¿Quién detiene a Intercable?

La empresa de telecomunicaciones Intercable (Corporación Telemic) ha venido, progresivamente, aumentando el precio de sus servicios en Venezuela. El aumento no ha sido exiguo, sino grande; mes a mes esta empresa sube, de forma desproporcionada, sus precios.

Cuando instalaron en mi casa la fibra óptica, tenía un precio de veinte dólares al cambio y, ahora, al momento de escribir esta nota, está cobrando treinta y tres dólares. El aumento se hace más grotesco cuando se observa la devaluación que ha tenido el bolívar durante los últimos seis meses aproximadamente. Hay que reparar también en que Intercable, con su política de precios, ha devaluado el dólar.

Basta con recorrer las cuentas de Intercable en las redes sociales para darse cuenta de las quejas y las denuncias que han hecho muchísimos usuarios a CONATEL, no solo por los precios, sino por el muy mal servicio que presta. Hasta ahora, esas quejas, esas denuncias, han caído en saco roto. Los venezolanos manejamos muchos malestares a diario, y vemos como nuestras denuncias se diluyen siempre y quedan en la nada, ya que los organismos encargados de velar por nuestros derechos no hacen su trabajo.

¿Cuántos años tiene el pueblo denunciando a Intercable? ¿Qué hemos logrado? El mal se expande, ya que este tipo de cosas lo que hace es que el ciudadano de a pie se dé cuenta de que no tiene un Estado firme que lo proteja de las arbitrariedades de los comerciantes, y eso, qué duda cabe, es una forma de corrupción. Nos preguntamos entonces ¿para qué sirve CONATEL? ¿Únicamente para cerrar o boquear emisoras y páginas de internet que no le gusten al gobierno? ¿Es esa, entonces, su función?

Ante una real, de calidad y fiable alternativa en cuanto a internet, ya que el que ofrece la estatal CANTV es pésimo (el peor del mundo), los venezolanos nos vemos obligados a contratar con empresas privadas, y estas, ni cortas ni perezosas, se valen de la incapacidad e inacción de las instituciones del estado para ejercer su acción de pillaje, de robo, de corrupción privada.

La internet y, en general, el entretenimiento, son unos derechos básicos (hoy en día la internet es extremadamente necesaria) y, por ende, los venezolanos exigimos al estado que tome cartas en el asunto, ya que, nuevamente, somos víctimas del robo de una empresa privada.



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José Miguel González Villalobos

Abogado, Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, Cristiano, Bilingüe, con baja tolerancia a la estupidez. Entrenador personal.

 miguelvillalobos9@hotmail.com      @jomigovi

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