Hay una enorme discusión, que desde mi perspectiva debe ser de principios éticos, luego que el merenguero dominicano Bonny Cepeda confesara en su país ante el entrevistador Santiago Matías, conductor del programa Alofoke Radio Show, la suma que el referido cantante cobró en 2020, al presentarse en Miraflores en el cumpleaños de Nicolás Maduro.
En tal sentido, según se desprende en parte del video, estas fueron las palabras del cantante ante los emplazamientos del locutor en la polémica entrevista:
Cepeda: "Entonces, nosotros, los pobres artistas (negritas y subrayado del articulista), no somos los encargados de sustituir un Estado" (…)
Matías: "¿Cuánto le pagó Maduro a usted?"
Cepeda: "Muchísimo"
Matías: "¿Cuánto?"
Cepeda: "No, no quiero decir esa cantidad"
Matías: "¡Debería! Pa` uno sabé ¿cuánto vale más o menos? (…) "
Cepeda: -Antes de que Matías terminara la interrogante anterior – Dijo: "60 mil dólares"¹.
Por supuesto, que más allá de consideraciones políticas entre quién tiene o no la razón sobre la visión del cómo o ante quién debería presentarse el susodicho merenguero, y asumiendo que la moral y la ética de Bonny Cepeda, en honor a la verdad poco me importa si éste decide cantarle a narcotraficantes como Pablo Escobar y exdictadores de la talla de Manuel Antonio Noriega como también lo recordó en esa entrevista², como venezolano si estoy obligado a exigir respuestas tanto a la cúpula madurista como a sus más acérrimos defensores, sobre todo aquella "intelectualidad" que en su senectud dice que este "gobierno" en una víctima de que no haya dinero ni siquiera para las más elementales necesidades de dotar de tratamientos a los pacientes oncológicos, o los niños con problemas cardíacos.
Lo que queda en evidencia con semejante confesión de Cepeda, quien aparentemente habría pedido disculpas a Maduro por lo que se ha derivado mediáticamente desde esa entrevista³, pues, esto de ser cierto, ´lo que también termina es de oscurecer lo que ha generado tal presentación en Miraflores más allá de su costo monetario, que resulta ínfimo con el costo político que semejantes declaraciones han originado sobre el madurismo, y sobre el propio Cepeda en términos de su aceptación artística, porque aunque ahora se busque una especie de "(auto)desmentido" para decir de manera cantinflérica "que eso fue lo que dije, pero eso no era lo que quería decir" , como se dice en mi pueblo: "la primera palabra es la que vale".
Del mismo modo, esto comprueba que el madurismo gasta el dinero de los venezolanos a sus anchas sin la mínima contraloría, y menos sin rendirle cuentas a nadie. De hecho, no sé por qué esta presentación de Bonny Cepeda me recuerda tanto a la llamada "partida secreta" que tantas veces denunció el fallecido José Vicente Rangel en sus tiempos de periodista, y con más énfasis durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez ¿Y por qué referirnos a "partida secreta"’ ¡Bueno! Es que el madurismo jamás ha hecho públicas sus cuentas de los gastos presidenciales, y aunque llegáramos a asumir que la presentación del merenguero dominicano fue un "regalo" a su amigo Nicolás Maduro, es obvio que su traslado, logística y gastos derivados para este tipo de eventos requieren de un presupuesto, que el madurismo cuando menos hasta ahora no ha informado públicamente a ese pueblo que dice "representar" en el espacio presidencial.
Y si lo anterior, es parte de una discusión ética que apenas comienza, lo que sí está claro es que la argumentación del "bloqueo" que a cada rato invoca el madurismo para justificar tanto desastre y podredumbre social, en el medio de innumerables necesidades que confrontamos como población hasta para tener algo qué comer en nuestras neveras y despensas, es que ellos(as) se dan el lujo de tener artistas internacionales en sus cumpleaños, y más aún al parecer todos esos gastos son pagados en la moneda que hace poco era catalogada de "criminal", y la cual al parecer ni siquiera es sustituida en "petros" para cancelar viáticos o gastos propios del cumpleaños de Nicolás Maduro, lo que obviamente, se convierte en una inmensa burla y desprecio ante quienes incluso deben sobrevivir con "salarios" promedios de dos dólares mensuales, o luchan por comprar un medicamento o aplicarse algún tipo de tratamiento que preserve la vida.
Bonny Cepeda de quien reiteramos, poco nos importa si decide cantarle al propio Satanás si lo contrata, ha perdido toda cualidad moral para transmitir mensajes de "amor y paz", incluso con una canción que en una oportunidad grabó con niños de América Latina, y en donde por cierto, cuestionaba la tiranía castrista, cuando parte de la prosa de esa melodía titulada: "Que canten los niños", decía al respecto:
Este espacio queda en blanco
Es de los niños de Cuba
Que aunque quisieron venir.
Fidel no los dejó salir (bis)⁴
En otras palabras, cuando Cepeda dice que él es un "pobre artista", tiene razón, porque solo un pobre artista es capaz de emplear a los niños en sus canciones con propósitos de hacerse fama internacional, para después en el colofón de su historia musical asegurar que poco importa quién lo contrate, aunque los orígenes de los fondos provengan del infierno. Con razón algunos hasta han llamado al dólar "criminal".
Triste papel de Bonny Cepeda y despreciable acción del madurismo en seguir justificando que sus tropelías son por "amor al pueblo", para al final resumir una presentación en "una fotografía", mientras millones de venezolanos siguen emigrando porque ni siquiera tienen ingresos mensuales que sean de "3,03" dólares para pagar la habitación de un modesto hotel, y contradictoriamente otros, en su "vivencia socialista" por cantar un par de canciones con denominaciones semejantes llegan hasta ganar 60 mil dólares.
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¹ El merenguero dominicano Bonny Cepeda aseguró que recibió 60.000 dólares por cantarle en una ocasión a Nicolás Maduro…
https://twitter.com/directolafuente/status/1400081375047426050
⁴https://www.albumcancionyletra.com/que-canten-los-ninos_de_bonny-cepeda___236798.aspx