No existe nada más repudiable que la mentira en boca de quien profesa que no se debe mentir. Es el caso, que cuando se vive a costa de decir que la mentira es un pecado capital, y quien debe velar por que ese mandamiento se acate; es el primero en violarlo, se está ante una farsa del tamaño del cielo.
Los obispos del partido de la Conferencia Episcopal Venezolana, viven diciendo que ellos no intervienen en política, si no que solo comentan la realidad del país. Más es el caso, que farsantes como Nelson Martínez Rust – obispo del estado Yaracuy, miembro destacado del partido de la C.E.V - de manera hipócrita y engañadora aparece en el Diario Yaracuy al Día; DEL DIA 7 DE JULIO, en primera página, destacada en la parte inferior y resaltada en verde, con letras en negrillas en arial 26 expresa estas perlas infelices e hipócritas “HAY QUE SALIR A VOTAR PARA ACABAR CON EL TOTALITARISMO”, luego en la pagina 5 interior, parte superior izquierda, se explaya en epítetos calificativos de orden político en contra del gobierno nacional. Ya con estas frases ese farsante, no puede sostener la mascarada de su independencia y la de sus cómplices golpistas desde el punto de vista político y económico, y asume una posición social a favor de las clases dominantes y explotadoras. Es todo lo contrario, ese mentiroso llamado Nelson Martínez Rust, sabe muy bien que él estaba en la sucia jugada del golpe de estado del 2002, que tiene culpa en las muertes que con la oposición, de forma cobarde y a manera de emboscada provocaron en Caracas y otras ciudades del país, para derrocar al gobierno legitimo, elegido por el pueblo venezolano en elecciones libres, justas y democráticamente. Cosa que ellos (los obispos y clérigos) no pueden presentar como aval para el cargo y la posición que ejercen. Al contrario, las estructuras de su institución eclesiástica, rechinan de vergüenza y oprobio ante los vejámenes y abusos sexuales, que muchos de sus sacerdotes cometen contra los seres más inocentes de la creación: LOS NIÑOS. No es una conducta sectorizada o regionalizada. Es una desvergüenza mundial y curiosamente esa figura inmoral que se desempeña como obispo del estado Yaracuy: Nelson Martínez Rust; no ha dicho nada para condenar o criticar, pese a su aberrante consecuencia moral, ética y, al daño que produce en el alma y espíritu de las victimas inocentes, y de la humanidad. Pero al parecer, para la conferencia Episcopal Venezolana y Nelson Martínez Rust como su representante político en el estado, eso no tiene valides ni importancia, para ellos es mas resaltable el chisme y la murmuración que le ordenan hacer desde la casa matriz que los controla y, defiende sus intereses elitescos explotadores.
Quien lea la biblia y la sepa interpretar, descubrirá de entrada, que los peores demonios y violadores de sus dogmas, son esos mafiosos llamados obispos Y curas en su mayoría, empezando por Nelson Martínez Rust, Urosa Sabino, Baltasar porras (acusado por las monjas de Mérida, de robarse sus fondos y comprar un apartamento para francachelas en los finales de los años 90), Roberto Lückert, Ubaldo Santana, Ovidio Pérez Morales, Luis Ugalde – destacado impulsor del golpe de estado y potentado económico que obtuvo mucho dinero costa de la UCAB y sus manejos dolosos, de los cuales son cómplices los jesuitas de Venezuela, que saben del fraude y lo tienen oculto para evitar el escándalo -, y otros miembros destacados de la mafia política llamada “Conferencia Episcopal Venezolana” herederos de los bendecidores de las armas que diezmaron a los aborígenes de nuestro continente y que hacían fiesta y misa sobre los cadáveres de los inocentes asesinados a mansalva por la barbarie invasora europea.
Ese señor Nelson Martínez Rust, es parte de la jugada del imperio para mantener a los pueblos sometidos y sojuzgados, al igual que esa otra aberración llamada Urosa Sabino. Así de sencillo.
javiermonagasmaita@yahoo.es