III
Comienzo este tercer artículo, siguiendo la idea con la cual cerré el segundo. Los médicos venezolanos somos, en mayoría, profesionales éticos porque tuvimos una formación humanitaria en medicina, por la influencia europea de Francia, España i Alemania sobre todo, i el hombre o la mujer enferma, es según Weizsäcker “un ser especialmente situado en la existencia, que necesita ayuda”. La medicina i la salud (para otros; quizá una minoría capitalista) es como una mercancía, i el ejercicio profesional con corte “gerencial” es influencia del Norte superdesarrollado i tecnológico, pues en el capitalismo, hasta la religión, los méritos i el honor, es mercancía. Todo se vende i todo se compra. Por eso hai tanta alarma con el éxito de la Misión Barrio Adentro. A los pacientes en la medicina capitalista i elitesca, se les considera clientes, a los cuales como en los almacenes de ropa, zapatos, cosméticos i aparatos eléctricos o mercancía pesada, se les anuncian rebajas hasta del 50% i ya veremos propagandas como, “Hágase un chequeo general, i llévese gratis, una revisión de oídos o de la vista”. Falta solamente que los curas pongan al frente de la iglesia, “Confiésese gratis, ponga una buena limosna en la alcancía del Cristo i obtenga una rebaja del 60% en la penitencia”. Al paciente se le puede “amarrar” con tratamientos intencionalmente prolongados (especialmente con las medicinas alternativas, poco científicas) i lo más triste: se les puede engañar o infundirles miedos absurdos.
Por eso, esa mesa medio redonda que, quizá no escuché todas las informaciones interesadas, pues la conseguí empezada (si la hubiese visto completa, quizá tendría más material que refutar) observé cómo, con supremo despliegue se esfuerzo intelectual, se trató de infundir miedo o pavor: el aborto es siempre un crimen; el aborto es contra la “lei de Dios”, el aborto es destruir un alma, una persona, un inocente i los “abortista o partidarios de la “cultura de la muerte” (como decía Herman Escarrá en la Constituyente) son asesinos. Todos los obstetras del mundo, cristianos o no cristianos, han atendido pacientes con abortos i han tenido que resolverlos como lo indica la ciencia médica, i por lo tanto, corolario ocandoniano (no confundir con Occanismo de Guillermo de Occam) son criminales, asesinos, depredadores o aniquiladores de almas i dignos del inexistente infierno. Realmente, Monseñor ¿No está usted en la Alta Edad media? ¿Por qué seleccionó un “panel” que tenía más miedo todavía, que los televidentes nerviosos que escucharon tantas barbaridades? ¿Dónde estudiaría Bioética como especialidad, la doctora a quien le falta mucha filosofía, tanto en la biología como en la ética?
Pues bien: primer punto aclarado; ni el aborto es una única entidad criminal, sino un hecho de la naturaleza que selecciona (con razón la iglesia prohibía estudiar a Darwin) que se resuelve científicamente con un vaciado uterino, instrumental o manual, absolutamente admitido por las leyes, la sociedad i todas las religiones del mundo, quizá con algunas excepciones de sectas fanáticas i realmente brutas. Practiqué en mi vida profesional, muchísimos abortos normales si podemos llamarlos así (o naturales) i en mis tiempos de residente del Hospital Quirúrgico i Maternidad de Maracaibo, hubo guardias de hacer hasta 16 curetajes o legrados en aquellos tiempos. Es más, me formé con mi compañero el Dr. Vinicio Arrieta Alvarado, fervoroso cristiano que hasta escribió un libro diciendo haber visto a la virgen de Betania, (i como yo, él practicó muchísimos legrados) al lado de un inolvidable profesor, gran obstetra i maestro i amigo de toda la vida, el Dr. Rafael Belloso Chacín. Ninguno, de los tres, fuimos asesinos, pero si salvamos muchas vidas de madres con abortos.
Empero, fui abanderado de la lucha contra el ABORTO CRIMINAL i fui quien propuso en la leI de 1982, que ese tipo de aborto es UN PROBLEMA SOCIAL. Sin embargo, i aquí radica el punto controversial con la iglesia i los que son creyentes acríticos; el aborto criminal se produce por razones sociales que muchos, entre ellos Monseñor Ocando i su ilustre “panel” desconocen o tratan de desconocer. Hai una serie de delitos en nuestra sociedad i en la de todo el mundo que, comprometen la vida, la libertad i los derechos humanos de las mujeres. Hai embarazos obligados por atrocidades sexuales i agresiones inconcebibles. En 1982 propuse (en Jornada de la FMV en el Hotel del Lago) todas la indicaciones posibles que señalan muchos autores a escala universal, excepto la stricto sensu como es desear un aborto sin causa justificada alguna, porque se va a viajar, de vacaciones a la playa o la montaña, porque se va a producir un divorcio o porque se dejó de querer a la pareja. (En mis historias médicas, tengo rechazos que hice al respecto i puedo citar). Sin embargo, como he dicho otras veces, se admitió al Dr. Rízquez Iribarren (entonces Presidente de la Academia de Nacional de Medicina) la indicación de aborto por violación i por malformaciones congénitas (sin precisar detalles importantes como los tienen estas indicaciones, o similares como el estupro o las comprobaciones genéticas). También dije que una complicidad adeco-copeyana, desapareció el artículo, de manera que no se legisló nada). Fue la lei “Ursula”: una ancianita recién nacida de Veinte Años de Soledad. Sin embargo, existen indicaciones por razones o indicaciones médicas: era el llamado “terapéutico” (que de todos modos no es inapropiado) como profiláctico, por padecer la madre alguna enfermedad cardíaca, cáncer, tuberculosos terminal u otra nosología que comprometa la vida, además de epidemias, etc. Por enfermedades virales comprobadas que producen malformaciones como la rubéola, aunque igual puede ser un sarampión; por haber recibido la madre altas dosis de radiación i muchas otras complicaciones, hasta incluyendo la muerte fetal por alguna causa desconocida. En el pasado, cuando no había suficientes conocimientos, hasta se daban casos de fetos momificados, por permanecer mucho tiempo muertos, dentro de la cavidad uterina. Finalmente, hoi en día se pueden comprobar por ecograma las malformaciones congénitas como la anencefalia que, a veces abortan espontáneamente o pueden llegar a nacer. (razones eugenésicas). Hace ya medio siglo, me incorporé a la Sociedad Médico Quirúrgica del Zulia (hoy Academia de Medicina) con el caso de una gran monstruosidad congénita de la que conservo fotos i mostré en un programa televisivo VISIÓN DE CAMBIO, de la compañera revolucionaria María de Queipo i pregunté ¿Es esto vida humana, hasta después de nacido? El Padre Locht decía: ni los genitales i glándulas sexuales femeninas i masculinas, ni el óvulo ni el espermatozoide, son las FUENTES DE LA VIDA. La fuente de la vida es LA PERSONA HUMANA; los padres que al nacer el hijo, le alimentan i le cuidan i lo incorporan a LA CULTURA DE LA ÉPOCA. I la Sociología i otras ciencias han demostrado, no solamente que el lenguaje es una adquisición cultural, sino que, el caso de Tarzán, ya lo dije en otros artículos, es imposible. Hai dos casos célebres: el caso de Mary Anne, una niña que nacida de una nieta soltera, los abuelos la escondieron en el desván de la casa, sin verla ni tratarla, sino alimentándola simplemente como a un animal. Cuando fue descubierta por vecinos i autoridades, a los siete años, prácticamente era una fiera salvaje; no se pudo rehabilitar ni educar i al poco tiempo murió. El otro caso, fue en una ciudad de Suecia; un hombre, de unos cuarenta años, salió de un bosque e irrumpió en una ciudad como un lobo; no hablaba i era de verdad otra fiera. Apresado, murió al poco tiempo. Así, otros ejemplos. Lo que cuenta es la calidad de la vida i todas las elucubraciones religiosas, son falsas.
También hai razones sociales: violación, estupro, incesto, perversiones de distintas índoles e indicaciones médico sociales o económicas, como la pobreza, la demografía desordenada, la delincuencia, los trastornos graves de conducta (en Estados Unidos, hubo una familia estudiada en docenas de generaciones, donde hubo 62 delincuentes de la talla del destripador de Londres). La pobreza i la miseria, tienen una variedad grande de indicaciones de aborto razonables o de esterilización. Allí está el caso de la Corea de Huntington, de la cual me ocupé hace años i nunca se le ha dado la solución que exige el problema (que conocí en Bélgica también, i asesoré al Dr. Franz Baro que hacía una tesis al respecto). La iglesia, jamás se ha ocupado de verdad, de los grandes problemas humanos. Allí está la primera enfermedad de la Humanidad: el HAMBRE. Si alquilaran a los grandes Museos del Mundo, por ejemplo, durante un año, la Piedad o el Moisés de Miguel Ángel (sin venderlas) el Vaticano podría rescatar del hambre a todo el continente africano, pero predican la pobreza i la humildad, “porque para ellos será el reino de los cielos” i ofrecen redención para el género humano, aunque ellos mismos no creen en eso. Veamos, por ejemplo, la prédica i la acción, del “Cardenal” Castillo Lara. Por eso, cuando atacan a la Medicina i a los Médicos que nos guiamos por la ciencia i no por religión, como en este problema del aborto, no se les puede creer. Es lamentable que médicos, abogados, biólogos i especialmente, incultos políticos, les hagan comparsa. Mientras haya, hambre i miseria, si nos referimos a lo económico social, habrá más abortos i esas clases humildes, son las que salen a ponerse en manos de delincuentes i bárbaros que, efectúan intentos de abortos i ocasionan millones de muertes de mujeres jóvenes, realizadas, con hijos i casi siempre el sostén económico del hogar, por la paternidad irresponsable que existe. Mas, parece ser que esto lo ven con ojos “divinos” los sacerdotes que hacen lo contrario a lo que predican. Con razón dijo Goethe i siempre repito: “QUIEN TIENE CIENCIA YA TIENE RELIGIÓN; QUIEN NO TIENE CIENCIA, QUE TENGA RELIGIÓN”.