7 sept. 2016 - Un seguimiento completo a la distribución de la harina de trigo panadero se realizó ayer en el eje deLa Vega, Caricuao, Macarao, Antímano, Montalbán y El Paraíso. Las acciones emprendidas por la Gran Misión Abastecimiento Seguro (GMAS), buscan eliminar colas, condicionamiento de ventas, mala atención, acaparamiento de la materia prima y el bachaqueo de ésta entre los distribuidores y molinos que procesan el trigo.
William Contreras, superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, indicó que se trata de profundizar la fiscalización en las llamadas zonas de silencio, “sobre todo porque ya hay una precisión de las cantidades de harina de trigo panadero que están llegando, hay que saber quién las está distribuyendo y qué uso se está haciendo de la materia prima”.
Agregó que, en este caso, se suman las mujeres para realizar el acompañamiento y supervisión desde las organizaciones del Poder Popular para atender los reclamos recurrentes de la comunidad, porque hay materia prima hasta enero del próximo año.
“Nosotros llevamos la fiscalización, después nos vamos y se repite todo el ciclo de especulación y acaparamiento y condicionamiento de las ventas. En este caso llegamos para quedarnos. En el formato de atención en relación con las panaderías, no se le puede tratar como cualquier comercio, porque es un punto de encuentro de la comunidad (…). El despliegue consta de más de mil 100 efectivos entre funcionarios de la Sundde, compañeras de Unamujer, Sunagro, Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, quienes nos han dado la visión de la distribución de productos esenciales”, dijo.
En relación con la fiscalización comentó que se despliega un formato nuevo y una planificación con la ZODI de Caracas, el Poder Popular y los organismos del Estado para visitar las mil 47 panaderías del municipio. Aclaró que “no es la intención perseguir a la gente como se quiere hacer ver, la intención es que el producto llegue al pueblo, que se normalice la cotidianidad de los venezolanos”.
Contreras añadió que se han registrado casos de condicionamiento de venta como, por ejemplo, “el consumo mínimo es de 400 bolívares. No lo pueden permitir, eso es una violación de derechos individuales, eso se realiza para que el pan se pague en efectivo”.
Dijo que el despliegue también atiende a los mayoristas, a los distribuidores y a los silos.
Ejemplificó el caso de la empresa Cargill, en su silo de Catia, que en menos de 14 días ha acumulado 27 mil toneladas de harina de trigo panadero que ha comprado el Gobierno Bolivariano. “Esa empresa ha distribuido 15 mil, se conoce el dato de dónde han ido y se sabe quiénes son y en este momento se tiene el personal de la FANB y de la Sundde y de la GMAS, porque hay que darle sosiego a la población”.
Bachaquean la materia prima
Por otra parte, el general de división Carlos Martínez Stapulionis, jefe de la Zodi Caracas, señaló que el saco de harina está en 7 mil 500 y un poco más, dependiendo del flete. Señaló que hubo la denuncia de que hay panaderos que compran el saco a 16 mil bolívares y eso se le atribuye a los intermediarios asunto que los panaderos deben denunciar. Indicó que algunos venezolanos prefieren no hacer pan y vender el saco a 65 mil bolívares, lo que ha dado lugar a tener que escoltar los camiones para garantizar la distribución “porque a veces en el camino se pierden 60 sacos”.
“La gente nos está reclamando que junto a la Sundde llegamos, ponemos el pan en 180 y mañana está a 300. ¿Cuál es la diferencia ahorita?, que están interviniendo (…) 735 mujeres de Unamujer, más 147 milicianos del sector. Mañana ellos van a ver si está el pan a 300 bolívares y van a reportar a la ZODI Capital si el pan lo subieron vendrán las medidas necesarias”, dijo Martínez.
Video Fuente: Redi Capital