No en vano Ernesto “Che” Guevara escribió ese hermoso libro, “El socialismo y el hombre nuevo en Cuba”, pues se entiende desde hace muchos años que la revolución exige una nueva ética, precisamente la del hombre nuevo, al del tipo que va a trabajar en función del colectivo sin pensar en abultar sus cuentas bancarias.
Nosotros, en Misión Cultura, pasamos varias semanas por un eje temático considerado de primer orden: “Ética y ciudadanía”. Y en el caso del ambiente “Fuerza y pa´tierra” nos tocó dar un debate en torno al español Ernesto Savater y de verdad, sin ánimo de creernos gran vaina, que le dimos duro a este filosofo y fuimos desnudando sus conceptos sobre ética para demostrar que los mismos responden a una sociedad burguesa y están al servicio del poder del capitalismo, maquillándolo un poco para que no aparezca tan feo ante el mundo.
Podríamos afirmar que mandamos a Fernando Savater a lavarse ese paltó.
La cuestión de la ética es elemento esencial del Tercer Motor, el de Moral y Luces; también está presente en la totalidad de los Cinco Motores, pero en éste, el tercero, se convierte en el epicentro de la discusión.
Y en esa discusión podremos dilucidar que hay una ética revolucionaria, muy distinta a la ética burguesa.
Ahora mismo, en las Asambleas de los Batallones Socialistas, la ética está en el meollo de la polémica. Es parte del perfil del militante, esencia del ser revolucionario.
Y así podemos seguir señalando casos donde la ética se nos aparece como parte de la construcción del socialismo; no podemos huir de ella, no se nos permite sacarla de agenda.
Pues tanto hablar y discutir, escribir y polemizar, leer y exponer en torno a la ética, y a la final viene un diputado chavista o sea de los nuestros, o sea, constructor del socialismo, o sea, un revolucionario mismo, o sea un Juan que es tan nuestro como un Ramón o un Rafael o un Simón, un García bien criollo, venezolanísimo, y en una declaración nos manda la ética al demonio en el caso de Chana Hoteles en Margarita.
Nos dice que en esta revolución lo válido son los requisitos en documentos, en el sello apropiado, en rellenar los formularios de manera correcta; lo que vale es elaborar proyectos sustentables económicamente (así beneficien a pocos), con cuadritos estadísticos bien “pepiados”, hojas sin tachas ni enmiendas, y de la ética nada, eso no es asunto nuestro ni de esta revolución ni de este socialismo ni de los parlamentarios, quienes deben hacerse los locos ante un bandido si éste tiene su documentación en regla así éticamente este cuestionado.
¿Es que será así este socialismo?
Creo que no, pues al parecer el proyecto de Chana Hoteles acaba de ser revocado. Un triunfo de las comunidades organizadas en Nueva Esparta. Veremos ahora que dice el diputado García, a lo mejor empieza a valorar la ética. Sino que lo pasen por Misión Cultura.
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