Una reforma es una corrección de abusos;
una revolución es un traspaso de poder
Bulwer Lytton
1. La Sociedad de la Información, desde cualquier punto de vista, podría significar una Revolución Tecno-Informática. Es conocida la frase de Karl Marx: Denme un molino de viento y yo les doy la Edad Media. Parafraseando, podríamos añadir: Denme la máquina de vapor y yo les doy la era industrial. O, aplicándolo a la época contemporánea: Denme la computadora y les doy la mundialización, (Ramonet, 2000).
2. Junto al existente poder económico, inherente a las clases dominantes, las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación han sido parte del contexto histórico-social desde el cual se ha formado un neo-poder, representado por una Tecno-Élite.
3. La realidad contemporánea experimenta y vive paradojas que en su transitar social de un extremo a otro pudieran resultar un escándalo. Situaciones opuestas y contradictorias coexisten y, quizás, también, sean complementarias. De la Aldea Local a la Aldea Global. Al parecer resulta extraño que todavía se piense que la World Wide Web sea igual al Internet. Transitamos desde la Cultura Étnica a la Ciber Cultura. De igual manera, se transita desde el ocio creativo a estar sometidos a la racionalización de la vida cotidiana.
4. La Sociedad de la Información es una de las expresiones fundamentales y determinantes de la Globalización. El mercado planetario rige su existencia. Elementos del contexto histórico-social: 1492----------II Guerra Mundial--------Década del 60-------Siglo XXI. Modo de producción capitalista mundial. América Latina dependencia-Subdesarrollo. Movimientos de Liberación.
5. La Revolución Científico-Tecnológica, particularmente la Tecno-Informática, debe seguir una Revolución Social para poder superar el carácter asimétrico que implica la primera. Una Revolución Democrática Popular, Humanista, Socialista, de Religiosidad Popular y Cultural-Telúrica. Desde la Microhistoria a la Historia Nacional y Universal. El mundo antes y después de la caída del Muro de Berlín. La vida antes y después de la crisis del capitalismo en el 2008. El mundo antes y después de la caída del Muro de Berlín.
6. La dominación casi absoluta de Estados Unidos respecto a esas tecnologías nos puede conducir hacia nuevas formas de dependencia y hacia una situación de vasallaje cultural. La World cultura, la cultura global, en inglés, se extiende a escala planetaria y se impone en todas partes, (Ramonet, 1999).
7. Al definir a la Sociedad de la Información como la Era o el Siglo de las Comunicaciones se ha creado otro poder de clase: la Oligarquía Mediática. Las trasnacionales de la Tecno-Informática alcanzan no sólo lo económico sino lo político, lo ideológico y la sociocultural. Un proceso asimétrico y anómalo donde unos países se globalizan y otros son globalizados. La Era de las Comunicaciones. La Era del proceso de Mundialización/Globalización. El capitalismo salvaje versus la revolución necesaria e histórica.
8. Aldea Global/Aldea Cultural. La hipótesis podría pensarse en los siguientes términos: Si la Aldea Global es, también, una realidad virtual que se caracteriza por la interactividad e instantaneidad, así como la considerable reducción del tiempo y las distancias; entonces es, infinitamente urgente, impostergable, perentorio y necesario anteponer a ésta la Aldea Cultural Residencial Popular, la cual brinda sentido de pertenencia, memoria histórica y patrimonio cultural y es inherente a la condición histórica-socio-cultural de las comunidades étnicas.
9. La Revolución Social tiene que caracterizarse por ser una refundación de la República, desde la Aldea Cultural, que implica la creación del Poder Popular y la participación protagónica de las mayorías excluidas, explotadas, de las Nuevas Tecnologías de Comunicación e Información.
10. Liberarse del analfabetismo letrado tiene que ser concomitante a liberarse del analfabetismo tecnológico. Una Revolución que fortalezca el sentido de pertenencia, la memoria histórica y la personalidad étnica-cultural resulta vital y necesaria. La batalla contra el analfabetismo en todos sus sentidos tiene que ser un reto urgente, una lucha necesaria e impostergable. Una labor incansable nos convoca.