Desde hace varios años venimos advirtiendo como a través de las publicidades se orienta la guerra de cuarta generación (ataque psicológico). Basta caer en cuenta en la preparación del terreno con las campañas de las bebidas con o sin alcohol que de manera “divertida” nos llevan a la deformación del comportamiento en el ambiente familiar y social. Recientemente escuche las declaraciones de Yon Goicoechea sobre el 11 de Abril, donde asegura que el estuvo en su casa viendo la TV ya que tenía 17 años, por lo tanto no marchó a Miraflores.
Ahora a partir del 2007 aparecen cual “zombis”, niñitos de 18 a 23 años convertidos en armas mortales que son capaces de inmovilizar vehículos blindados con frente biónica y no requerir mas que una curita para ocultar el ligero daño colateral de tan heroicos actos. La rotura del tabique nasal del “líder” de los atarvanes y su perfecta recuperación sin rastros a los dos días nos hacen pensar de estudios hollywoodenses que registran estas divertidas escenas y la fuente de recursos y logística que respalda al movimiento.
La Polar con su línea de bebidas ha procurado un arsenal de misiles (publicitarios) para destruir valores familiares y nacionales y los hemos reseñado desde hace tiempo.
Atrévete a más…; La propia Rumba…; Si Hay…; son algunos de los que mas han sonado, como otras empresas en la misma sintonía nos han bombardeado con: Haces lo que sea…; Cabilla…; La catira es la que manda… y otros que en este momento no recuerdo, resultan parte de las campañas de los candidatos de la oposición como Atrévete con M. Rosales…; Rumbo Propio para el Zulia… (¿serán coincidencias?)
Pon atención a la publicidad, analiza el contenido semiológico y reflexiona si vale la pena consumir estos productos que además de crear dependencia perjudican la salud y nos ahogan con la basura que producen, además convierten a nuestros hijos en ejércitos de robots que exhiben marcas y motivaciones inconfesables para justificar sus actuaciones violentas que asumen como boletos de una rifa con un premio de “medio miyongo” de dólares.
Ahora nos toca ser como Yon: ¡¡¡ Boicotea!!!
(*)Publicista y escribe sobre temas de la ciudad
gonzibri@cantv.net
