“En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber”.
Aldous Huxley…
En los centros de salud venezolanos, es habitual encontrar decenas de pacientes en pasillos, o salas de espera. Hospitales en estado terminal, barrios con centros ambulatorios, algunos terminados y equipados, otros sin terminar, y muchos sin dotación, largas listas de espera en los nosocomios para intervenciones quirúrgicas, camas de hospitales en los pasillos… y profesionales desmotivados y cansados, en muchos casos, con centenares de horas de trabajo al mes. Esta podría ser la realidad de un país empobrecido, sin embargo, se trata simple y llanamente de Venezuela.
Se estima que faltan médicos. ¿Exactamente con cuantos médicos cuenta hoy el país por cada mil habitantes? lo que situaría a este país en un modelo revolucionario en la salud, de existir una visión política de avanzada para revolucionar este sector tan alicaído. Para paliar esta situación, La Asamblea Nacional ha propuesto crear un baremo, para controlar a las clínicas privadas. ¿Una propuesta controvertida, que iría también contra los médicos especialistas venezolanos?, unos de los mejores de la América Latina.
Una de las críticas que se le hace ate baremo, se refiere es que las clínicas privadas, son las que resuelven los casos de los pacientes en estado crítico, de la llamada alta medicina. Cosa esta que no se ve en los hospitales públicos en la actualidad. Por ejemplo: En este sentido, expertos en la materia de salud han explicado, que el que haya tantos centros privados, donde la calidad del servicio relanza a unos pero sepulta a otros, es lo que motiva a que la formación de nuevos médicos se vea como una forma de un negocio muy rentable, dado el abandono a que han sido sometidos los centros de salud públicos venezolanos.
¿Cuantos médicos, salen de las facultades de Medicina venezolanas hoy en día? ¿Y cuantos se jubilan cada año? Y así se prevé que con ese bendito baremo. La comunidad médica, y los pacientes usuarios de ese sistema privado, aseguran que la ampliación de facultades controladoras sobres este sector, no es la solución a la situación del sistema salud público.
Muchos médicos explican que una mejor planificación de las necesidades del sector, sería un comienzo para terminar con el colapso de la seguridad social venezolana. Hay voces que hablan de mantener óptimos los quirófanos. Con más equipos de médicos para acabar con las listas de espera de las cirugías electivas. Un mayor número de presupuesto para los estudios de Medicina
La Medicina venezolana tiene un gran prestigio fuera de nuestras fronteras. Son considerados profesionales bien preparados, y con grandes habilidades. El que haya buenos médicos, y muchos de ellos en centros privados, revaloriza el título de medico. Existen dos tipos de médicos: los que estudian Medicina por vocación, y los que la estudian en base al poder adquisitivo de sus padres.
El sueldo promedio de un médico en un hospital público está en torno a los 2000 BS.F al mes, que puede ascender a 4000 o 5000 según las especialidades, y sub-especialidades. Sueldos que están alejados de otros países vecinos de Sudamérica. Por ello, muchos profesionales venezolanos prefieren cambiar de lugar de residencia, y tener una mejor calidad de vida personal y profesional. Europa, es el destino elegido en la actualidad por los médicos venezolanos que están emigrando.
Se prevé que Venezuela perderá en los próximos años cerca de unos 1000 médicos. Sin meter a los que adoptan por las jubilaciones, por mejores condiciones de trabajo, y por la presión con la que trabajan, en los centros de salud públicos. En Venezuela, aún es tiempo para diseñar un sistema de salud, y de calidad para todos. La clase política que hoy maneja este sector, sin embargo, cree que para mejorar la situación hay que trabajar en la nacionalización de la salud, y en la no formación de más profesionales para este sector, en las universidades autónomas. Repetir modelos donde hacer una simple radiografía en un centro de salud público supone una tragedia, es un craso error. Donde la salud viéndola bien, no se puede mirar desde la óptica gubernamental en la forma de un negocio más. Se olvidan que la salud es uno de los pilares del Estado de bienestar. Un derecho fundamental, que tiene el ciudadano venezolano, provenga la prestación de ese servicio del sector público o privado.
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