El pueblo en vivo y lector, y el pueblo de a pie, disfrutó la Feria Internacional del Libro (FILVEN)

Con una emoción indescriptible, se sintió durante diez días (del 08 al 18 de noviembre), la fiesta de la Feria Internacional de Libro (Nro. 14), en el Casco Central de Caracas.

Digo fiesta, porque fue la fiesta de la vida y de la palabra, a través del libro (su frase nos quedó en el alma: "Leer es vida"). Esa fiesta se vistió de alegría, de música, de colores, de poesía, de culturas, de conocimientos. Fue la fiesta de clases magistrales (a través de los ponentes, quienes presentaron sus obras y temas de interés -del ámbito nacional e internacional-), y hasta la fiesta de las y los cultores, quienes también mostraron su talento en vivo.

El Estado Venezolano, hizo un titánico esfuerzo y sobrehumano, en presentar esta Feria, pese a las circunstancias que nos golpean, con esta inmoral guerra económica. De verdad, se felicita esta valiosa iniciativa, que emprendió Ernesto Villegas Poljak (como diríamos en el argot criollo: "Te la comiste Ernesto").

Ver al Ministro del Poder Poder Popular para la Cultura, saludando y compartiendo con el pueblo, en compañía de otros altos funcionarios del Estado. Vi con mis ojos, que compartían ese calor solidario, la alegría, las inquietudes, las problemáticas... hasta una amena conversa con el pueblo.

Compartí y me identifiqué plenamente, con la emoción de ese pueblo de a pie, de algún barrio de de la Gran Caracas -y con su gran humildad-, que nunca antes en su vida, habían pisado la Casa Amarilla (un espacio lleno de historia, de política y encuentro internacional de la Cancillería Venezolana). Expresiones como el caso de la Sra. Adela Pérez, de 70 años, quien iba en compañía de su nieto Jorge de 10 años, habitante del Barrio Camboya (Parroquia 23 de Enero): "Me siento impresionada al conocer la Casa Amarilla, con mi nieto. Esto es hermoso y se nos permita disfrutar".

La Sra. Liliana Vásquez, una encantadora maracucha de 60 años, en compañía de dos amigas: "Vine a unas diligencias sobre mi jubilación. Hay libros interesantes hay en Filven, pero están caritos. Conocer la Casa Amarilla ha sido grandioso. Me gustó la gran carpa de Turquía y hasta me regalaron unos libros con su idioma y mira como escribieron mi nombre" (Y mostró con orgullo su nombre, escrito en turco,sobre un cartelito).

El Sr. Luis Rodríguez, de 56 años, en compañía de su esposa (residentes del Barrio Carpintero, de Petare):"Me gustaría comprar unos libros infantiles, y llevarles a mis nietas, pero no nos alcanza el dinero. Me asusté al preguntar los precios. Mi esposa les gustó los de cocina y otros que ella vió buenos, y están incomprables. Pero nos vamos con los que nos obsequió el MINCI("Senderos de Victoria", del autor Amels Escalante Colás). Aquí uno se distrae y se oye música, poesía, se toma un cafecito, uno conoce gente. Me gustó los toques de tambores de un señor de Sudáfrica. Le confieso de verdad, uno viene de un barrio y nunca mi señora y yo, imaginamos que conoceríamos por dentro la Casa Amarilla, porque eso era para los ricos. Ahora los pobres, tenemos derecho y acceso a conocer estos espacios, que son del pueblo".

Agradezco infinitamente, al Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños, la Casa de las Primeras Letras "Simón Rodríguez",y el stand que representó a Sudáfrica (a través del cultor Sibussiso Nkudlane), en la Casa Amarilla, al invitarme en la presentación mis recitales poéticos. Uní mi poesía, en las intervenciones en solidaridad con los pueblos (caso Palestina, en la presentación del libro "Palestina Hoy. La Perspectiva Revolucionaria", de la Editorial "Trinchera" en el Teatro Principal), donde honré al padre de la patria palestina, Yasser Arafat, con mi "Glorioso Verde Olivo".

Fue emocionante retumbar el mensaje poético, en el corazón del pueblo presente, al gritar con emoción:"Candela, candela, candela/ los espíritus de Hugo Chávez, Fidel Castro y Nelson Mandela/recorren los pueblos de Nuestra América/y a la madre África entera/Que Por siempre se quedan/Candela, candela, candela...".

¡Qué viva la Filven! ¡Qué viva la fiesta de los libros y de la palabra! La Filven se ha convertido en ese espacio de encuentro con el saber y la vida, pero deben pensar en el presupuesto del pueblo trabajador. De las breves impresiones que recogí, hacen referencia a los altos costos de los libros.

Aun así, se vive y se expresa la cultura ¡Cultura de verdad! ¡Te la comiste Ernesto!



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Siboney del Rey

Poeta venezolana, activista por la paz y la solidaridad con los pueblos del mundo. Productora Nacional Independiente, Guionista y Reportera. Primera poeta venezolana, en recibir en manos del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, la orden "Heroínas de la Patria".

 sinfronteras_al@yahoo.com

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