28/08/2016.- La región andina se distingue por la numerosa existencia de "los trapiches", lo cual es un molino utilizado para extraer el jugo de determinados frutos, como la aceituna o la caña de azúcar. En nuestro caso, nos referiremos a la caña de azúcar planta altamente cultivada en el municipio Sucre de la entidad merideña, en donde hacen vida numerosos productores de la caña y molinos para la preparación de la "panela" o "papelón", en dicha jurisdicción se ubican centenares de hectáreas a la siembra de cañas de azúcar. Pero a pesar de que en el procesamiento del "papelón" se mantienen las técnicas ancestrales ahora son mecanizadas, su producto el papelón, para el consumidor merideño ha aumentado drásticamente su precio, el cual en diciembre del 2015 no sobrepasaba los Bs. 80 su precio, hoy se cotiza en el mercado local entre Bs. 2.500 y Bs. 3000.
Pero al igual que otros productos estos incrementos exagerados sin existir una razón económica clara, afecta severamente el presupuesto del consumidor venezolano; algo que el gobierno nacional ha querido enfrentar con un nuevo aumento de sueldos, salarios y el cestaticket, pero sin atender en el fondo posiblemente las consecuencias negativas en la economía doméstica.
Para los comerciantes estos nuevos precios son fijados de acuerdo a las expectativas de ganancias de los empresarios y el aprovechamiento de la emergencia económica, y no por los costos de producción como dicta la Ley de Precios Justos.
Es lo que ha ocurrido con el papelón, la yuca y las sardinas debido al desvío hacia ellos de la demanda del azúcar, carbohidratos como el arroz y la harina, y las carnes de pollo y de res, de más alto costo.
Según trabajo publicado por el portal Web de Últimas Noticias titulado: "Especulación pone a volar los precios" expresa que: "la ciencia económica cataloga como bienes sustitutos aquellos que pueden ser consumidos o usados en lugar de otros y lograr el mismo efecto o uno muy similar. Según la teoría clásica, los consumidores migran a productos sustitutivos cuando los incentivos para escoger su primera opción no son atractivos (aumento de precio, por ejemplo)".
En nuestra investigación hemos observado que el venezolano busca el Papelón por el azúcar, como sustituto y como alternativa a la desaparición del producto en los abastos y supermercados.
La panela granulada de 400 gramos aumentó a 1.800 y 2.000 bolívares, mientras la de 900 grs. se elevó a 3.500 y 4.000 bolívares. (Agencias).
Papelón granulado de "moda"
La desaparición de la azúcar blanca y morena de los comercios dio paso a una mayor demanda de papelón como sustituto de dichos productos. Pero esta elección del consumidor se ha traducido en un notable incremento de los precios en los últimos 7 meses, que a nivel porcentual se reflejan entre un 2.566% y/o 2.592% en la panela de 400 y 900 gramos, respectivamente.
En diciembre de 2015, el papelón en esas dos presentaciones costaba entre 70 y 80 bolívares, y 130 y 140 bolívares en los comercios y mercados municipales. Sin embargo, actualmente la panela de 400 gramos aumentó a 1.800 y 2.000 bolívares, mientras que la de 900 gramos se disparó a 3.500 y 4.000 bolívares.
Podemos mencionar el caso del "papelón" o "panela" empleado por el consumidor venezolano igualmente para endulzar.
Es decir Papelón por azúcar. En otras palabras la escalada de precios hizo que se ubicara inclusive por encima del costo del azúcar. La presentación de un kilo del azúcar regulado cuesta Bs 26,57 y apenas se consigue en "el mercado bachaquero" en Bs 3.330, casi mil menos que la presentación de 900 gramos del papelón granulado.
Flete, transporte y "la vacuna" que aplican las autoridades en la carretera
Agregan que un camión cobraba Bs 150 mil por flete desde Táchira a Caracas pero ahora el mismo viaje cuesta Bs 500 mil. En medio de esto comerciantes venezolanos denuncian que sus transportistas de alimentos y productos, se ven sometidos a las exigencias de las autoridades en carreteras y autopistas en el cual deben ir dejando sus productos o sus ganancias "pal cafecito"
Ley de Precios Justos de "adorno"
A pesar de la existencia de la "Ley de Precios Justos", la cual estipula una ganancia máxima de 30% en cada eslabón de la cadena productiva, en el caso del papelón estos márgenes de ganancia del productor rondan el 1.500%, del distribuidor 500% y del vendedor final 200%, según cálculos realizados.
Según pública el portal de Ultima Noticias, en referencia a la escalada de precios de algunos productos fuera de regulación. William Contreras, superintendente de la Sundde, explicó que hay dos formas de fijar los precios de acuerdo a la ley: el Precio Máximo de Venta al Público (Pmvp), que debe atender unas reglas de márgenes comerciales de ganancias, que es fijado por las propias empresas, con un tope de 30%, y el Precio Justo (PJ), que lo establece la Sundde a aquellos productos esenciales o básicos.
Los especialistas ante la cruda realidad económica
Luis Salas, director del Centro de Estudios del Programa de Formación de Grado de Economía Política de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), expresa en la referida investigación "Especulación pone a volar los precios" ,en referencia a la situación económica actual, los asalariados tienen una gran desventaja frente a los comerciantes en cuanto a los aumentos indiscriminados de precios. Hoy cualquier trabajador promedio no consume los mismos productos ni en la misma cantidad que en 2012.
Salas agregó que el ciudadano venezolano en la actualidad se limita casi por completo en comprar alimentos y pagar servicios. Pero a pesar de los incrementos de precios exigidos por los sectores industriales, este no garantiza un mejor abastecimiento.
"Ante la expectativa inflacionaria, el comerciante aumenta los precios, y por ende sus ingresos, pero en cambio el trabajador no puede hacer lo mismo con su sueldo
Se refirió a la actualización del precio de las harinas de maíz precocida como de la "intocable" empresas "Polar", que aumentó 1.000% por ciento, es decir su precio pasó de Bs 19 a 190 la de maíz blanco y a Bs 177 la de maíz amarillo y sin embargo continúan desaparecidas. La producción se ha mantenido, es más, la propia empresa reportó un incremento de ese rubro el año pasado de 10%.
Salas también se refirió al caso del arroz, el cual también fue aumentado en su precio sin mostrar un impacto positivo ante los consumidores en los niveles de abastecimiento.
Dijo que a pesar de que el Gobierno nacional ha cumplido la mayoría de sus compromisos, "los capitalistas, para usar un término amplio, rotan los argumentos en su defensa para intentar explicar la falta de sus rubros: el precio que está por debajo de los costos de producción, la falta de materia prima, la no asignación de dólares preferenciales y otros. Son las mismas explicaciones en casi todos los productos", indicó.
Comentó que en el patrón cultural criollo está ausente el boicot y otras medidas como mecanismos de presión ciudadana para incidir en la disminución de los precios.