Entiendo que a la mayoría de los lectores de Aporrea les parecerá extraña una vinculación entre el tipo (ya no sé si joven) protegido por la jerarquía católica y el redesignado Contralor General de la República Bolivariana de Venezuela. Pero sí, he encontrado una relación tras ver en una noche como en dos programas de opinión en VTV el caso de Nixon Moreno fue tratado con presencia de invitados especiales, los cuales con argumentos muy sólidos condenaron la “graduación” del involucrado, toda una payasada mediática a la cual, digo desde mi humilde posición, nos sumamos a través de los canales del Estado.
Pero ni esa noche ni en ninguna otra posterior vi que el caso de la redesignación por parte de la Asamblea Nacional del doctor Clodosbaldo Russian como Contralor General fuese tratado con invitados especiales en programas de opinión del canal del Estado. ¿O es que todos los invitados especiales que militan o se identifican con el proceso de cambios están de acuerdo con que al Doctor Russian se le haya graduado de Contralor súper-arrecho, megaeficiente y coloso campeón de la lucha contra la corrupción?
Vaya, una graduación de este tipo es lo que entiendo de esta designación de la Asamblea Nacional, e insisto en que fue la Asamblea Nacional, porque si bien hubo una terna propuesta por el Comité de Postulaciones (por cierto, en el mismo no había voceros de algún Consejo Comunal), fue la AN la que tomó la decisión. Y es que en ese mismo momento, en acto transmitido para el país, Cilia Flores, como Presidenta del Parlamento, cumplió el mismo papel del Rector de la ULA con Nixon Moreno.
Quiéralo o no, la camarada Cilia nos dijo que tras cumplir con su primer período en la Contraloría General, el doctor Clorovaldo demostró ser un vergatario en su trabajo, cumplió a cabalidad con el papel que debe desempeñar un Contralor revolucionario en un país que aspira construir el socialismo. Y nos dijo que ese Contralor es precisamente el que necesita nuestro socialismo.
Que el Camarada Presidente llame a cada rato a luchar contra la corrupción, que denuncie la existencia de esa corrupción, que diga a toda voz que la corrupción existe en este gobierno; mientras la Contraloría no nos ha puesto ni un solo corrupto al descubierto en siete años, importó poco, en nada amainó los méritos de Clodosbaldo para que fuese graduado de súper contralor. A mí nadie me puede convencer (a lo mejor soy soberbio) que esos siete años de gestión gris no son iguales a los nueve meses que se la pasó Nixon sin pisar la Universidad.
Lo graduación de Nixon pone en duda a nuestras universidades, ¿qué pone en duda la redesignación (o graduación) de Clodosbaldo Russian? La pregunta es inquietante.
Y va otra pregunta válida para el momento ¿qué le hace más daño al proceso de cambios? ¿El título de Nixón? ¿O el premio o trofeo o título que la Asamblea Nacional le otorgó a Russian? Un país donde se pretende construir el socialismo, en el cual el líder máximo se ha cansado de denunciar la existencia de corrupción, y donde el Contralor no exista en la práctica, ¿no es algo peligroso?
Ojo, no pongo en duda la honestidad del doctor Clodosbaldo Russian; pero su gestión lo ha mostrado demasiado débil ante la corrupción. A él no sólo le toca ser honesto, sino trabajar para que los deshonestos sean puestos al descubierto. ¿O no?
Que Cilia nos explique cómo demonios hizo Clodosbaldo para aprobar las materias de control, supervisión, vigilancia y fiscalización de la administración pública.
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