HABLARLE CLARO AL PUEBLO… Es inaceptable, incongruente, contradictorio y ajeno a la moral de un revolucionario ser demagogo. Menos gobernar de espaldas al conglomerado que de manera entusiasta se volcó a la campaña electoral y celebró henchido de esperanza. A la vista está que este proceso de la Revolución Bolivariana, desde su comienzo, se ha visto manchado por muchas traiciones. Gobernadores, diputados, legisladores y concejales electos por los Bolivarianos, y más concretamente con los votos de Chávez. Para colmo y frustración popular, quienes saltan la talanquera son hoy acérrimos y enconados enemigos del proceso. Los casos son varios. Seguramente no soportaron la presencia ni las palabras del Hugo Chávez reprochador. Se dieron cuenta que esto de un proceso de participación popular no es lo suyo. Pero si nos referimos a quien perdió los estribos, la sindéresis y hasta la razón, un solo ejemplo es Ismael García. Típico pantallero que por aparecer en Globovisión vendió su alma al diablo, y quien ha visto como su producto político llamado Podemos lo convirtió en añicos y pasto de la oposición. Y no hablemos de algunos compañeros de armas del mismo Presidente. Todos estos “idos” no son más que demagogos. Gente que ayer tenía un discurso a favor del socialismo y del pueblo, y de de la noche a la mañana se convierten en rabiosos enemigos. Los mismos que cayeron en los brazos de quienes han representado durante décadas los oscuros intereses imperiales en toda América Latina. Pura basura política
¿DEMAGOGIA CON SOCIALISMO?... Apuntaba arriba sobre el entusiasmo y la alegría popular en cada uno de los procesos electorales victoriosos. Bien, vienen ocurriendo acciones de gobierno que apuntan hacia la ineficacia o el dejar hacer y dejar pasar. Por ejemplo, antes y después de las elecciones ha sido común escuchar a personas que afirman haber votado en sus regiones por el liderazgo del Presidente. Chávez tuvo que venir al estado Sucre tres veces en menos de quince días. La cosa no estaba bien. Incluso, después de las elecciones lo ha hecho varias veces. Eso nos contenta porque aquí lanzó la idea de convertir a Sucre en el “primer estado socialista”. Esto hay que monitorearlo con precisión porque aquí existen señales preocupantes, y eso es tarea de socialistas. Disculpen la duda, pero uno no sabe a ciencia cierta si aquí cambiamos de gobierno. No hay deslinde entre aquello de Ramón llamado “Democracia Social Compartida” o Socialismo del Siglo 21. De repente gobiernan los mismos. De repente es el mismo estilo, sobre todo en eso de captar a la derecha. O de repente no han arrancado y todo está por verse. En todo caso, si hay una decisión de esperar (¿?), hay que estar en sintonía con el Presidente, quien insiste a cada instante en acelerar el proceso a paso firme, gobernando con el pueblo y los revolucionarios. Como decía el prócer, “vacilar es perdernos”.