Fue en Aporrea donde leí, por primera vez, el artículo de opinión del camarada Roy Chaderton, titulado "¿Hasta cuando el apartheid llanero o la cultural?" (https://www.aporrea.org/cultura/a233824.html), alusivo a la reciente creación de la institución "Corazón llanero", cuya sede –curiosamente- se encuentra enclavada en el corazón de Caracas, en plena plaza O’Leary y, para ser más exactos, en la sede del, recién recuperado, Teatro Junín.
Cuando leí el extenso, crítico (¿y autocrítico?), ameno artículo de mi amigo Chaderton Matos, no pude evitar asociarlo con el asunto de los No Alineados, cuya cumbre, por cierto, se realiza esta semana en la capital del estado Nueva Esparta, en Venezuela.
Lo aprecié en el contexto de la aludida Cumbre de los No alineados, porque solamente quienes estamos convencidos de que la humanidad no es una cultura, pese a todas las pretensiones imperiales de imponernos el pensamiento único de la dominación capitalista, llegamos a entender y combatir el que, todavía en pleno siglo XXI se nos siga alineando, colonizando y aplanando nuestras culturas, bajo un solo código imperialista.
Nunca pensé responder ni comentar el artículo de Roy Chaderton, aunque si alcancé a retuitearlo un par de veces, sin comentarios adicionales. Fue otro amigo común -por cierto vinculados ellos en tareas diplomáticas durante esta Revolución Bolivariana y Chavista-, Fidel Barbarito, quien despertó mi interés por escribir este artículo y también a sumarme a la propuesta de realizar un amplio debate y concienciación sobre el tema.
Dice el camarada Barbarito que "A partir de una breve reflexión que nos publicó Todasadentro (el semanario cultural venezolano que me digno en dirigir desde su fundación, en 2004) el 6 de agosto de este año me permito intentar dar respuesta parcial a la pregunta central elaborada en el texto (el aludido de Chaderton Matos): ¿Por qué carrizo una efebocracia oficial en sus éxtasis de halagos, han tratado de imponerle tanto a Chávez como a Maduro y a toda Venezuela un solo tipo de música criolla, muy representativa pero no única, como condenando al apartheid cultural al resto de nuestra riquísima producción musical?".
Para mí, la respuesta podría reducirse a que es el interés de los dominadores, de los colonizadores e ideólogos del capital, por conquistar a las grandes masas y controlarlas hegemónicamente a través de una supuesta cultura única, la cual en Venezuela se correspondería con el Joropo llanero.
Nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez era llanero (lo sabemos) y Roy Chaderton Matos (lo acaba de confesar), también. Uno de Barinas y el otro de Guárico. El primero, en el ejercicio de su liderazgo político-revolucionario y en funciones de Presidente de la República, pudo haber sentido la tentación de pensar en el lanzamiento de una Misión Cultura, para que todo el mundo en Venezuela, cantara y bailara uno de los tantos joropos que hay en nuestra tierra, particular ente el que es expresión de la tierra donde nació. Sin embargo, Chávez crea la Misión Cultura para fortalecer la pluriculturalidad que es característica de nuestra patria y que está definida así en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Chaderton, en el artículo de marras, defiende el legado de nuestro Comandante eterno, en una concepción que quizá él sienta sometida a peligro por el lanzamiento de un movimiento que pudiese ser perpetuador del "apartheid llanero o la cultural".
Es posible que –a partir de aquí- los sectores de la derecha oposicionista en Venezuela y algunos acríticos militantes izquierdistas de nuestro país, quieran desviar este incipiente (o todavía en deuda) debate sobre el tema cultural en la Revolución Bolivariana y Chavista, reduciéndolo al simplismo politiquero de "maduristas vs antimaduristas", con los consabidos descalificativos, además. Sin embargo, hay que seguir adelante. Por mi parte, retomo el fondo del camarada Chaderton y la preocupación y propuesta del camarada Barbarito, acerca de la necesidad de un "debate colectivo" para "acompañar a las voces que como uno, aman esta patria y entienden a la Revolución Bolivariana como la gran oportunidad de descolonizarnos definitivamente".
Sin embargo, dije a Fidel Barbarito en privado, lo que ahora repito en lo público para sumarlo a este debate: "Creo que el alerta polémico de Roy, además de cuestionar excelentemente, los elementos colonizadores, "nacionalistas", de rancia politiquería perejimenista y también adeca, nos invita a investigar acerca del clientelismo, el amiguismo y la corrupción, que pudieran estar detrás de ciertas propuestas" que contribuyen a perpetuar la colonización en el pensamiento y en los actos… ¡Vamos al debate!
