de aquí en Aporrea, sin prejuicios, ya que uno de ellos ha sido un ferviente defensor y apologista del actual Estado venezolano desde el 2013, el mismo año que fue establecido el actual Estado venezolano después de ls muerte de Chávez, algo que ciertamente le favorece al actual Estado (2013 – hoy), otro es un defensor categórico del actual Estado desde solo el 2017 y además es un diplomático del Estado, algo que ciertamente le conviene aun más al Estado porque así puede, a través de Aporrea, un sitio muy bien establecido desde el 2002, promulgar la propaganda a favor de Estado, y el otro, aunque no defienda al Estado como tal --- que yo sepa --- , y me gusta mucho como escribe, observa y comenta de manera "crítica," pero no de manera frontal como lo hacemos nosotros, algo que también le conviene al Estado para tal vez "equilibrar" la percepción y así tapar la verdad sobre la censura que estaría ocurriendo.
Ahora …
Para comparar los porcentajes (cifras aproximativas también):
Oscar Heck: solo 15% de sus 100 artículos más leído ocurrieron en 2019, 2020, 2021
Javier Vivas Santana: solo 15% de sus 100 artículos más leído ocurrieron en 2019, 2020, 2021
Toby Valderrama: solo 15% de sus 100 artículos más leído ocurrieron en 2019, 2020, 2021
¿Ven la diferencia?
Si todo esto fuera "normal," no existiría este tipo de baja marcada para estos escritores de larga data mientras se alza considerablemente el número o el porcentaje (proporción) de lecturas de ciertos escritores de corta data. La audiencia de Aporrea ha sido básicamente la misma desde el comienzo, eso no ha cambiado, observo yo, en base a los lectores que me escriben.
¿Verdad?
¿Entonces?
¿Será esto una casualidad?
Y si no fuera una casualidad …
¿Cómo harían para controlar esto?
¿Cómo se hace para que durante un espacio de tiempo definido (2019, 2020, 2021) se incremente el número de lectores para ciertos autores "más deseables" mientras se reduzca para los "menos deseables?"
Hay muchas maneras de hacerlo, pienso yo, y una de ellas es relacionada con algo que una persona que trabaja dentro del Estado me explicó, y eso es que desde sus entrañas, el Estado ha estado llevando a cabo lo que llaman una "guerra mediática," donde tienen un montón de personas haciendo clic sobre artículos a favor del Estado --- y sobre comentarios a favor del Estado en las redes sociales --- mientras por otro lado bloquean ciertos medios de comunicación (son muchos) para así reducir el número de lectores asociados a los artículos y opiniones que no sean favorables al Estado, y simultáneamente aumentar la propagación de artículos y opiniones a favor del Estado.
(Eso lo encuentro muy sucio y de muy baja calidad humana.)
Eso me lo explicó alguien que sabe lo que ocurre dentro del Estado, y no tengo absolutamente ninguna razón para no creerle ya que es, en mi opinión, una persona honrada que no miente, y es chavista, pero de verdad (no forma parte de la actual tendencia "chavista" promulgada por el Estado).
Lo que me dijo también coincide perfectamente con la muy silenciosa creación del CESPPA por parte del actual Estado venezolano poco después de la muerte de Chávez (octubre del 2013).
Ver: https://www.aporrea.org/actualidad/a300181.html
CONCLUSIÓN
Así como en cualquier tipo de fraude, siempre hay los jefes, y siempre hay sus secuaces, o "bobos," pero aunque ellos a veces se crean muy inteligentes, no lo son, son más bien víctimas, víctimas iguales a las víctimas de sus jefes.